Jim Caple 10y

Un caso para Cooperstown

Muchos estadísticos insisten que Jack Morris no tiene los números para entrar al sAlón de la Fama, retando a los managers, jugadores y escritores que lo han alabado tanto.

¿Acaso tienen razón los estadísticos? ¿Y acaso están errados los managers que nombraron a Morris como su abridor del Día Inaugural por 14 temporadas, como abridor del Juego de Estrellas tres veces y el abridor del Juego 1 de la Serie Mundial otras tres ocasiones? Bueno, he aquí lo que escribió Bill James sobre Morris en su Abstracto de Béisbol de 1987:

"Es posible que Morris no sea el mejor lanzador en las mayores, pero tiene que ser el más consistente. El año pasado hablé sobre el hecho de que Morris está haciendo algo cada año para solidificar sus credenciales como potencial miembro del Salón de la Fama. El año pasado hizo un par de cosas grandes para mejorar sus credenciales, al ganar 20 partidos por segunda vez y ponchar a 200 contrarios por segunda vez. Probablemente se encuentra a tres o cuatro años del Salón de la Fama ahora mismo. Morris y Fernando (Valenzuela) tienen que ser los mejores anclas de una rotación de abridores hoy día en el béisbol"

En otras palabras, el padre de las estadísticas modernas en el béisbol -- un hombre cuyas opiniones yo respeto mucho -- consideraba a Morris cercano al nivel del Salón de la Fama cuando al lanzador le quedaban ocho temporadas en su carrera. Y de hecho Morris le siguió con al menos tres buenas temporadas en las que terminó en los primeros 10 en la votación del Cy Young (incluyendo terminar entre los primeros cinco en dos ocasiones).

¿Acaso eso significa que es un candidato seguro para el Salón de la Gama? No. Años después, James no ubicó a Morris en su lista de los 100 mejores lanzadores de todos los tiempos. Así que definitivamente es un candidato fronterizo. Pero fronterizo no significa que no pertenezca a Cooperstown. Significa que o consigues la cantidad justa de votos o no la consigues por poco. Morris debería conseguirla. Temo que no lo vaya a conseguir, al menos no por la vía de la BBWAA.

Este es el 15º año de Morris en la boleta, su última oportunidad mediante los votos de los escritores. Ha estado ganando votos de forma consistente a lo largo de los años -- recibió el 67 por ciento de los votos el año pasado, quedándose corto por 42 votos para ser electo. Pero enfrenta varios obstáculos considerados en su oportunidad final.

Primero, los ganadores de 300 juegos Greg Maddux y Tom Glavine están en la boleta por primera vez. Eso no debería afectar la candidatura de Morris, pero lo hará, ya que es muy probable que Maddux y Glavine sean electos y muchos miembros de la BBWAA se sienten satisfechos con elegir pocos jugadores -- o ninguno -- cada año.

Segundo, el límite de 10 jugadores se está convirtiendo en un dilemma cada vez más frustrante ya que cada vez hay más candidatos con mérito en la boleta. Ahora mismo hay al menos una docena de jugadores elegibles que son mejores que Morris -- incluyendo a Curt Schilling, Mike Mussina y Roger Clemens, sobre quien hay sospecha de uso de esteroides -- lo que significa que algunos escritores quienes consideran a Jack como merecedor de entrar al Salón de la Fama podían haberlo dejado fuera porque simplemente no tenían el espacio. (Conozco al menos un votante que hizo eso.)

Pienso que ambos obstáculos evitarán que Morris sea elegido esta semana, lo cual es muy malo. Entiendo completamente las razones por las que algunos piensan que Morris no tiene el suficiente mérito para entrar a Cooperstown y respeto sus votos. Pero yo vote por él porque esta era su última oportunidad y él merece estar allí.

Sus críticos se enfocan demasiado en su alta efectividad (3.90) y su WHIP (1.296) para considerar otros criterios estadísticos importantes. Y no, no solo hablo de victorias o su blanqueada de 10 entradas, 1-0, en el Juego 7 de la Serie Mundial de 1991.

En un gran artículo el mes pasado, Tom Verducci mencionó el hecho de como Morris lanzó ocho entradas o más en más partidos de la Liga Americana que cualquier otro lanzador desde que comenzó la era del bateador designado. Fue tan confiable como cualquier otro abridor de su era. Y con tanto impulse como el que más. Sparky Anderson me dijo una vez que cuando sacaba a Morris de un partido y le quitaba la pelota, Jack le lastimaba la mano al lanzar la pelota con enojo a la palma de su mano.

Además solía utilizar una camiseta con una bandera de EEUU en el frente con la frase: "Try Burning THIS one! (¡Trata de quemar ESTE!"

Esa actitud desafiante y confiada era importante -- y no solo en los partidos que lanzaba. Eso se arrastró hacia toda su carrera.

Yo cubría a los Mellizos en 1991 y vi de primera mano cómo el fuego competitivo de Morris ayudaba a mejorar la actuación de sus compañeros abridores. Scott Erickson y Kevin Tapani eran muy buenos lanzadores sin Morris, pero la rivalidad altamente competitive entre los tres serpentineros elevó todos sus partidos a algo mucho mayor. Los Mellizos se convirtieron en campeones de la Serie Mundial con Morris un año después de haber llegado últimos sin él.

Más aún, todos aquellos que insisten en decir que elegir a Morris le bajará la calidad o los estándares al Salón no tienen por qué preocuparse. Por el contrario, los escritores han elevado la barra para los lanzadores abridores en décadas recientes. Los jugadores en general de las décadas de los años 70 y 80 están mal representados en el Salón -- y los lanzadores abridores están bien mal representados. Maddux y Glavine cambiarán esa tendencia, pero al momento, Bert Blyleven es el único lanzador abridor en el Salón de la Fama que haya nacido luego que Jackie Robinson rompiera la barrera racial.

Estamos pasando por alto virtualmente a una era entera de lanzadores abridores. Y Morris fue uno de los mejores de esa era.

Amo y aloro las estadísticas. Respeto y usualmente estoy de acuerdo con el análisis de muchos expertos estadísticos. Pero aunque los números no mienten, ellos no siempre nos dicen absolutamente todo. Hay una razón por la que managers, compañeros y contrarios valoran tanto a Morris. Y es una razón por la que James le dio tanto reconocimiento en ese momento.

Parafraseando a La Voz en el filme "Field of Dreams," Morris llegó a la distancia.

Yo solo espero que algún día, él pueda llegar hasta Cooperstown.

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