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Maradona: "Viví un momento único"

CIUDAD DE MÉXICO -- Diego Armando Maradona fue el mejor futbolista de la Copa del Mundo 1986 y se sentó en el trono que estaba vacante desde el retiro de Pelé: el de Rey del fútbol. Pocos jugadores fueron capaces de jugar un Mundial de la forma en la que lo hizo el argentino, que condujo a su Selección al título más importante de todos. Tras la consagración, el Diez expresó su felicidad y así lo informó el periódico La Vanguardia.


En el Club América, cuartel general de Argentina durante este Mundial, no cabía un alfiler, pese a las rigurosas medidas de seguridad. Los jugadores argentinos, con su técnico, se habían trasladado allí para recoger sus pertenencias en a misma tarde del domingo y regresar inmediatamente a Buenos Aires. Hubo una celebración improvisada y favorecida por el propietario del club (que es, inevitablemente, Guillermo Cañedo, el "boss" de todo este tinglado mexicano).

Maradona, como el resto de sus compañeros, estaba loco de alegría por el triunfo. El era el objetivo principal de todos los periodistas, pese a que no consiguió gol alguno en la final.

"Me alegro por mis compañeros. Se había dicho tanto que Argentina era sólo Maradona que parecía que solamente jugaba yo en el equipo. Ellos también saben marcar goles y jugar bien cuando yo no tengo un buen día", afirmó.

Maradona reconoció que no tuvo tantas oportunidades de jugar el balón como en anteriores encuentros, que Matthaeus primero y luego Foerster le habían marcado muy bien: "Yo dije que Alemania era un equipo muy peligroso. Y lo ha demostrado. Que su juego no haya sido brillante en esta final no dice nada porque luego, en diez minutos, igualaron el encuentro. Pero yo pienso que nuestra victoria ha sido merecida por goles, por oportunidades y por juego".

Además, Maradona habló del futuro, del Mundial de 1990 lanzando una "sugeréncia" innecesaria: "Si Bilardo continúa al frente del equipo considero que hay muchas posibilidades en 1990 en Italia, donde pienso seguir jugando".

Repasó el Mundial de México y dijo que había merecido la pena el esfuerzo: "Merecía la pena aislarme del mundo durante 35 días, vivir como un ermitaño, para luego recoger la Copa del Mundo y alzarla ante millones de espectadores de todo el mundo. Ha sido un momento único, inolvidable. Es la meta de todo profesional del fútbol".

Sobre sus proyectos inmediatos indicó que ahora quiere descansar, tener unos días tranquilos junto a su familia en Buenos Aires y luego, a finales de julio, volver a Italia para preparar la temporada: "Tengo que desintoxicarme de toda esta marabunta. Han sido unos días muy tensos, tanto psíquica como físicamente. Necesito un descanso en todos los aspectos".

Dijo también que piensa celebrar el título mundial con sus allegados en un lugar secreto de Buenos Aires: "Pienso en todos, en mis viejos, en mis hermanos, en mi novia... todos me han ayudado. Sé que ellos estarán ahora llorando de alegría. Este triunfo significa mucho para mi pueblo, que tantos reveses ha sufrido en los últimos tiempos".

También valoró el triunfo como superior al de 1978, "porque se ha conseguido lejos de Argentina y por la dureza de la competición. Aquí se ha jugado con fuerte calor y contra 24 equipos, En el 78 era casi invierno en Argentina cuando se celebró el Mundial y la temperatura era mucho mejor".

Recordó cómo estuvo a punto de jugar aquel Mundial. Menotti le tenía en la lista, pese a que Maradona tenía solamente 17 años. Pero el influyente River Plate rescató seis meses antes de comenzar el Mundial a Norberto "Boto" Alonso, que actuaba en el Marsella y regresaba al fútbol argentino. Las presiones sobre Menotti fueron enormes y Maradona se vio finalmente relegado por aquel veterano.

Le preguntaron también acerca de su futuro en Italia donde ahora le exigirán que juegue siempre como lo ha hecho en México. Diego, a quien se veía muy feliz, replicó así: "Maradona ha sido siempre el mismo. Lo que cambia es a veces el ambiente y la motivación. Bilardo ha sabido motivarme. Me dio la capitanía del equipo y toda la responsabilidad. Yo la acepté porque era un reto para mí. No podía defraudarle ni dar la razón a quienes le atacaron. Creo que ha habido muchas injusticias y espero que sean reparadas pronto".