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Se reivindica Julio César Chávez Jr.

MÉXICO -- Esta vez no hubo dudas.

Julio César Chávez Jr. derrotó convincentemente al texano Bryan Vera tras 12 asaltos en el ring del Alamodome de San Antonio, para ganar el cetro Continental Supermediano del Consejo Mundial de Boxeo y, de paso, limpiar su imagen tras una polémica victoria en septiembre pasado ante el mismo rival.

Chávez (48-1-1, 32 KOs), no pudo noquear a Vera (23-8, 14 KOs) pese a que lo dominó durante al menos nueve de los 12 asaltos, aduciendo a un problema en la mano derecha durante el décimo asalto en el que cerca estuvo de enviar a la lona al texano. Las tarjetas fueron de 114-113, 117-110 y 117-110 para el de Culiacán.

El sinaloense conectó 256 golpes por 205 del originario de Austin. Chávez boxeó en ocasiones y en otras se fajó, teniendo al borde de la caída a Vera, a quien le fue descontado un punto por empujar con el antebrazo a su victimario durante el octavo asalto.

Al final del duelo Chávez aseguró que la diferencia fue haber trabajado para pelear y no para dar el peso, y aseguró que le encantaría una revancha contra Sergio Martínez en caso de que le gane a Miguel Cotto en junio, aunque no descartó el choque ante Gennady Golovkin. Al final dedicó el triunfo a su hija y a la memoria de José Sulaimán, el fallecido ex presidente del CMB.

Chávez Jr. salió a boxear en el primer asalto, usando su mano izquierda muchas más veces de lo que lo hizo en la pelea pasada ante Vera, quien aún así trató de golpear al rostro del mexicano con su mano derecha en forma de volado.

Para el segundo asalto Vera salió mucho más activo, de pronto sorprendió a Chávez con una sólida derecha que hizo retroceder al sinaloense, quien se quejó luego de dos cabezazos de Bryan en el episodio. Al final el asalto se lo llevó el estadounidense, mucho más activo que en el primer asalto.

Chávez, en el segundo, evitó el ataque de Vera con su mano izquierda, lo mantuvo a distancia y colocó dos certeras derechas que lastimaron a su enemigo; sin embargo Vera no dio un paso atrás, colocó una buena derecha y emparejó el asalto con esa presión que se le indigestaba al sinaloense.

El mexicano y el estadounidense ensuciaron un poco la pelea en el tercero, amarraron y se empujaron hasta que el réferi les reprendió, pero fue nuevamente Chávez Jr. quien sacó la ventaja con su mano derecha en forma de volado que poco a poco hacía retroceder al local.

Con mayor confianza entró el mexicano en el quinto, buscando arrancar la cabeza de Vera con sólidos ganchos de derecha e izquierda que hicieron retroceder al texano de vez en vez, aunque nunca rehuyó al combate. Chávez se dio el lujo hasta de bromear con que estaba lastimado.

Con su mano derecha por delante nuevamente en el sexto buscó el sinaloense hacer daño, pero la presión de Vera lo obligó a llevar el duelo al terreno corto en el que el texano intentó meter sus uppers; sin embargo la pelea parecía controlada por el mexicano

Sin miedo algo y con el corazón por delante fueron al todo o nada en el séptimo, pero Chávez y su poder le dieron la ventaja en contra de Vera que se veía lastimado de vez en vez, yéndose a las cuerdas y esperando el encontronazo.

En el octavo el réferi le quitó un punto a Vera por empujar hacia abajo a Chávez Jr., quien se fue con todo a golpear las zonas blandas y a punto estuvo de enviar a la lona al de Texas, que se mantenía estoico contra las cuerdas.

Ya agotados en el noveno, Chávez y Vera lucharon en el terreno corto, el texano fue más insistente pero el castigo era mejor de parte de Chávez, quien llegó a lastimar con una derecha a su rival, mas no lo suficiente para derribarlo y exponiendo a veces demasiado, lo que abrió la puerta de la esperanza a Vera.

Ya en el décimo, Chávez aterrizó fuertes volados con ambos manos al rostro del púgil estadounidense que aguantó a pie firme el fuerte castigo del mexicano e incluso al final alcanzó a reaccionar, pero al final el mexicano seguía liderando.

Al undécimo salió Vera a echar el resto al ver que Chávez trataba de boxearlo, y cuando mejor se sintió, fue cuando peor le trató el mexicano con sólidos ganchos con ambas manos que lo dejaron con piernas flojas en el centro del ring pero no fueron lo suficientemente precisas para derribarlo.

Ya en el último, el sinaloense no arriesgó, se dedicó a jugar con la desesperación de Vera y con pocos golpes cerró sin arriesgar nada el choque para salir con la mano en todo lo alto ante miles de fanáticos en el Alamodome de San Antonio, donde se mantiene invicto en cuatro pleitos.