Especial para ESPN.com 10y

Lineker, el goleador

CIUDAD DE MÉXICO -- Gary Lineker nació para hacer goles. Es así de simple. El gol es su razón de vivir, el motivo de su existencia. A pesar de que no es muy alto ni muy fuerte, tiene una inteligencia superior para moverse y una frialdad impresionante a la hora de definir. Estos atributos lo convirtieron en el máximo artillero de la Copa del Mundo 1986.

El delantero nacido en 1960 debutó en primera división jugando para Leicester City, donde se ganó una fama de certero goleador que le permitió ser contratado por Everton. En su primera temporada en Goodison Park, convirtió 38 goles en 52, una cifra muy destacada para un fútbol tan competitivo como el inglés. Por eso, Lineker llegó a México como candidato al Botín de oro. Y no defraudó.

Inglaterra tuvo que afrontar un grupo muy complicado en la primera fase. De hecho, en los dos primeros encuentros sólo sumó un punto y no marcó goles ante Portugal y Marruecos. Recién en la tercera fecha apareció la mejor cara de la Rubia Albión, que tuvo en Lineker al mejor exponente de su fútbol. El atacante surgido en Leicester City abrió el marcador a los ocho minutos y luego marcó dos goles más en el primer tiempo. Aquella fue una tripleta que marcó su campenato y también toda su carrera.

"Había hecho una temporada muy buena con Everton y había anotado muchos tantos, pero llevaba cinco o seis partidos sin ver puerta con la selección de Inglaterra y me sentía un tanto presionado, especialmente en un Mundial, que es una competición grandiosa. El partido contra Polonia me cambió muchas cosas desde el punto de vista personal: marqué unos cuantos goles más, gané la Bota de Oro y, como consecuencia, fiché por el FC Barcelona. Sin lugar a dudas, fue mi gran momento. En ese sentido fue un partido excepcional", declaró luego el goleador.

Tras ese triunfo, el Seleccionado de Inglaterra se metió en octavos de final, donde enfrentó a Paraguay. Una vez más, Lineker fue el hombre clave. Convirtió el primer tanto a los 31 minutos de la etapa inicial y luego cerró el marcador en el segundo tiempo. Su equipo goleó 3-0 al conjunto sudamericano y se metió entre los ocho mejores del mundo por primera vez desde la Copa de 1966.

El rival de cuartos de final fue Argentina, con un Maradona extraordinario. La tristeza de la Guerra de Malvinas todavía estaba muy fresca y el deporte se mezcló con el patriotismo como siempre pero también como nunca. Llegaron los dos goles más famosos de la historia del fútbol y también otro tanto de Lineker, el sexto de su cuenta personal en el Mundial. Gracias a ese grito, se aseguró el título de máximo anotador del certamen.

Tras la derrota, el delantero inglés no ahorró en elogios hacia Maradona: "Fue la primera vez en mi carrera que estuve a punto de aplaudir en el campo, pero para el otro equipo, porque fue tan bueno... Si no hubiera sido un partido tan importante, lo habría hecho. No se puede marcar un gol así. Quizás haya sido el partido más famoso. Diego marcó los dos goles más famosos de la historia, por razones diferentes. El primero yo no lo vi, estaba en otro lado del campo, fue la 'Mano de Dios'. Pero el segundo, para mí, es el mejor gol de todos los tiempos".

Sin embargo, también criticó el estado del campo de juego: "La Copa Mundial es muy especial. Se trata del escenario más importante en el que puede actuar un futbolista. Te coloca en primer plano, en el punto de mira. Pero también te ofrece la mejor oportunidad que tendrás jamás de medirte con los mejores jugadores del mundo. El Azteca es un estadio fantástico y el ambiente que se respira en él es absolutamente increíble. Jugar allí me resultó una experiencia indescriptible. ¡Pero el terreno de juego estaba hecho una pena! Le habían colocado el césped justo antes de la competición, de manera que se levantaban trozos por todas partes. Cada vez que ponías el pie en el suelo, se movía todo el campo. Por eso el gol de Maradona es todavía más portentoso; el segundo, quiero decir, no el que metió de un puñetazo"

A pesar de la eliminación de su equipo, Gary Lineker quedó muy conforme con lo realizado en la Copa del Mundo de México: "Para un goleador es bueno marcar más goles que cualquier otro. Y además, el hecho de haber podido marcar más goles que Diego", afirmó el romperredes de México 86, el único que pudo quitarle al menos algunas luces a Diego Maradona.

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