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La revancha de Bayern Munich

Bayern Munich logró su 1ª Supercopa UEFA AP

BUENOS AIRES -- Bayern Munich se consagró campeón de la Supercopa de Europa, en una final con muchísimos condimentos ante Chelsea, al que logró vencer por 5-4 en la definición por penales, tras empatar 2-2 en los 120 minutos.

De esta manera, Bayern vengó su derrota del 19/5/2012 en casa ante Chelsea, en el partido decisivo de la UEFA Champions League y además, obtuvo su 1ª Supercopa de la UEFA , en su 4º intento.


DOS PLANTEOS BIEN CLAROS

Si nos limitamos a su búsqueda de la victoria, podemos pensar que el vigente campeón de Champions merecía el título. Sin embargo, el que abrió el marcador fue Chelsea, en su primera ofensiva a los 8 minutos de juego. En un contraataque perfecto, Hazard limpió el camino por el medio y abrió a la derecha para Schurrle, quien mandó el centro para que el español Fernando Torres defina de primera, con un derechazo esquinado.

El Niño demostró su eficacia en su primera intervención y luego quedó muy aislado con los defensores rivales. Es un atacante de goles importantes, que exige y busca tener presencia. Lo dirigí cuando tenía 20 años y hoy es un delantero que ya pasó por todas las etapas.

El juego del Chelsea estaba pensado para jugar así, sin imaginar tal vez que iba a poder anotar tan rápido. El conjunto inglés le dio espacios a un rival que, más allá del remate desde afuera que Cech le sacó a Ribery a los 22, no generó situaciones tan peligrosas.

Es más, dio la sensación de que si Chelsea lograba armar una contra tan precisa como la del gol, estaba más cerca de aumentar la distancia, que de sufrir el empate del elenco alemán.

Un Chelsea disciplinado tácticamente no le dio espacios al peligroso ataque bávaro. Müller, que suele jugar por afuera, arrancó por adentro. Ribery fue el más claro, enganchando y rematando o abriendo a la izquierda para las subidas de Alaba. En ese sector sufrió Ivanovic, un central devenido en lateral derecho.

En cuanto al equipo blue, cuenta con jugadores de selección como Oscar y Hazard, dotados técnicamente, que al alternar entre derecha a izquierda, evitan que los defensores logren acostumbrarse a la marca.


UNA RÁPIDA RESPUESTA

Así como el último ganador de la Europa League logró pegar en el arranque de la final, Bayern consiguió la igualdad apenas iniciado el complemento. Un muy buen derechazo de Ribery desde afuera hizo inútil la estirada de Cech a los 47.

El elegido este jueves como mejor jugador de Europa hizo un muy buen partido y dejó claro que no estará lejos de obtener el próximo Balón de Oro.

Chelsea no modificó su libreto y siguió igual, tratando de aprovechar los contados contraataques que tuviera. Desde el primer minuto de acción se dio el mismo partido, con porcentajes de posesión similares ( 65 a 35 aproximadamente).

Pareciera que el mensaje de Mourinho todavía no prendió y su Chelsea jugó a la expectativa, como lo hacía el Real Madrid del portugués en los primeros clásicos contra Barcelona. Recordemos que luego se animó más y logró buenos resultados.

A los 63, Chelsea presionó bien arriba, resbaló Dante, Schurrle tocó al medio, Oscar recibió y, con Neuer ya jugado, remató al cuerpo del arquero, en vez de gambetearlo.

Quince minutos después Chelsea volvió a tener una ocasión clarísima. Lampard ejecutó un corner por derecha. David Luiz cabeceó al medio e Ivanovic al travesaño.

La tercera en el 2º tiempo no fue la vencida para Chelsea: David Luiz ganó por arriba pero cabeceó donde estaba el arquero. De cambiarle la dirección al balón, otra hubiera sido la historia.

Bayern logró un respiro a los 85, cuando fue expulsado Ramires. No entiendo cómo el árbitro sancionó con amarilla el terrible planchazo del brasileño. Era para roja directa. Igualmente, la segunda tarjeta lo obligó a irse a los vestuarios. Me gusta mucho Ramires, un mediocampista central o cuarto volante, recuperador y con llegada. Pero es lamentable que se haya equivocado tan feo. No lo quebró a Götze de casualidad.

UN DESENLACE APASIONANTE
Chelsea tenía que profundizar su contención, evitando los desbordes por los laterales y llevando al Bayern a atacar por el centro. Así llegó al tiempo suplementario. Sin embargo, en los primeros minutos del alargue fue al frente.

A los 3 minutos del 1º tiempo agregado, Hazard encaró de izquierda al medio, dejó a dos rivales en el camino, y sacó un violento remate que sorprendió a Neuer.

Los de Guardiola necesitaban sangre fría para aprovechar la superioridad numérica, pero comenzaron a abusar de los centros, simplificando la tarea de los centrales de rivales. Chelsea no liquidó el pleito y de tanto insistir, los de Pep comenzaron a generar peligro. A los 108, en menos de un minuto, dos envíos por izquierda obligaron a grandes intervenciones de Cech ante cabezazos de Mandzukic.

Los últimos minutos fueron frenéticos. Cahill tapó justo el remate de Shaqiri. Cech se hizo enorme ante el tiro de Götze y en el tiro libre de Ribery. Pero el checo no pudo hacer nada llegando a los 121, cuando a Javi Martínez le quedó la pelota en el área chica, para decretar el 2-2 definitivo. Otro tanto agónico, como el que marcó Robben para ganar la última Orejona en Wembley.

No comprendo por qué el árbitro agregó un minuto en el 1º tiempo del suplementario y otro en el 2º, cuando en partidos de 90 suelen adicionarse 3 o 4 minutos. Seguramente por ahí venía el reclamo de Mourinho. En la definición desde los 12 pasos, Neuer se quedó con el débil remate de Lukaku, el 5º de su equipo, y desató la celebración alemana.

Particularmente me gustan más esas finales en las que no hay tantas diferencias, se cambia ataque por ataque y no quedan marcados los contrastes en el monopolio del balón. Eso no quita que el duelo de Praga pueda haber sido emotivo para el espectador.

En el nuevo proceso que comienzan, Guardiola se llevó una de las dos Copas que disputó (perdió la Supercopa alemana ante Borussia Dortmund) y se convirtió en el 1º DT en lograr 3 Supercopas europeas (2009 y 2011 con Barcelona), mientras que Mourinho, ganador de dos títulos de la Premier League en su 1ª etapa entre 2004 y 2007, sigue sin poder obtener trofeos europeos con Chelsea.

La llegada de Pep no cambió la filosofía de un Bayern que, a través de su historia, siempre apostó por un fútbol conquistador. Por el lado de Chelsea, veremos un equipo de mentalidad ganadora, como nos acostumbra su DT, con mucha agresividad y rapidez en los contraataques.

Esta vez le tocó festejar a Bayern. Lo que queda claro es que son dos conjuntos que seguramente serán protagonistas en sus campeonatos y probablemente volverán a reencontrarse en la UEFA Champions League.

Felicidades.