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Con todo por Hugo

Hugo apunta a ganar la Copa Oro Mexsport

GUADALAJARA -- A unos días de que la Federación Mexicana de Futbol, a través de su Consejo de Dueños dé a conocer el nombre del entrenador nacional, Diego Mercado Marín, el descubridor de Hugo Sánchez, advierte que deben ser cuidadosos porque una decisión que afecte a la afición mexicana "puede generar violencia".

La fecha está marcada: el 16 de noviembre próximo, en Pachuca, Hidalgo, el presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Justino Compeán anunciará el nombre del elegido, entre Hugo Sánchez y Américo Gallego como técnicos finalistas.

-Y si el 16 de noviembre los directivos nombran a otra persona que no sea Hugo, ¿qué puede pasar?
-No sé qué pase, pero si va a haber una reacción muy violenta de toda la gente. No se aceptará a otro técnico. El aficionado mexicano espera el nombramiento de Hugo y si no es así, tendrá una reacción muy violenta.

En el jardín de su casa, ubicada en el sur de Guadalajara, la capital de Jalisco, el descubridor de Hugo Sánchez observa que pasan los meses sin que se decidan y lo único que ha ocurrido es que "hemos estado perdiendo lamentablemente el tiempo".

El país entero, dice "está esperando que nombren a Hugo. Nadie se puede sustraer al interés de los mexicanos. Ojalá le hagan caso a la gente, que está pidiendo la presencia de Hugo en el equipo nacional.

Hugo la puede llevar al triunfo, al nivel que no hemos podido llegar", explica enfático un Diego Mercado, quien conoce desde hace 34 años la mentalidad de triunfo que tiene el actual entrenador del Necaxa.

Cuando se busca a un entrenador de un equipo, dice, "hay que elegir bien entre todos los candidatos". Pero para nombrar al técnico de la selección, como en este caso, "no hay mucho que pensar, no hay que perder el tiempo. El país lo tiene claro: Hugo es el único candidato. No hay nada que analizar de su carrera. Todo mundo sabemos lo que hizo como jugador y como entrenador".

Y remata: "Para acabar pronto: Hugo reúne todas las condiciones para ser el entrenador de la selección mexicana, no sólo futbolísticas, deportivas, sentimentales, anímicas, sino también mercadotécnicas. Es una mina de oro para la los directivos. Y es la decisión que estamos esperando cien millones de mexicanos".

Según Diego Mercado, "en personalidad, mentalidad, motivación y marketing, nadie es mejor que Hugo".

Un amigo le habló de Chicago para informarles que están organizando cadenas de oración "para que Dios ilumine a los directivos" a la hora de elegir al entrenador para que sea Hugo Sánchez.

-¿Usted también le pide a Dios que ilumine a los directivos?
-Yo se lo pido a cada momento, pero no para mi beneficio, sino para el bien del futbol mexicano. Yo mismo se lo he dicho: "Mira, Hugo: yo te quiero mucho, muchísimo, pero quiero más al futbol mexicano". Si él no fuera la mejor opción, yo mismo lo diría. Pero en este momento, Hugo no sólo es la mejor opción. Es la única. No sé qué esperan los directivos para nombrarlo. El país entero está esperando que ya tomen la decisión.

UNA HISTORIA COMÚN

La historia de Diego Mercado y Hugo Sánchez comenzó en 1972, cuando un joven de 14 años llegó al, Comité Olímpico Mexicano a pedir una oportunidad para integrarse a la selección mexicana que se preparaba para las Olimpiadas de Montreal 1976.

"Entre cientos de niños y jóvenes que iban a probarse, Hugo fue el único aprobado desde el primer entrenamiento", recuerda Mercado.
Ese día le dijo "te vas a tu casa" y cuando Hugo lo miró con una mezcla de tristeza y coraje, le aclaró: "Vas a tu casa a recoger ropa porque a partir de hoy eres integrante de la selección mexicana". Entonces el adolescente soltó en llanto.

A partir de ahí, Hugo Sánchez tiene en Diego Mercado a "mi guía, mi maestro y mi padre deportivo", como escribe en una foto con dedicatoria que se encuentra en la casa del veterano entrenador, en Guadalajara, Jalisco.

Cuando Hugo llegó a la selección nacional, Diego Mercado vivió junto con él el dolor de la separación de sus padres. "De hecho yo conocí primero a su papá, que tenía un taller mecánico a donde llevaba yo a reparar mi auto. Su papá me dijo que tenía tres hijos que jugaban bien al futbol (Horacio, Héctor y Hugo) y que el mejor de todos era el más pequeño. Le dije que me los mandara. Su hermano Horacio llegó a los Juegos Olímpicos de Munich 1972. Y Hugo llegó a los de Montreal 1976", recuerda.

Afectado por la separación de sus padres, Diego Mercado se transformó en entrenador y tutor. "A partir de ahí me tocó ser su consejero en todos sentidos, en el deportivo y en el humano. Para ningún joven de esa edad (14 años) es fácil ver a sus padres separados. A cualquier chamaco le afecta que su papá y su mamá no estén unidos, pero con una buena orientación pueden salir de esa situación".

Desde el principio, explica Mercado, a pesar de las condiciones que vivía, "Hugo demostró ser un joven ambicioso, triunfador, con una gran mentalidad para sortear los obstáculos que la vida le ponía".
Tuvo una gran virtud: "Saber resolver todos los aspectos de su vida". Y lo hizo con discreción y generosidad.

"Puedo decir sin falso orgullo que yo soy la persona que mejor conoce a Hugo en esta vida", precisa, para remontarse a 1972, cuando "conocí a un joven ambicioso, resuelto y determinado", que hoy es parte de la historia del futbol mexicano.

Prueba de su determinación fue la promesa que le hizo a Diego Mercado cuando el joven Hugo apenas había cumplido 15 años: "Me dijo: señor Mercado, yo voy a ser el mejor futbolista de México. Le dije: qué bueno que tengas ese objetivo y si trabajas con decisión lo puedes lograr".

Hugo terminó siendo "el jugador más notable de la selección olímpica y mire que tuvimos muchos buenos jugadores" como José Luis Trejo, Mario Carrillo, Manuel Manzo, Leonardo Cuéllar, Víctor Rangel, José Luis Caballero o Jesús Rico.

Otra anécdota que lo pinta de cuerpo entero fue cuando le pidió permiso para entrenar después de las prácticas. "No te doy permiso", le dijo un serio Diego Mercado. Hugo abrió los ojos completamente. Y antes de cualquier otra cosa, le aclaró: "No sólo te doy permiso. Te recomiendo que lo hagas siempre. Y Hugo lo hizo toda su carrera".

Hoy, dice Mercado con sobrado orgullo, "puedo decirle sin falsa modestia que Hugo es le mejor jugador que ha tenido México en su historia".

Cumplido ese ciclo de jugador, ahora Hugo perfila para llegar a la selección nacional como entrenador. Algunos lo llaman simplemente "un buen motivador". Pero Diego Mercado, el que lo conoce mejor que nadie, tiene otra impresión: "Lo he visto trabajar y es un gran entrenador. Ya lo demostró con Pumas al ganar el bicampeonato. Hugo inculca en sus jugadores mentalidad de triunfo, pero también sabe decirles cómo jugar".

Por eso Diego Mercado no se explica la tardanza en dar a conocer el nombre de Hugo como nuevo entrenador nacional. "No perdamos más tiempo", recomienda. "Tenemos todas las condiciones para triunfar internacionalmente. Con Hugo podemos llegar a ser campeones del mundo. No es un sueño de opio. Lo digo porque conozco perfectamente al futbol de México desde hace más de 50 años. Y conozco también a Hugo".

Pero al momento de decir, teme que los directivos se equivoquen otra vez: "Por errores de nuestros directivos no hemos podido llegar a la altura que merecemos. Con Ricardo LaVolpe se equivocaron cuatro años y ahí están los resultados".

Diego Mercado, como Director de la Escuela Nacional de Entrenadores, le firmó el título a Ricardo LaVolpe. Y como "padre deportivo" formó a Hugo Sánchez como entrenador.

-¿Quién es mejor de los dos?
-En sentimiento, en determinación, en mentalidad, en marketing, en todo, Hugo es mejor que LaVolpe- dice contundente.

Pero aclara: "Hugo es una persona a la que quiero mucho. La gente que no lo conoce ignora el gran ser humano que hay detrás. Es un hombre generoso con todos los que lo rodeamos. En mi caso, me quiere, me respeta, me tiene en un lugar muy especial en su corazón. Delante de todos me distingue con su cariño".

Pero hace suya la frase de que "amor no quita conocimiento" y aclara que si Hugo no fuera en este momento el ideal para dirigir a la selección, "yo sería el primero en decirlo".

Pero todo el país está de acuerdo "en que la mejor opción actual es poner a Hugo en la selección".

Acepta que a Hugo "lo admiro como futbolista y como ser humano. Lo quiero como a un hijo. A quienes más quiero en la vida es a mis hijos. Y Hugo es otro de mis hijos, no biológico, sino hijo deportivo. Por eso es una alegría muy grande sentir la forma en que me trata y me quiere".

En las paredes de su casa, hay innumerable cantidad de fotos dedicadas por Hugo "a mi maestro, mi guía, mi orientador, mi padre deportivo" o hasta "mi padre", a secas.

Desde hace 34 años formaron una dupla sólida, una amistad "que será para toda la vida", reconoce Diego Mercado.