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Francia gana con camiseta inusual

MAR DEL PLATA -- El grupo 1 de la Copa del Mundo que se está disputando en Argentina se cerró de forma peculiar este sábado. Francia se despidió del torneo con una victoria por 3-1 ante Hungría (ver resumen). La nota de la ocasión fue que el equipo galo se impuso vistiendo no su tradicional camiseta azul sino la verde y blanca a rayas del humilde Kimberley, un equipo local argentino.

El partido que se disputó en el estadio José María Minella de Mar del Plata, ante poco más de 23 mil espectadores, se sabía poco determinante. Se enfrentaban dos equipos que llegaban a la última jornada de la primera fase sin opciones de clasificarse en un grupo que esta noche se define entre Argentina e Italia, en Buenos Aires.

Lo más interesante de la tarde ocurrió cuando ambos equipos salieron a la cancha vistiendo similares camisetas blancas. Ante la incredulidad del público y de los protagonistas de ambas selecciones el árbitro del partido, el brasileño Arnaldo Coelho, reunió a ambas delegaciones para encontrar una solución de emergencia.

Según diversas versiones, la confusión la generó el equipo francés. Pese a que la organización del torneo le había comunicado a Hungría que debería usar su camiseta alternativa para poder distinguir a los equipos en la transmisión televisiva local en blanco y negro, los franceses abandonaron su concentración en Buenos Aires únicamente con su indumentaria suplente blanca, suponiendo que Hungría utilizaría la tradicional casaca roja.

Tras unos minutos de reproches cruzados, dirigentes de la organización en la sede Mar del Plata ofrecieron que Francia utilizara la camiseta verde y blanca a rayas de Kimberley, uno de los equipos locales de la ciudad balnearia.

El equipo galo aceptó y sus jugadores se cambiaron dentro del campo. En contra de su habitual elegancia, los franceses jugaron el partido con una de las combinaciones de indumentaria y colores más extrañas de la historia de los Mundiales: medias rojas, pantalón azul y camiseta verde y blanca. Además, con numeración diferente en los pantalones cortos y en las espaldas de los jugadores, lo que agrandaba la confusión.

Sin embargo, usar la camiseta del "Dragón", como se conoce aquí a Kimberley, pareció traerle suerte al equipo de Michel Hidalgo. Se impuso 3-1 ante Hungría con goles de Christian López, Marc Berdoll Dominic Rocheteau, Sandor Zombori había descontado, y consiguió su único triunfo en el torneo.

El peculiar episodio no es una novedad en la historia de las Copas del Mundo. En tres ocasiones previas un club local le prestó indumentaria a una selección para disputar un juego de un Mundial.

La primera vez ocurrió en Italia 1934, durante el duelo por el 3er puesto entre Austria y Alemania. Como ambos tienen camiseta blanca se propuso que los austríacos usaran la camiseta azzura de Napoli, el club de la ciudad donde se disputaba el definitorio cruce. El partido terminó 3-2 para los alemanes.

Luego, en 1950, en Porto Alegre, Brasil, México y Suiza coincidieron con sus camisetas rojas en un partido intrascendente de la fase de grupos. Se decidió sortear quién podría usar su podría indumentaria y quién debería vestir la camiseta azul y blanca que prestó Cruzeiro. México ganó el sorteo pero decidió ceder su privilegio. El partido lo ganó Suiza por 3-2.

Por último, en 1958, la televisión sueca consideró que la camiseta blanca de Alemania Federal y la celeste y blanca de Argentina eran indistinguibles. Entonces, el equipo argentino jugó el partido debut con la camiseta amarilla del IFK, de Malmö. Esa vez, como las anteriores, el equipo que usó la camiseta del club perdió. Argentina cayó 3-1 ante Alemania.

Este sábado en Mar del Plata se rompió ese registro. La victoria de Francia con la camiseta de Kimberley pasa a la historia como el primer triunfo de un club en una Copa del Mundo.

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