MÉXICO -- Treinta años tuvieron que pasar para que Houston volviera a ser sede del Super Bowl. Los New England Patriots llegaban por segunda vez en las últimas tres ediciones y en esta ocasión su rival serían los Carolina Panthers, equipo que probaba suerte por primera vez en el partido por el título de la NFL.
Los Patriots, de la mano de Tom Brady, y los Panthers, con Jake Delhomme en los controles, protagonizaban una dramática edición en la que finalmente los comandados por Bill Belichick se impusieron 32-29 con un gol de campo en los últimos segundos de Adam Vinatieri, tal y como sucediera ante los Rams, tras un error en la patada de salida de John Kasay.
El equipo campeón de la Conferencia Americana llegaba con la defensiva que menos puntos había permitido en la temporada y también la que consiguió más intercepciones en el año (29). De igual manera, los Patriots llegaban al Super Bowl con una racha de 14 victorias consecutivas siendo el 28 de septiembre la últimas vez que habían sufrido un descalabro (20-17 ante Washington Redskins).
A su vez los Panthers contaban con dos receptores espectaculares en las figuras de Steve Smith y Mushin Muhammad, quienes se habían combinado para 1,947 yardas y diez touchdowns, mientras que el corredor Stephen Davis, en 14 partidos, amasó 1,444 yardas y tuvo ocho visitas a las diagonales.
Durante el primer y tercer cuarto las ofensivas no lograron mover el marcador, situación completamente diferente en los otros dos al anotar los 61 puntos que se vivieron en el Super Bowl.
Tras la conexión entre Jake Delhomme y Ricky Proehl de 12 yardas para empatar el partido, el pateador John Kasay dejó en excelente posición en el emparrillado al mandar la patada de salida por las laterales permitiéndole a los Patriots armar una serie de 11 jugadas con 1:08 por jugar para que Adam Vinatiere le diera a New England su segundo trofeo Vince Lombardi.
Tom Brady, gracias a sus 354 yardas en 32 pases completos y tres pases de anotación, consiguió ser nombrado el Jugador Más Valioso del Super Bowl XXXVIII, siendo el cuarto jugador en la historia que conseguía este galardón por segunda ocasión.
Hasta el momento ningún jugador que haya disputado este Super Bowl ha logrado ingresar al Salón de la Fama.