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Wawrinka ganó y se clasificó

LONDRES -- Festejo por partida doble para el suizo Stanislas Wawrinka. Primero derrotó por 6-7 (3), 6-4 y 6-1 al español David Ferrer, sumó así su segundo éxito en las Finales ATP y finalmente se clasificó a las semifinales ya que más tarde el español Rafael Nadal se impuso al checo Tomas Berdych, quien así se quedó afuera del torneo de Londres.

El suizo marcó el rumbo del partido, con sus idas y vueltas. Pagó muy caro una distracción y una serie de errores en el primer set, pero logró reponerse a tiempo con un buen nivel ante Ferrer, que nuevamente mostró un bajo nivel y se despidió del certamen con tres derrotas.

Parecía estar todo en manos de Wawrinka en el inicio del partido. Sólido con su servicio, hizo la diferencia con su devolución en el sexto game y luego se puso 5-2. No había baches en su juego, al punto de haber llevado a deuce a Ferrer en el octavo game.

Sin embargo las incógnitas se hicieron presente en el momento de cerrarlo: 5-3 y su saque. Dudó y quedó 0-30. Tras un ace, dejó un revés en la red y cometió una doble falta. Justo sus dos mejores aliados en el certamen lo pusieron en un aprieto.

Y Ferrer, ya eliminado pero con la necesidad de puntos para aferrarse al N° 3 de mundo, no lo perdonó. Mantuvo su saque y quebró nuevamente al suizo para el 6-5. El español, más enérgico que en sus primeros dos partidos, plantaba pelea.

El ida y vuelta no quedó ahí, porque Wawrinka, como en su partido ante Nadal, volvió a jugar bien con el marcador adverso y, con cuatro puntos seguidos con su devolución (dos fallas de Ferrer), forzó un tie break.

En el desempate, una rápida diferencia a favor del español, que se aprovechó de los 30 errores no forzados del suizo a lo largo del primer parcial y estampó un 7-6 (3) en el marcador.

Se esperaba un derrumbe de Wawrinka por las oportunidades perdidas. Todo lo contrario. Luego de pasar algunos apuros con su servicio, en el tercer game logró sacar ventaja con un quiebre ante un errático Ferrer. Daba señales, al igual que su rival, quien, ofuscado, rompió su raqueta contra el piso a pura impotencia.

El suizo mantuvo las distancias con un trabajo sólido, sin caer en las fallas del set inicial. Estuvo firme con sus golpes -bajó a 15 errores no forzados- y respondió de gran manera con su servicio. Así, directo al parcial decisivo.

Un golpe anímico, sin dudas. De uno y otro lado. Wawrinka elevó su nivel y lo llevó al máximo, mientras que Ferrer volvió a mostrar la pálida imagen que supo tener en sus primeras dos actuaciones. El suizo no perdonó el bache del español y consiguió un par de quiebres seguidos que terminaron siendo determinantes.

Y hubo más, porque el helvético mantuvo el orden, continuó con la agresividad en su juego y dio un golpe de gracia ante un defensivo Ferrer, algo disminuido, como en toda la semana, por su cansancio físico.

Wawrinka, en su primera participación en las Finales ATP, hizo su trabajo y vaya cómo lo pudo rematar. Tuvo la ayuda unas horas después de Nadal y, con 28 años, ratificó que 2013 fue su mejor temporada, al convertirse en semifinalista. Su rival el domingo será el serbio Novak Djokovic, Nº 2 del ranking, ya con el primer puesto del Grupo B asegurado.