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El proceso no terminó, recién empieza...

ROMA -- Un tribunal de Nápoles (sur) envió el viernes a juicio a 25 personas, entre ellas el ex director general de Juventus, Luciano Moggi, y los presidentes de Fiorentina y Lazio, a raíz de una nueva investigación del llamado caso Calciopoli, el sistema de corrupción en el calcio que se descubrió hace dos años.

En el nuevo proceso, que comenzará el 20 de enero de 2009, se juzgarán las presuntas irregularidades en unos 15 partidos del campeonato de la Serie A en la temporada 2004-2005, incluido el empate 0-0 entre Juventus y AC Milan.

Entre los investigados se encontraban unas 40 personas, la mayoría personas ya juzgadas y castigadas por la justicia deportiva en el anterior proceso Calciopoli, como el ex director general del Juventus, Luciano Moggi, o el presidente de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), Franco Carraro, y once árbitros.

De estas, sólo 26 se enfrentarán a un nuevo juicio, pues el Tribunal desestimó las acusaciones de, por ejemplo, de Carraro y del ex secretario de la FIGC, Francesco Ghirelli.

Entre los imputados, que están acusados de asociación criminal y fraude deportivo, también se encuentran Andrea Della Valle y Diego Della Valle, presidente y propietario respectivamente del Fiorentina, y los presidentes del Lazio, Claudio Lotito, y del Reggina, Pasquale Foti.

Entre otros también están acusados el ex director general del Messina, Mariano Fabiani; los árbitros Antonio Dattilo, Paolo Bergamo, Massimo De Santis, Pierluigi Pairetto, y el linier Marcello Ambrosino.

Hace dos años, por el escándalo del fraude en el mundo de fútbol, Juventus fue penalizado por la justicia deportiva con el descenso a la Serie B y 9 puntos de penalización y la retirada de dos títulos ligueros.

El Milan, además de perder unos puntos que le llevaron de la segunda a la cuarta plaza liguera en 2005-06, sufrió una penalización final de 8 puntos; Fiorentina de 15; Reggina de 11; y Lazio de 3.

Las acusaciones en este proceso son las mismas que llevaron al fútbol italiano a vivir el peor momento de su historia, es decir la creación de una cúpula formada por representantes de la Federación, dirigentes de clubes y árbitros, encabezada por Moggi, que se encargaba de dirigir la marcha del campeonato.

La investigación ha sido realizada por los fiscales Filippo Beatrice y Giuseppe Narducci, que han usado para sus acusaciones las escuchas telefónicas entre Moggi y otros protagonistas del calcio.