Rodrigo Azurmendi 10y

Memphis, el rival a evitar en el Oeste

Cada abril suele haber un equipo inesperado que llega a los playoffs atravesando su mejor momento y que termina causándole un gran dolor de cabeza a uno de los candidatos.

Los Golden State Warriors lo hicieron la temporada pasada, eliminando a los Denver Nuggets a pesar de no tener el factor cancha y disputar la postemporada como la sexta siembra.
Sin embargo, el equipo por excelencia en esta categoría suele ser Memphis Grizzlies, y parece que esta vez no será la excepción.

El equipo dirigido por el novato Dave Joerger dejó atrás un mal comienzo de temporada, que además estuvo marcado por las lesiones y algunos bajos rendimientos, y ahora se perfilan como el cuco al que nadie querrá enfrentar.

Su clasificación aún no está asegurada (en realidad nadie en el Oeste todavía confirmó su boleto), y deberán primero resistir los embates de Dallas Mavericks y Phoenix Suns, pero por cómo se vienen dando las cosas su presencia no corre demasiado peligro.

Con el triunfo del lunes, los Grizzlies ganaron ocho de sus últimos 10, y 22 de sus últimos 30, y 27 de sus últimos 36. Desde el 1 de enero solamente los San Antonio Spurs y Los Angeles Clippers han ganado tantos cotejos (29) como ellos.

Además, desde esa fecha Memphis tiene la tercera mejor defensa (98.6 puntos permitidos por cada 100 posesiones), y la mejor de la Conferencia Oeste, según la información de ESPN Stats & Info.

Mucho de eso ha coincidido con el regreso de Marc Gasol. El español se perdió 23 partidos debido a una lesión ligamentaria en su rodilla izquierda, que se produjo justamente ante los Spurs.

Los Grizzlies venían de ganar cuatro juegos al hilo en California, con victorias incluidas sobre Los Angeles Clippers y Golden State Warriors, pero sin el catalán tuvieron marca de 10-13.

Obviamente la baja del actual Jugador Defensivo del Año se sintió, ya que además de su trabajo en la pintura Gasol es el mejor pasador desde los codos en la NBA y una pieza importante del andamiaje ofensivo del conjunto.

Su vuelta a las canchas se produjo más rápido de los planeado inicialmente, y aunque el europeo ha sufrido distintas dolencias en la rodilla y el tobillo de la misma pierna, su presencia ha estabilizado la situación.

Desde entonces los Grizzlies también adquirieron al francotirador Courtney Lee (a cambio de Jerryd Bayless) y lo introdujeron a la alineación titular para darle más puntería a un perímetro conocido por su poca efectividad desde lejos. Esto relegó a Tony Allen a la banca, pero más importante aún, aseguró que Allen y Tayshaun Prince no tengan que estar en cancha al mismo tiempo.

Memphis también se ha visto beneficiado por una temporada saludable y productiva de Mike Miller (cuarto en porcentaje de triples en la liga con 45.6), y por las apariciones de Nick Calathes (para suplir la baja de Bayless) y James Johnson, quien logró hacer olvidar la lesión de Quincy Pondexter.
Pese a todo, la influencia de Gasol es vital ya que Memphis es el equipo que juega al ritmo más bajo esta temporada en la NBA.

Los ´osos´ utilizan solo 92.8 posesiones por cada 48 minutos, según ESPN Stats & Info, y eso difiere drásticamente con lo que hacen sus rivales en el Oeste, donde cinco de los seis equipos que tienen mejor récord que ellos figuran en el Top 10 en esa categoría.
Además, el español promedia 3.7 asistencias por noche, la segunda marca más alta de centros en la NBA detrás de Joakim Noah (5.0).

Gracias a esto la tropa de Joerger es un equipo más peligroso que la temporada pasada y eso es algo que no debe pasar desapercibido.

Los Grizzlies le arruinaron una temporada de ensueño a los Clippers y luego dejaron fuera de competencia a Oklahoma City Thunder.

Debido a eso, el núcleo formado por Mike Conley, y la dupla interior de Gasol y Zach Randolph, cuenta con el talento y la experiencia necesaria para dar pelea.

Esto, sumado a su historial de derribar gigantes (¿recuerdan el batacazo a Spurs en 2011?), los convierte firmemente en el equipo a evitar.

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