BUENOS AIRES -- Se lo escucha cansado, saturado. El guerrero tucumano José María Núñez Piossek, que disputó con Los Pumas el Mundial de Australia 2003 pero se quedó sin la RWC 2007 a último momento por una lesión, está al borde, ahí nomás, de decirle basta de todo al rugby. Su cabeza se lo pide a gritos, pero su corazón, sin embargo, no decretó el game over y, bombeando a full, le transmite a todo su cuerpo que todavía hay resto para una corrida más.
La última experiencia internacional del wing de 32 años fue en el Glasgow Warriors escocés -allí juega Bernardo Stortoni-, club en el que aterrizó en septiembre de 2008 luego de disputar su último partido con Los Pumas en Sudáfrica (debutó en 2001 ante Uruguay). Pero en su nuevo hogar no tuvo demasiados minutos en cancha y, en junio de este año, cuando finalizó la Magners League, decidió pegar la vuelta a su querida tierra naranja para decidir qué hacer con su vida rugbística. "Cuando dejé Escocia me llamaron de varios lados, pero la verdad es que no me sentía entero como para afrontar una nueva temporada. Y eso fue lo que le dije al técnico de los Warriors, Sean Lineen. Sinceramente, me encantaría estar en el precalentamiento de los viernes y entrar a jugar, pero para llegar a ese punto hay que entrenarse toda la semana, mirar videos, escuchar charlas... y ya me cansé; no estaba para una pretemporada. Ya soy un viejo mañero -risas-", le confiesa a Scrum.com, dejando a las claras que está más cerca del jean y la camisa que de los pantaloncitos cortos y los botines.
-¿Qué estás haciendo en Tucumán?
-Trabajo en el campo y jugué un par de partidos en Huirapuca, pero me golpeé el hombre. Y después me fui a esquiar y me golpeé más -carcajadas-. Ahora estoy en plena recuperación, aunque la semana que viene ya comienzo a entrenar.
-¿O sea que cero deporte?
-¿Cómo? No, no, soy un crack del golf -risas-.
-¿Sos el Tiger Woods tucumano?
-Todavía estoy un poco lejos del morocho, pero no ando nada mal. En los últimos tres fines de semana salí campeón de mi categoría las tres veces.
-¿Entonces se puede decir que tu carrera como rugbier profesional está terminada?
-No sé. El head coach de los Warriors me dijo que me necesitaría para cubrir las bajas que tendrá el equipo en la ventana internacional de noviembre y en el Seis Naciones del año que viene...
-¿Pegarías la vuelta?
-Veremos. Capaz piro, capaz no. Pero la realidad es que tengo pocas ganas. Seguramente cuando veas los partidos con el frío y los estadios llenos me va a picar el bichito, pero tengo claro el esfuerzo que hay que hacer para llegar hasta ahí. Pienso en los dos extremos, y hoy me tira más quedarme con los míos y hacer una vida tranquii.