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El hospital de la liga

Ya con lo sucedido hasta estas alturas la 2013-2014 será recordada como la temporada de las lesiones.

Los infortunios físicos han prevalecido a lo largo y ancho de la liga, y virtualmente nadie se ha salvado, modificando los planes de un sinfín de franquicias.

Si bien es de inocente esperar una temporada libre de lesiones, lo que le ha ocurrido a cierto jugadores ha cambiado el rumbo de ambas conferencias, hundiendo las esperanzas de algunos y abriéndole una ventana a otros para, de repente, tener aspiraciones mayores.

Tomemos el caso de los Chicago Bulls, por ejemplo. El equipo de Tom Thibodeau esperó a Derrick Rose durante un año y medio con la fe de que estaría plenamente recuperado y les daría el anotador dinámica que complementaría a una de las mejores defensas.

La recete, en los papeles, era infalible, y aún con Miami Heat e Indiana Pacers mostrándose fuertes, era difícil descontar a Chicago de antemano.

Dicho planes se esfumaron tras solo 10 juegos por una rotura de meniscos, y ahora los Bulls en lugar de pelear por el campeonato tienen que decidir si siguen apostando al mismo proyecto o si encuentran la forma de canjear a Carlos Boozer y Luol Deng por piezas que sirvan a futuro.

Este tipo de situaciones se sigue dando con frecuencia, y las ramificaciones solamente comienzan a sentirse.

LA CIMA DEL OESTE

La Conferencia Oeste está mostrando su indudable poderío, pero también es cierto que la diferencia podría ser aún mayor si no se hubieran perdido tantos jugadores de calibre.
La más reciente lastimadura es la de Russell Westbrook, quien tras ser un verdadero hombre de hierro desde su debut ya lleva tres cirugías en su rodilla en 2013.

Oklahoma City Thunder anunció que volverá tras el Juego de Estrellas, por lo que se perderá al menos 27 juegos, sumados a los dos primeros de la campaña.

En una lucha tan cerrada ante San Antonio Spurs, Los Angeles Clippers, Houston Rockets y Portland Trail Blazers, su ausencia podría ser la diferencia entre acabar primeros (factor cancha en las tres primeras rondas) y terminar quintos (visitantes todo el camino).

Sus rivales también se han visto afectados, aunque las estrellas por el momento han salido ilesas.

El Big 3 de San Antonio promedia entre 24 y 31 minutos por noche, algo que los mantiene frescos y productivos aún a una edad avanzada.

Por su parte, los Clippers perdieron a J.J. Redick por seis semanas y han estado sin Matt Barnes por momentos, pero han logrado mantenerse a flote.
Los Rockets han estado sin James Harden (seis juegos), Jeremy Lin (10) y esta semana Patrick Beverley se fracturó la mano y tendrá para 4-6 semanas.
Quizás por eso no sorprenda que los Trail Blazers se encuentren primeros, ya que además de su gran nivel han tenido el beneficio de la salud.

Todo esto sin dudas ha tenido y tendrá un efecto importante en las siembras finales, y seguramente el equipo que logre mantenerse más entero tendrá un aliciente por sobre el resto.

LA LUCHA POR LOS PLAYOFFS

La competencia en el Oeste no perdona, y así también se han visto perjudicados otros equipos en su afán de entrar a la postemporada.

El mejor ejemplo son los Memphis Grizzlies, quienes perdieron a Marc Gasol a fines de noviembre por una torcedura en el ligamento colateral medio. Se espera que el español no regrese hasta mediados de enero.

Eso, en conjunto con la ausencia de Quincy Pondexter (quien se perderá el resto de la temporada por una fractura por estrés en su pie derecho) prácticamente saca de contención a los Grizzlies y complica muchísimo sus chances de al menos clasificar a la postemporada.

Su equivalente en el Este son los Atlanta Hawks, quien a pesar de ser claramente el tercer mejor equipo de la conferencia, se han quedado sin Al Horford en estos días por un desgarro pectoral que sin dudas fulmina cualquier tipo de ilusión.
Lo mismo le ha sucedido al otro equipo que se perfilaba como sorpresa: los Golden State Warriors. Los californianos ganaron cinco juegos al hilo recientemente y escalaron hasta el séptimo puesto, pero aún se encuentran lejos del nivel del grupo de arriba.

Los de Mark Jackson ha sufrido todo tipo de infortunios, desde el isquiotibial de Andre Iguodala (12 juegos), hasta el tobillo de Stephen Curry (tres), pasando por la tibia de Toney Douglas (14 partidos fuera). Esto es sin contar la reciente operación de Jermaine O'Neal para reparar los ligamentos de su muñeca derecha.

Esto es sin mencionar la doble decepción de Kobe Bryant (recuperación de la rotura del tendón de Aquiles y ahora una fractura en su rodilla) y las insólitas lesiones a todos los armadores de Los Angeles Lakers, quienes perdieron al mismo tiempo a Steve Nash, Jordan Farmar y Steve Blake.

Los New Orleans Pelicans también perdieron a Anthony Davis y Ryan Anderson durante 16 juegos entre ambos.

Los laguneros y los pajarracos son los casos perfectos de equipos que necesitaban que muchas cosas se dieran a su favor para dar pelea, pero el caso contrario se acabó dando, prácticamente sepultando sus chances y dándoles lugar a otros que no esperaban estar en la conversación.

LOS BENEFICIADOS

A veces el oportunismo es el mejor aliado, y por eso algunos equipos están superando las expectativas basados principalmente en la salud de su nómina.

El ejemplo más claro son los Phoenix Suns de Jeff Hornacek, quienes encararon la temporada con la intención de desarrollar a sus jóvenes y conseguir una selección prominente en el próximo draft y sobre el cierre de 2013 se encuentran en zona de playoffs.

Aún es muy temprano saber si se mantendrán, pero las lesiones de sus mayores competidores le han brindado una oportunidad inesperada.

Lo mismo les sucede a los Charlotte Bobcats y a los Boston Celtics en el Este, quienes aún con importantes lesiones propias (Michael Kidd-Gilchrist y Rajon Rondo) han podido hacer leña del gigante árbol caído en la Gran Manzana.

Los puestos de playoffs del Este están para cualquiera ahora que tanto los New York Knicks como los Brooklyn Nets no pueden dejar de lesionarse.

Los dirigidos por Jason Kidd, además de ser un verdadero caos, perdieron a Brook López por una nueva fractura y solo han contado con su figura, Deron Williams, durante 19 de los 30 partidos hasta la fecha.
Por su parte, los Knicks carecieron de Tyson Chandler y su defensa durante 20 juegos y actualmente usan a su tercer mejor armador tras las lesiones de Raymond Felton y Pablo Prigioni.

Esto le abrió la puerta además a los Washington Wizards, Detroit Pistons y Toronto Raptors, que aún con muchos problemas y varias limitaciones estarían jugando a finales de abril.

Sin dudas los efectos de tantas lastimaduras seguirán dando que hablar, sobre todo con una serie de patrones que se ven cada vez más seguido.

Sálvese quien pueda.