ROMA -- El ex secretario de Estado norteamericano y premio Nobel de la Paz, Heny Kissinger, se encontró durante la Copa del Mundo con el legendario Johan Cruyff, ex figura de la Selección holandesa y entrenador de FC Barcelona. Así relató el encuentro el diario catalán La Vanguardia.
Llegó la tarde del viernes y todavía no le habían presentado a Francesc Martí Jusmet, delegado del Gobierno en Cataluña, cuando en la sala de autoridades del aeropuerto ya le había preguntado por el resultado del Checoslovaquia-Austría. Pasadas las diez y media de la noche, camino de la cena en el Círculo Ecuestre, le pidió a Luis Foix, director adjunto de La Vanguardia, cómo iba el encuentro entre la RFA y los Emiratos Árabes.
Henry Kissinger, ex secretario de Estado norteamericano y premio Nobel de la Paz, es un apasionado del fútbol. "Debe ser el único norteamericano al que le gusta", bromeó Manuel Prado Colón de Carvajal, amigo personal del político. En realidad, Kissinger tiene dos pasiones, el cine y el fútbol, pero la primera se entiende más que la segunda en un país donde existe Hollywood, mientras el "soccer" apenas lo practica un reducido número de universitarios de origen latino.
Henry Kissinger, por méritos propios, es vicepresidente del Comité Organizador del Mundial de 1994, que se celebrará en Estados Unidos y está convencido de que el acontecimiento popularizará este deporte en su país. Aprovechando la oportunidad que le ofrecía su conferencia barcelonesa, patrocinada por "La Vanguardia", se marchó a la Costa Brava junto con Manuel Prado, gracias a cuyos oficios ya la capacidad logística de Carles Camós, propietario del hotel restaurante Big-Rock, pudo seguir en una pantalla el Brasil-Costa Rica al lado de Johan Cruyff.
Kissinger y Cruyff se saludaron poco antes de iniciarse el encuentro. El entrenador del Barcelona le recordó que se habían conocido jugando a golf, durante el tiempo que pasó la estrella holandesa en los EEUU y ambos iniciaron una fluida conversación en inglés, mientras consumían varios botellines de agua mineral. El ex secretario de Estado preguntó si los jóvenes españoles seguían practicando el fútbol por encima de otros deportes y el entrenador azulgrana asintió, aclarando que, a pesar de lo que digan otros agoreros, nunca el baloncesto, y muchos menos el fútbol americano que los yanquis intentan potenciar mediante una liga mundial, podrán quitarle plano.
Kissinger le inquirió sobre el Barcelona, sobre el que Cruyff dijo que tenía tan buen equipo como el Madrid, pero había fallado la mentalización de algunos jugadores en algunos momentos.
Kissinger, que se declaró admirador del Brasil, encontró el reconocimiento del holandés, que llegó a ponerse nervioso oyendo los comentarios de Juan Gómez "Juanito" en TVE. Al pedir consejo sobre el equipo de Estados Unidos, Cruyff sugirió que deberían fichara un entrenador disciplinado y le sugirió incluso el nombre de Franz Beckenbauer.
El ex político le comentó al ex futbolista que en una ocasión empezó a escribir un artículo sobre las diferencias nacionales en el fútbol europeo y ambos encontraron en esta materia motivo de debate. Cruyff marchó impresionado por los conocimientos balompédicos del amigo americano. Lo que el holandés desconocía es que ya en sus tiempos al lado de Richard Nixon se hacía enviar puntualmente cada lunes unos misteriosos sobres que tenían intrigados a sus colaboradores. Un día les explicó su contenido: "son recortes de la prensa europea con las clasificaciones y los resultados de las ligas continentales".