BALTIMORE -- Si ustedes preguntan acerca de si los Medias Rojas de Boston pueden repetir como campeones de la Serie Mundial, entonces Jonny Gomes les dirá que están haciendo la pregunta equivocada.
"No tenemos que defender nuestro título", dijo. "Nuestro título es de 2013. Eso ya quedó archivado. Ahora, jugamos en 2014. No es como el Tour de Francia, donde comenzaríamos con ventaja de 10 minutos porque fuimos primeros el año pasado".
No habrá ventajas el lunes para los Medias Rojas, que iniciarán la temporada 2014 en Baltimore contra los Orioles, el primero de 20 partidos que Boston jugará ante rivales divisionales entre el lunes y hasta el 1 de mayo. Y el hecho de que los Medias Rojas serán los que el viernes reciban sus anillos de Serie Mundial no hará que navegar por el Este de la Liga Americana sea algo más fácil esta campaña.
"Quien termine en el sótano de la división estará realmente molesto", dijo Gomes, "porque tendrán un gran equipo. Aunque seamos nosotros.
"Todos mejoraron. Todos agregaron, en toda la división. Si no añadieron peloteros, añadieron salud".
Los Yankees de Nueva York recuperaron a Mark Teixeira y a Derek Jeter, además de que gastaron medio billón en Jacoby Ellsbury, el catcher Brian McCann y el as japonés Masahiro Tanaka, quien estuvo ligeramente mejor que el cerrador de los Medias Rojas, Koji Uehara, la temporada pasada; Tanaka no perdió un juego en todo el año. Los Orioles de Baltimore añadieron al abridor Ubaldo Jiménez y al cañonero Nelson Cruz, además de que deben tener de vuelta a su estelar tercera base Manny Machado aproximadamente en mayo. Los Rays de Tampa Bay trajeron de vuelta al cerrador Grant Balfour y se aferraron al abridor David Price. Los Azulejos de Toronto tienen a un José Reyes sano.
Pero nadie añadió un componente sorpresa de la forma como lo hicieron los Medias Rojas. Se suponía que este año, el muy cacareado movimiento de juventud dominaría, con los novatos Xander Bogaerts y Jackie Bradley Jr. adueñándose de la parte media del diamante, Bogaerts en las paradas cortas y Bradley en jardín central.
Pero mientras Bogaerts, de 21 años, se convertirá en el campocorto más joven de Boston en 100 años (Everett Scott, 1914), Bradley fue superado en la carrera por la titularidad en el prado central por Grady Sizemore, quien estaba en riesgo de convertirse en un artículo de colección antes de hacer un último intento por volver y mantener activa su carrera.
A los 31 años, Sizemore ha respondido excepcionalmente bien al programa implementado por el doctor Dan Dyrek, el hombre que mantuvo en una pieza a Larry Bird lo más que se pudo, y ejecutado por el equipo médico de los Medias Rojas.
"Creo que a los cinco minutos de conocer a Dan", dijo Sizemore el día que se confirmó que se quedaba en el equipo, "él comprendía mejor que cualquier otra persona con la que había hablado todo por lo que había atravesado. Me sentí confiado de inicio".
Luego de media década de retrocesos físicos (que incluye siete cirugías) e inactividad obligatoria (él jugó un total de 104 partidos desde 2010, ninguno en los últimos dos años), Sizemore puede atreverse a soñar de nuevo. Los Medias Rojas todavía están racionando su carga de trabajo -- cinco partidos por semana, no más de tres consecutivos para iniciar -- pero la idea de que Sizemore puede recuperar la forma que lo hizo uno de los jugadores más emocionantes, incluyendo tres viajes al Juego de Estrellas antes de los 25 años, no puede desecharse tan fácilmente.
"No ha habido días donde necesite descanso", señaló Sizemore. "Todavía intentan construir algo, así que no me excedo en el trabajo. Todavía no cruzo el umbral".
¿Movimiento de juventud? Sizemore es uno de 15 peloteros que tendrá 30 o más años para el Día de la Madre, incluyendo a seis que tendrán 35 o más. La lista con más retos, cronológicamente hablando, incluye al rostro de la franquicia, David Ortiz; a ambos receptores, A.J. Pierzynski y David Ross; al cerrador Uehara; al pilar de la rotación, John Lackey; y al nuevo abridor, el zurdo Chris Capuano. Si este equipo avanza en octubre, no será porque los muchachos están bien, sino porque los veteranos confiables están listos para una batalla más.
Por supuesto, a mayor edad, mayor es el riesgo de sufrir lesiones, y los Medias Rojas experimentaron una en el último día de campamento, cuando Shane Victorino, de 33 años, sufrió un tirón en el tendón de la corva, y voló a Boston el domingo para una resonancia magnética. Hasta el momento, estaba en duda para el juego de lunes.
"Creo que la situación de Shane será uno de los retos y situaciones que nos pongan en el camino", dijo el mánager John Farrell. "No sabremos que se interpondrá ante nosotros, o los retos que enfrentaremos. Pero si permanecemos resistentes como lo hicimos el año pasado, y enfrentamos esos retos como equipo, siento que estaremos en buena posición mientras avanzamos por esta travesía en 2014".
La historia parece indicar que todo le salió bien a los Medias Rojas en 2013, pero ese difícilmente fue el caso. Ortiz no podía caminar en la primavera. En abril, Lackey bajó de la lomita sujetándose el codo producto del dolor. Los cerradores Andrew Bailey y Joel Hanrahan además del setup Andrew Miller sufrieron lesiones que pusieron fin de manera anticipada a su campaña. Ross tuvo múltiples conmociones. Clay Buchholz estuvo fuera tres meses por una lesión en el hombro. A los Medias Rojas les pasó de todo.
Y luego está Dustin Pedroia, el estelar segunda base, quien se barrió de cabeza en la primera base durante el juego de apertura en Yankee Stadium, y se rompió un ligamento en su pulgar izquierdo. Él pudo haber optado por cirugía y nadie lo habría cuestionado. Pero, en lugar de eso, cuando los médicos le dijeron que podía jugar si resistía el dolor, Pedroia jugó. Y se perdió solamente dos juegos en toda la campaña.
"Estás ahí por tus compañeros", dijo. "Si estoy aunque sea al 90 por ciento, si eso ayuda a que ganemos un partido, lo haremos. Todo mundo está ahí".
Tras someterse a cirugía en la temporada baja, Pedroia está sano de nuevo. Y se nota.
"Se siente bien", dijo. "Puedes verlo por la forma en cómo sale la pelota tras ser bateada. No tengo que intentar generar poder. Veo la pelota y la bateo. Todo está bien".
Incluso sin Ellsbury, los Medias Rojas tienen bastantes productores de carreras: Pedroia y Ortiz, de inicio; Mike Napoli, cuyo gran inicio la temporada pasada compensó la ausencia de Ortiz; Daniel Nava, Victorino cuando está sano. Sizemore es un misterio, y de cierta forma también podrían ayudar Bogaerts y Will Middlebrooks.
"Lo que Xander y Will podrían darnos en la parte baja de nuestro orden al bat, particularmente con el poder derecho que tienen ambos, no solamente daría balance a nuestra alineación, sino que también la extendería", dijo Farrell. "Es emocionante ver a peloteros jóvenes como ellos al menos comenzando la temporada en un buen lugar".
Pero el lugar donde terminen los Medias Rojas, apunta Farrell, dependerá inevitablemente de lo bien que actúe el staff de pitcheo El desarrollo más alentador de la primavera, dijo, es que ninguno de sus pitchers que tuvieron carga pesada el pasado octubre lucía desgastado durante la primavera.
Y eso iniciará con el zurdo Jon Lester, quien hará su cuarto inicio en fila en el Día de Apertura el lunes contra los Orioles.
"Fuertes desde un inicio", señaló Farrell. "Lo que era interesante observar, ya que todos nuestros pitchers trabajaron mucho el pasado otoño, era ver cómo se recuperaban físicamente, y qué tipo de material traerían.
"No han habido problemas persistentes. Bien sea [Lester], Lackey, [Jake] Peavy, Koji, Taz [Junichi Tazawa], todos y cada uno han hecho un gran trabajo en la temporada baja, desde un punto de vista físico.
"Jon ha subido a la lomita con repertorio poderoso. Su control, durante algunas salidas, ha lucido como si fuera el de mediados de temporada. Esperemos que eso continúe, y él ponga la muestra para la rotación".
El martes, los Medias Rojas visitarán la Casa Blanca, donde serán honrados por tercera vez en 10 años. El viernes, serán los señores de los anillos, una vez más. Sus camisetas leen "Voltea la P... Página". ¿Pueden hacerlo?
"Reconocemos los recordatorios del año pasado", dijo Farrell. "Debemos disfrutarlos al máximo. Pero el pasado no debe mezclarse con el presente. Hoy es nuestro enfoque primario. Ya tenemos historial con ese enfoque.
"Es el mismo mensaje, y esa es nuestra identidad. Todo es hoy, tenemos una preparación implacable y esa es la forma en cómo competimos".
¿Repetir como campeones? Los Medias Rojas estarán contentos por ganar el día de hoy. Y ver a dónde los lleva eso.