En camino a la inmortalidad

MIAMI, Florida -- El derecho dominicano Pedro Martínez obtuvo el lunes su victoria 200, convirtiéndose en el cuarto lanzador latinoamericano que ingresa al prestigioso círculo en las Grandes Ligas.

Martínez, de los Mets de Nueva York, permitió tres carreras y abanicó siete bateadores en 6.2 entradas a los Bravos de Atlanta en Shea Stadium de Queens. Nueva York ganó 4-3.

El nicaragüense Dennis Martínez, con 245 triunfos, es el latino que más juegos ha ganados en las Ligas Mayores.

El dominicano Juan Marichal (243) y el cubano Luis Tiant (223) son los otros dos que consiguieron la hazaña.

A pesar de ser el último integrante del "Club 200", Martínez, de 34 años, ha sido el más efectivo de sus miembros y va acumulando estadísticas para ser considerado cuando se retire como el mejor lanzador latino de todos los tiempos.

Martínez consiguió el triunfo 200 con 284 decisiones y 355 aperturas en su carrera.

El porcentaje de .700 en ganados y perdidos de Martínez (200-84) es el mejor, no solamente entre los latinoamericanos, sino entre todos los lanzadores con más de 200 victorias de todos los tiempos.

Desde hace un par de años, Martínez encabeza a los lanzadores hispanos en ponches (2,878) y con 122 más se convertirá en el decimocuarto que alcanza los tres mil en la historia del béisbol.

Martínez es el único de su raza que ha conquistado más de una vez el prestigioso premio Cy Young.

Martínez ganó el trofeo en 1997 en la Liga Nacional y luego dos veces en la Liga Americana (1999 y 2000). Ni Dennis Martínez, Marichal o Tiant consiguieron la distinción durante sus respectivas carreras.

En lo que se refiere a efectividad, Pedro Martínez (2.72) es el único hispano que aparece entre los primeros 100 lanzadores de las Grandes Ligas que trabajaron al menos mil entradas y tuvieron más de 100 decisiones.

Marichal (2.89), Tiant (3.30) y Dennis Martínez (3.70) se ubican a la zaga de "Pedro El Grande" en ese renglón.

Marichal, el único pitcher latino en el Salón de la Fama de Cooperstown, es aceptado como el mejor entre los hispanos.

Marichal no solamente tuvo una impresionante marca de ganados y perdidos (243-142, .631) sino que además completó 244 de sus 457 aperturas y sus 52 blanqueadas son la decimooctava mayor cantidad de la historia.

Marichal tuvo seis temporadas de 20 o más victorias, incluyendo 26 en 1968, la temporada más gloriosa que ha tenido el pitcheo. También lanzó 3,507 entradas (casi mil más que las que tiene Martínez actualmente).

Martínez ha ganado 20 partidos en dos ocasiones, incluyendo 23 en 1999, cuando tuvo una de las actuaciones más impresionantes de cualquier lanzador.

Ese año Martínez ganó la triple corona del pitcheo de la Liga Americana con marca de 23-4, efectividad de 2.07 y 313 ponches en 213 entradas. Además de conquistar su segundo Cy Young, quedó segundo del receptor puertorriqueño Iván Rodríguez en la batalla por el premio Jugador Más Valioso.

Mientras Marichal lanzó en una era dorada para las lanzadores, Martínez ha dominado a su antojo una era de bateadores, que se han aprovechado de estadios más pequeños, mejores ejercicios y una gran cantidad de suplementos y "vitaminas".

En sus 16 años en las Grandes Ligas, de 1960 a 1975, Marichal tuvo efectividad de 2.89, mientras la Liga Nacional registraba 3.52, una diferencia de 0.63 a favor del dominicano.

En sus 15 años (1992-2006) Martínez (2.72) tiene una diferencia de 1.72 carreras limpias menos que el resto de sus colegas (4.50) de las Grandes Ligas.

Un último dato que ayuda a comprender más la diferencia de haber lanzado entre las décadas de los sesenta y setenta y otro que haya jugado entre los ochenta y la actualidad.

Durante toda la carrera de Marichal, solamente un jugador de su liga (Nacional) pegó 50 cuadrangulares en una temporada. El jardinero Willie Mays, compañero de Marichal en San Francisco, despachó 52 tetrabases en 1965.

Martínez debutó en 1992 y cinco años después arrancaron los partidos interligas. Desde entonces, 18 veces algún bateador ha pegado 50 jonrones, seis veces hubo alguno con más de 60 y dos veces se quebró la barrera de los 70.