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El Plan Stark

CLEARWATER, Florida -- Estuve con un experimentado hombre de béisbol esta semana, observando lo que pasa estos días como entrenamiento primaveral de béisbol tipo "¿Quién ese número 94?". Nuestra conversación cambió al Clásico Mundial de Béisbol.

Es un evento que ambos amamos. Una pena que a veces nos sentimos como los únicos en Estados Unidos que lo aman.

"La idea es buenísima", dijo. "De la manera que lo están haciendo no lo es".

Apuesto a que he tenido esa conversación con 50 personas esta primavera. Cada uno de nosotros quiere abrazar todo lo que hay que abrazar del WBC. Pero no podemos.

Y todas las razones por las que no podemos se suman en una palabra:

El tiempo.

El tiempo es todo en la vida, ¿cierto? Pero en el WBC, el tiempo está minando todo -- todo lo que es bueno sobre este evento, en resumidas cuentas.

Bud Selig me dijo recientemente que marzo es "el único momento" para jugar el WBC. Estoy en desacuerdo, respetuosamente.

Ambos queremos que este torneo sea la hora más fina y globalmente perfecta. Pero hay tres razones por la cual no creo que pueda suceder jamás mientras la extravagancia se juegue en marzo.

1. Los mejores jugadores no están jugando. O si lo están, muchos de ellos no están listos para las demandas de jugarlo. ¿Dónde está Josh Beckett? ¿Dónde está Roy Halladay? ¿Dónde están Brad Lidge y Joe Nathan? ¿Cuán incorrecto es que Venezuela se encamine a la roda semifinal sin Johan Santana? Y por más emocionante que la sorpresiva victoria de Holanda haya sido, me es difícil pensar que hubiese ocurrido si Carlos Mármol tuviese su condición real en el undécimo inning, opuesto a su condición de segunda semana de marzo.
sports.espn.go.com/mlb
2. El WBC es un crimen contra el entrenamiento primaveral. Un crimen, Una felonía. No hay ningún momento más especial, que más llene el espíritu en el año beisbolero que el entrenamiento primaveral -- pero no este. Cuando Ramón Castro está de cuarto bate para los Mets y los Medias Rojas presentan alineaciones en la carretera que les avergonzaría colocar en Pawtucket, no es entrenamiento primaveral. Es fraude al consumidor. Pero eso no es todo. El entrenamiento primaveral se supone sea un tiempo para construir el equipo.

Pero cuando los jugadores dejan sus equipos por semanas (seis, en el caso de los jugadores japoneses, los equipos que dejan atrás sienten que lo que hacen es matar el tiempo, esperando que regrese el verdadero equipo. No pueden decir eso en público, por supuesto, o serían azotados por las autoridades pertinentes. Pero he escuchado ese sentimiento en un campo tras otro esta primavera. Mientras, nadie sabe que hacer de lo que han visto en esta primavera. Es una locura.

3. Finalmente, ¿qué pasó a los norteamericanos que deben amar el WBC más que todos? No están pendientes. Eso es. No los suficientes, como quiera. O han estado demasiado preocupados figurando la diferencia de puntos entre Wake Forest y Cleveland State, o los que están pendientes del béisbol están más enfocados en sus equipos. Se comprende, también. ¿Por qué a los fanáticos de los Yankees les importa más quién será su jardinero central que el cerrador del equipo de EEUU? Claro, es posible que les importen ambas cosas, creo. Pero, ¿por qué el béisbol está tan enfocado en competir contra si mismo? ¿Qué sentido de negocios tiene eso?

Bueno, por suerte para Bud Selig y todos los poderes del WBC, tengo un plan,
Se que es un pronunciamiento que ha sabido inspirar terror entre los propios miembros de mi familia. Pero esta vez, tengo en realidad un buen plan.

Quiero que este evento sea todo lo que debe ser. Quiero ver a Roy Halladay en duelo con Johan Santana, con Josh Hamilton al bate, Ryan Howard en el círculo de espera y Jonathan Papelbon calentando en el bullpen.

Puedo arreglar casi todo lo que está mal con el WBC, de la manera en que está constituido. Y creo que puedo garantizar, con el cien por cien de seguridad, que funcionará.
¿Y cómo lo se? Porque se lo he contado a docenas de personas en esta primavera – jugadores, entrenadores, dirigentes, gerentes generales, personal de la oficina administrativa, fanáticos e inclusive un par de meseros que cometieron el error de entablar conversación conmigo.

A ellos les encanta. A todos y cada uno de ellos. Sería muy difícil tener un por ciento de aprobación más alto si anunciara "reglaré dinero a cada uno de los que lea mis columnas por los próximos meses".

Pero antes de presentarles el Plan Stark, permítame presentarles otras tres ideas del WBC que he escuchado y que al menos le pondrá a pensar.

Plan A: La extravagancia de la semana Todos Estrellas

He escuchado esta propuesta de parte del siempre incisivo Buck Martínez, quien dirigió el equipo de EEUU en el Clásico del 2006. Aquí está su idea:

Elimine el juego de All Stars cada cuatro años y juegue el Clásico completo durante lo que sería de otra manera la semana All Star en julio.

Quiero que este evento sea todo lo que debe ser. Quiero ver a Roy Halladay en un duelo con Johan Santana, con Josh Hamilton en el plato, Ryan Howard en el redondel de espera y Jonathan Papelbon calentando en el bullpen.

Las sedes serían tres metrópolis con dos parque de pelota -- Nueva York, Chicago y Los Ángeles/Anaheim. Ningún día de asueto entre cada ronda para los equipos que estén aún con vida. Termine el torneo en una semana en julio. Y presente las finales el domingo, en hora pico, cuando no haya otro evento deportivo en EEUU que compita. Pero, sobre todo, haga este evento cuando los "jugadores estén listos", dijo Martínez.

"En julio los jugadores están preparados", dijo. "Los jugadores están en condiciones óptimas, de manera que tendría un inicio por juego y ya. Y le otorga el resto del béisbol unas vacaciones en la mitad de verano. Creo que sería algo grande para el béisbol.

"Entonces todos están en condición. Nadie está preocupado. Entonces tendría a los Roy Halladays, los Brandon Webbs, los John Lesters y los Josh Becketts. Pero si lo hace en marzo, entiendo por qué no lo harían".

Cuál es el argumento en contra: Excelente idea, Pero hay dos razones por el cual los dueños de equipos lo obstaculizarían: (1) ningún interés en abandonar la tradición al no celebrar el juego All Star y (2) forzar a la mitad de los equipos a perder un fin de semana de taquillas en julio. Para mí los positivos son unánimes sobre los negativos. Pero sería difícil venderlo.

Plan B: El ganador de la Serie Mundial se enfrenta al resto del mundo

La idea fue flotada por un dirigente que prefiere mantenerse en el anonimato:

Agarre el equipo que gane la Serie Mundial y enfréntelo a los mejores equipos del mundo. Sería divertido verlo, pero es un plan con muchos problemas.

Cuál es el argumento en contra: De una parte, no sería una verdadera Copa Mundial de Béisbol, que es el punto principal del WBC. Además, el problema principal con cualquier versión de este evento es que los jugadores de equipos que no están en playoffs no estarían en forma, y los que jugaron en la post temporada estarían agotados. Aparte de eso, asuma que los Mets ganen la Serie Mundial. ¿Lanzaría Santana contra Venezuela? Estaría amenazando con un incidente internacional. Así que la mejor idea, que es la que a los jugadores les encanta, es que el ganador de la Serie Mundial juegue contra el ganador de la Serie en Japón algún año. Uno de estos siglos…

Plan C: La vida imita el Pro Bowl

Nuestra propuesta final viene del siempre imaginativo asistente especial de los Bravos Jim Fregosi.

Su idea:

Juegue las semifinales y finales en octubre, entre los Campeonatos de Liga y la Serie Mundial.

"¿Qué es lo que la NFL está haciendo con el Pro Bowl? Jugándolo la semana antes del Súper Bowl (el año que viene)", dijo Fregosi. "Eso es lo que el béisbol debe hacer con el WBC."


Cuál es el argumento en contra: Un problema mayor es que limitaría el número potencial de participantes, debido a que jugadores en los cuatro equipos de las series de campeonato no serían elegibles, obviamente. Ahora, su primera reacción sería: eso aún deja suficientes jugadores para que participen. Deténgase ahí. Imagínese que Ichiro Suzuki no fuera elegible para participar por Japón, por ejemplo. Graaaaan Problema. El otro punto es: el itinerario en octubre está muy apretado. Si algo, el béisbol necesita liberarlo. Sin embargo, es una idea interesante.

Pero no tan interesante como el universalmente aclamado Plan D (ta-taaaaaa)…

El Plan Stark

He aquí como haríamos más dinámico si estuviese a cargo:

Etapa Uno: Tomaría los ocho equipos que perdieron en la primera ronda de este año y los englobaría en una dramática ronda de juego consistente de dos rondas de cuatro equipos en una serie todos contra todos. Solamente los dos ganadores avanzarían. Los demás se irían a casa y averiguarían en qué sitio en su televisor puede encontrar el MLB Netwoerk. Votaría por hacer esa ronda clasificatoria inmediatamente después de la temporada, pero soy flexible. ¿Quiere jugar en octubre? ¿Noviembre? ¿Febrero? ¿Marzo? Como mejor les convenga, no me interesa.

Etapa dos: Bueno, ahora nos quedan 10 equipos. En vez de sacar a los jugadores de sus entrenamientos primaverales por semanas, el Plan Stark interrumpe las festividades de primavera por sólo una semana. Usaríamos esa semana para jugar dos rondas todos contra todos de 5 equipos y llegar a los Cuatro Finales.

Etapa tres: La Gran Final -- ¿Así que cuándo decidiríamos el campeón mundial de béisbol? En julio, en el mejor momento de todos. Traería los cuatro equipos finalistas a la sede del All Star Game. Entonces tendríamos la más grande semana de béisbol jamás. Sería algo así:

• Torneo de Cuadrangulares el lunes.

• All Star Game el martes.

• Semifinales del WBC el miércoles.

• Finales del WBC el jueves.

¿Cuán divertido sería eso? Usted literalmente presentaría los más grandes jugadores de la tierra ahí afuera por cuatro noches en ristra. Usted tendría una espectacular noche de béisbol tras otra. No habría ningún otro evento deportivo importante en el calendario de nadie – a menos que la Liga Babe Ruth de Pepito llegue a los playoffs o algo así.

Si el WBC no tiene más televidentes que cualquier otro show en la televisión de julio, desde el RBC Canadien Open al episodio final de "Project Runaway", el WBC es una causa perdida.

Le presente mi ingenioso plan al vicepresidente senior de MLB Paul Archey, el arquitecto principal del WBC. De hecho tuvo muchas cosas buenas para decir de esta.

Pero también acordamos que el principal problema con esta idea es" Este no es sólo un evento de Estados Unidos", dijo Archey.

Es cierto, si mira alrededor, el WBC está alcanzando índices de audiencia fuera de este mundo alrededor del planeta. Está haciendo todo lo que fue diseñad o a hacer, y quizás más, en aumentar la popularidad global del béisbol. Así que si "juzga este torneo por lo que sucede en Estados Unidos", asegura Archey, "probablemente no es el barómetro correcto".

Y está correcto. Pero aquí está el argumento contrario: Si el WBC fuera verdaderamente lo que debe ser, todo lo que debe ser, debemos buscar la manera de que los que aman el béisbol en Estados Unidos sean arrastrado en ello. Y seamos realistas. Eso no puede suceder en marzo. Demasiadas bolas de baloncesto rebotando en la parte de atrás de nuestra cabeza.

Pero como Archey señaló, hay otras complicaciones con el Plan Stark también.

¿Pueden los japoneses, coreanos y cubanos acordar congelar sus temporadas a tiempo en julio y volar a la sede del All Star Game? Probablemente no. ¿Y qué si todos quieren celebrar las semifinales y finales en Japón un año? ¿Entonces qué?

Dos puntos importantes. Pero he aquí mi respuesta. Esos países suspenden sus temporadas -- por dos semanas -- para las Olimpiadas, ¿correcto? ¿Por qué no acuerdan hacer lo mismo -- por algunos días -- para el WBC?

Y si en algún momento acordamos un sistema de rotación para que las finales sean en Asia, digamos, una vez cada cuatro torneos, estamos hablando de una ocasión cada 16 años. Así que podemos solucionar ese escenario cuando venga el momento.

Pero primero tenemos que subir a bordo al Viejo Tío Sam. Y el Plan Stark es el boleto para hacerlo.

¿Quiere darle vueltas a mi plan de una u otra manera, o de todas? Estoy abierto a sugerencias. ¿Quiere que los dos últimos equipos jueguen en julio? Seguro. ¿Quiere traer ocho equipos en vez de cuatro y jugar todo el fin de semana? Funciona para mí. ¿Quiere cambiar las rondas preliminares? Escucho a todos.

Pero al final, esto es lo que quiero que pase:

Quiero que este evento sea todo lo que debe ser. Quiero ver a Roy Halladay en duelo con Johan Santana, con Josh Hamilton al bate, Ryan Howard en el círculo de espera y Jonathan Papelbon calentando en el bullpen.

Quiero que la noche de la final de la WBC sea la versión del béisbol del Súper Domingo. Quiero que sea una de las noches más monumentales en el calendario de deportes completo.

Y quiero que el entrenamiento primaveral se sienta como entrenamiento primaveral de nuevo -- no un susurro para el WBC.

Esto puede suceder. Esto tiene que suceder. Y todo lo que tiene que hacer mi deporte favorito para que suceda es acoger las tres palabras mágicas "El Plan Star". Es más, si lo adaptan, no voy a cobrar mis honorarios acostumbrados.

Jason Stark es escritor senior de ESPN.com.