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Marruecos, la gran sorpresa

CIUDAD DE MÉXICO -- Por fin, África dio el gran salto y superó la primera fase de una Copa del Mundo. Como lo había hecho Asia en 1966 gracias a Corea del Norte, esta vez fue Marruecos el que protagonizó la hazaña africana, cuatro años después de la injusticia cometida contra Argelia en España 1982. Los marroquíes lograron superar la primera fase en México y, en silencio, se metieron en la historia grande del fútbol continental.

La Selección del norte de África llegó al Mundial después de superar a Sierra Leona, Malaui, Egipto y Libia en las Eliminatorias. Así, de la mano del entrenador brasileño José Faria logró clasificarse por primera vez para el campeonato más importante de todos. Llegó a México en silencio y más aún cuando tras el sorteo se definió que debía enfrentar a candidatos como Inglaterra, Polonia y Portugal en el grupo F. Nadie pensó que el representante africano sería un adversario de cuidado para tres conjuntos europeos tan encumbrados.

En los dos primeros encuentros, frente a ingleses y polacos en Monterrey, el conjunto marroquí demostró una gran solidez defensiva y no recibió goles. De hecho, el máximo artillero del torneo, Gary Lineker, salió en blanco del enfrentamiento entre su Inglaterra y los africanos. Un equipo solidario, consciente de sus limitaciones y seguro de sí mismo había salido con vida de dos duelos muy difíciles y llegaba al choque con Portugal con buenas opciones de clasificación.

Ni siquiera Paulo Futre pudo con el buen juego desplegado por la Selección de Marruecos en el partido disputado en Guadalajara. Allí, Portugal sucumbió frente al conjunto revelación del campeonato, que ganó 3-1 y se clasificó en el primer lugar del grupo, una hazaña extraordinaria. Khairi marcó dos goles y fue la gran figura, mientras que Krimau convirtió el otro tanto. Los africanos jugaron con la tranquilidad de saber que tenían todo para ganar y por eso hicieron historia. Lo que sucedió en la segunda fase no empañará jamás lo hecho en la etapa inicial.

Alemania Federal, uno de los máximos favoritos, era el rival en octavos de final. Marruecos tuvo una gran actuación y estuvo a dos minutos de llegar al tiempo suplementario, pero Lothar Matthäus marcó el gol del triunfo alemán sobre el final del juego. Según el diario La Vanguardia, "la selécción marroquí confirmó su fortaleza defensiva y su absoluta inoperancia en ataque, como sí esperara llegar a la prórroga o a los penales. Pero acabó cayendo ante una RFA que tampoco dio la talla".

Todo el país celebró la gran campaña de la Selección en México. De hecho, las calles de Rabat estaban vacias media hora antes del término del partido ante Alemania y varios grupos de aficionados salieron a la calle para aclamar a sus futbolistas tras la derrota: "Estamos contentos con el papel que ha desempeñado nuestra selección", afirmaron. En el mismo sentido que los hinchas se expresó el seleccionador Faría: "Estoy muy satisfecho por el rendimiento de mi equipo ante un rival tan poteñte como Alemania Federal".

Franz Beckenbauer elogió a un rival que complicó más de la cuenta a su equipo: "El equipo marroquí presionó mucho y trató de agotamos mentalmente con su fútbol lento. He de decir, sin embargo, que Marruecos jugó mejor de lo que esperaba". Es cierto que la Selección africana optó por bajarle el ritmbo al partido y por momentos el juego se hizo demasiado monótono. Sin embargo, esa era la única estrategia que podía llevar a un conjunto muy inferior a un batacazo gigantesco.

Tras el encuentro, los jugadores marroquies acudieron al vestuario alemán y solicitaron fotografiarse con ellos. El lateral Lamb se lo rogó a Briegel. su ídolo, y la mayoría fueron desfilando junto a Rummenigge, mientras el delegado del equipo hacía las correspondientes fotografías. Los alemanes, cordiales. pero muy serios, posaban junto a los sonrientes marroquíes que parecían cumplir uno de los sueños de su vida. Uno de ellos, Timouni, llevaba una revista con las fotografias de todo el equipo alemán y fue pidiendo autógrafos a todos los jugadores.

A pesar de esta anécdota de color, Marruecos no fue de paseo a la Copa del Mundo. Llegó en silencio y regresó con toda la gloria. El mote de "primer gran equipo africano de la historia" no se lo quitará nadie.