Leonardo Ayala 10y

El "nuevo" Federer, de cara a 2014

BUENOS AIRES -- Ya lo hizo una vez. Ahora, dos años después, Roger Federer va por la misma hazaña. En 2011 se lo señalaba en la curva descendente, con una baja al N°4 del mundo, pero se reinventó y pocos meses más tarde retornó a la cima del ranking de la ATP. Hoy, en el sexto puesto del listado, dio buenos indicios en París y Londres.

Sus triunfos ante Juan Martín del Potro, en dos oportunidades, y Richard Gasquet le dieron aire al suizo. Estas tres victorias ante Top 10 -logró cuatro en el año- en el último mes de acción y sus dos derrotas en tres sets ante Novak Djokovic, dominador absoluto del tramo final de la temporada, fueron situaciones alentadoras a sus 32 años.

Mutó. Federer cambió de manera radical en octubre y noviembre, con actuaciones cargadas de energía. A su talento y su buena adaptación a la superficie veloz bajo techo le sumó un plus no tan simple de conseguir: hambre de gloria. Volvió a sentir los puntos, con reacciones dentro de la cancha. Gritó, se quejó, festejó...

No lo pudo cerrar con títulos, no obstante. La final de Basilea y las semis de París y Londres fueron su punto de despedida en una temporada que se le negó mucho en ese ítem. Apenas una copa de campeón (Halle, sobre césped), al igual que en 2001. Su cosecha más baja en 12 años. "Me gustaría ganar cuatro o cinco en 2014", añora Federer, con 77 en sus vitrinas.

Su actitud será determinante en los primeros meses de la temporada, donde debe defender semifinales del Abierto de Australia. Ya supo salir del pozo este año, tras una sorpresiva caída -en sets corridos- ante Tommy Robredo en octavos de final del US Open. Tocaron su orgullo. "Ahora lo único que cuenta es entrenarme", había remarcado en su momento el hombre que supo pasar las 900 victorias en su carrera durante este año.

El suizo acaba de atravesar su ciclo de doce meses más flojo en resultados en los últimos 13 años. Por primera vez desde 2001 quedó debajo de las 50 victorias (49 en 2001; 45 en 2013). Y el cierre de temporada lo verá fuera del Top 5, algo que no sucedía desde 2002. Además, sumó 17 derrotas, una cifra más alta que si se sumaran sus caídas en sus tres mejores ciclos en el circuito: 2004 (6), 2005 (4) y 2006 (5).

El actual N°6 del mundo, sin embargo, dejó en claro que todavía le queda cuerda, aún después de haber recibido un verdadero golpe en Wimbledon. Mostró que tiene carácter, como cuando venció con comodidad a Grigor Dimitrov en su primer cruce, y aún le sobra jerarquía para pelear en los primeros planos.

"Tuve que levantarme de muchas caídas este año. Y hoy, en esta etapa del calendario, puedo decir que me siento bien otra vez. Espero poder seguir jugando de esta manera", reflexionó el "nuevo" Federer. Ya lo hizo una vez. ¿Por qué no de nuevo?

^ Al Inicio ^