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Los jugadores que conozco del draft, ¿cómo será su futuro en la NFL?

Ningún jugador de Texas salió reclutado, ni siquiera el defensivo líder de la Big 12, Jackson Jeffcoat. AP

BRISTOL -- Por primera vez en 76 años un jugador de la Universidad de Texas no fue seleccionado en el draft de la NFL. La racha más larga en la historia de la NCAA llegó su fin. Ya desahogado de este trago amargo, a continuación mis reflexiones sobre el draft que culminó el pasado fin de semana.

Año tras año prefiero escribir sobre los jugadores que conozco. Es decir, aquellos que vi jugar en persona en el estadio, o aquellos que vi jugar en muchas ocasiones. Siempre me ha parecido arrogante dar calificaciones a equipos con base en la producción en el fútbol americano universitario de los jugadores seleccionados. Como se podrán percatar en mi nota de la semana anterior, en la que comparé mis comentarios del draft de 2010 con la producción real que tuvieron los jugadores que analicé en ese entonces, no soy "pitoniso". Tampoco lo fue el legendario miembro del Salón de la Fama, Bill Walsh (QEPD), quien por ejemplo erró en el draft de 2000 al seleccionar a Giovanni Carmazzi en lugar de Tom Brady, y a eso se dedicaba.

A rasgos generales, no hubo grandes sorpresas con la excepción de la selección de Blake Bortles por Jacksonville. Gus Bradley y la directiva juraron y perjuraron que Bortles era el jugador que querían. En 2011, un grupo diferente de los Jaguares decidió que Blaine Gabert, con las mismas características físicas y antecedentes de Bortles, era su jugador. Una diferencia entre Gabbert y Bortles es que este último pasó cuatro años en la universidad, el primero de ellos como redshirt, término que se usa para designar a jugadores que están en un equipo colegial, pero que al no jugar, no usan un año de elegibilidad. Ambos fueron titulares tres años, pero Bortles tiene quizás un poco más de madurez física y mental que la que tuvo Gabbert en 2011.

Houston seleccionó a Jadeveon Clowney con la primera selección global. De acuerdo a muchas personas que analizaron a todos los prospectos, Khalil Mack era el mejor ala defensiva del draft, pero no tiene el potencial para mejorar de Clowney basado en su increíble capacidad atlética. Su coordinador defensivo será Romeo Crennel, gran amigo mío, reconocido como una de las mejores mentes defensivas en la NFL. Su entrenador de posición será Mike Vrabel, ex de los Patriotas quien fue un jugador que rindió más allá de sus facultades físicas. Será interesante seguir el desarrollo de Clowney los próximos cuatro años.

Greg Robinson de Auburn fue el segundo jugador seleccionado en la primera ronda. En San Luis esperan el regreso de Jake Long como tackle izquierdo titular. Como escribí la semana pasada, parece que por fin Sam Bradford tendrá buena protección y una variedad de armas a su alrededor.

Ya entrando en materia, estos son algunos de los jugadores que conozco en este draft.

Johnny Manziel, Texas A&M. Tengo que empezar con Johnny Football a pesar de que fue jugador de la otra universidad estatal de Texas. Johnny creció como fan de los Cuernos Largos de Texas quienes lo reclutaron, pero como safety. Es una de las dos razones por las cuales Mack Brown fue despedido de Texas: el no haber firmado ni a RGIII ni a Manziel cuando ambos querían jugar para él. La otra la conocerán más adelante. Como fan de UT, Manziel idolatró y emuló a Vince Young. Los estilos de jugar son muy similares aunque estuvieron en esquemas diferentes. Young manejó a la perfección la optativa en zona ("zone read") mientras que Manziel jugó en la ofensiva "spread" (abierta). Ambos jugaron principalmente de la formación escopeta y se distinguieron por su capacidad de improvisar y realizar jugadas espectaculares. El rasgo común más importante fue la cualidad intangible de encontrar la manera de ganar partidos. La gran diferencia es que Vince Young era un atleta superdotado quien desdeñó el estudio y la preparación mental que requiere la NFL, mientras que Manziel, siendo un buen atleta, tuvo que esmerarse para primero ganarse el puesto de titular y segundo, para enfrentar a las mejores defensivas en el colegial. A Young no se le considera un jugador brillante ni estudioso. Creo que lo último ya cambió. Manziel, por su parte, es sumamente inteligente. Su calificación en el examen Wonderlic fue de 32. Otro factor diferente fue que Young fue el tercer jugador seleccionado en el draft de 2006, mientras que Manziel terminó siendo el vigésimo segundo. Manziel no tendrá la presión que tuvo Young y tiene la motivación de probar que merece estar en la NFL. Su físico es similar al de Drew Brees. Lo confieso, soy fan de Johnny Manziel a pesar de que es Aggie, y le auguro éxito en la NFL siempre y cuando sepa comportarse como profesional dentro y fuera del terreno de juego.

Justin Gilbert, Oklahoma State. Recientemente he seguido más de cerca a los Vaqueros de Oklahoma State. Los dos últimos años pude observar a Justin Gilbert, considerado unánimemente como el mejor esquinero en el colegial en 2013. Hay pocos jugadores en esta posición que demuestran desde un principio la habilidad de cubrir a un receptor de manera individual y realizar con eficiencia diversas coberturas en zona. En gran parte, los esquineros a nivel colegial con grandes facultades físicas realizan coberturas individuales. Tratan de dominar con su velocidad, agilidad y capacidad de reaccionar. Es más difícil hacer coberturas de zona porque requieren más tiempo de práctica y una coordinación perfecta entre siete o a veces hasta ocho jugadores. Vi a Gilbert marcar de manera individual y en otra ocasiones tenderle trampas a los QBs rivales cuando estaba en cobertura de zona. Contra Texas tuvo una intercepción de esta manera la cual regresó para TD al final del segundo cuarto. En Cleveland tendrá a Joe Haden como tutor y por lo mismo no tendrá la presión de cubrir al mejor receptor rival. Anticipo que se convertirá en uno de los mejores esquineros de la NFL en un futuro no muy lejano.

Jason Verrett, TCU. No tiene ni la estatura ni la capacidad atlética de Gilbert, pero es uno de los esquineros más inteligentes y ágiles que he visto en mucho tiempo. En TCU jugó para un entrenador en jefe, Gary Patterson, que se especializa en la defensiva. Al igual que Gilbert, está más adelantado que un novato normal en lo que corresponde a asimilar y ejecutar defensivas complejas. El nivel de dificultad será mucho mayor en la NFL, pero la capacidad de asimilación y aprendizaje de Verrett, gracias a su experiencia con Patterson, lo van a ayudar. Es posible que empieza como tercer esquinero cubriendo a los receptores internos y poco a poco haga la transición cubrir receptores por afuera en San Diego.

Mike Evans, Texas A&M. Sin lugar a dudas el receptor más codiciado en este draft era Sammy Watkins de Clemson por su combinación de velocidad, agilidad y cambios de dirección repentinos, pero el que posiblemente termine siendo el mejor receptor de este draft es Mike Evans. Evans era jugador de baloncesto durante la mayoría de su carrera en la preparatoria. No fue hasta su último año cuando empezó a jugar fútbol americano. La Universidad de Texas le ofreció beca para jugar baloncesto, Texas A&M para jugar fútbol americano. Dado que es alto, mide 1.96 mts, pero no tanto para dominar en el deporte de las canastas, optó por la segunda opción. Fue redshirt en su primer año, al igual que Johnny Manziel, y jugó los siguientes dos. Llega a Tampa Bay en donde tendrá a Vincent Jackson, jugador de físico similar, de quien aprender. Lo que más me llamó la atención de Davis fue su competitividad en cada jugada. El tipo no se da por vencido a pesar de estar cubierto por dos o más defensivos. Tiene velocidad. Corrió las 40 yardas en 4.43 en el combinado de Indianápolis. Le falta aprender a correr bien sus rutas, pero tiene la dedicación para hacerlo. Lo más importante, tiene excelentes manos y la capacidad de lograr yardas después de la recepción.

Jace Amaro, Texas Tech. Quizás el ala cerrada más productivo en la historia de la NCAA, Amaro tuvo 106 recepciones en 2013, la segunda marca más alta en la historia de la NCAA, y sus 1,352 yardas por recepción es el mayor número para un ala cerrada. En la ofensiva de Kliff Kingsbury de Texas Tech, el ala cerrada rara vez tiene que bloquear y por lo mismo, equipos escogieron a otras dos alas cerradas antes que Amaro. Me dediqué a observarlo durante el partido del día de Acción de Gracias contra Texas. Honestamente, me decepcionó. Lo usaron casi exclusivamente como receptor interno. Parecía más un receptor de gran tamaño que un ala cerrada. Ese día fue neutralizado por los LBs de Texas que en ese partido era suplentes. No fue factor hasta el final del encuentro cuando el resultado estaba decidido. Con los Jets tendrá que bloquear en el juego terrestre. A Geno Smith todavía le falta desarrollo y tendrán que correr el balón y más ahora que tienen a Chris Johnson. El estilo de juego de Amaro es similar al que mostró Aaron Hernández con Nueva Inglaterra. Amaro no tiene el nivel de Hernández ni a un QB como Tom Brady. Tiene facultades, pero le falta mucho por aprender, en particular bloqueando y corriendo sus trayectorias de la posición tradicional de un ala cerrada. Todo dependerá de su actitud y dedicación.

Jake Matthews, Texas A&M. Otro Aggie. Tanto talento en ese equipo no les alcanzó para más de una marca de 9-4. No fue culpa de Matthews. Jugó como tackle derecho la mayoría de su carrera. Optó por permanecer un año más en el colegial para jugar con su hermano que fue centro en su primer año. Asumió el puesto de Luke Joeckel cuando este fue seleccionado por Jacksonville y no decepcionó, pero no fue tan dominante. Antes del draft lo consideraban como el prospecto con mejor técnica en la posición de tackle. Esto era de esperarse con un padre que es miembro del Salón de la Fama y que jugó todas las posiciones de la línea ofensiva, y ahora es entrenador en la NFL. Será interesante verlo jugar en contra de su primo de Green Bay, Clay. En Atlanta regresará al lado derecho de la línea en donde se desempeña mejor.

Jackson Jeffcoat, Texas. Al principio de la nota escribí que hubo dos razones por las que despidieron a Mack Brown en Texas. La segunda fue la contratación de Manny Díaz como coordinador defensivo en 2011. Sin experiencia como jugador, Díaz era productor de ESPN y después de producir una entrevista con Bill Parcells, fue tanto su impacto que decidió ser coach de fútbol americano. Llegó a Texas con muchas ideas muy complicadas y sin la capacidad de enseñar las técnicas adecuadas. Jeffcoat, cuyo padre fue primera selección de Dallas en 1983, llegó a Texas considerado el mejor prospecto de ala defensiva en 2010. Brilló con Will Muschamp en su primer año, pero sufrió el primero de dos desgarres en los pectorales, uno de cada lado. Díaz llegó en su segundo año y convirtió a Jeffcoat en un híbrido, jugando principalmente de LB externo. En lugar de desarrollarse como ala defensiva, Jeffcoat procedió a bajar de peso para jugar de LB. En su tercer año sufrió el desgarre en el otro pectoral en el sexto juego de la temporada. En la temporada 2013, después de dos partidos, Diaz fue despedido por Mack Brown. La llegada de Greg Robinson como coordinador cambió la temporada de Jackson. No tuvo capturas en sus primeros tres partidos, pero terminó la temporada con trece. Lo nombraron como All-American unánime. Ganó el premio Ted Hendricks al mejor ala defensiva del colegial y fue designado el mejor jugador defensivo del Big 12. El problema de Jeffcoat es que debido a los dos desgarres en sus pectorales, no pudo enfocarse en el bench press y sólo tuvo 18 repeticiones con 225 libras. También hay incertidumbre sobre si es LB o ala defensiva. Con Greg Robinson jugó principalmente como ala defensiva, pero en ocasiones lo usaron como apoyador. Tiene la habilidad innata de presionar al QB, algo que es muy valioso en la NFL. Jackson Jeffcoat tiene el talento, la motivación y el sistema perfecto para desarrollarse. Quizás tarde dos o tres años, pero será un jugador que promedie entre seis y diez capturas por temporada, luego de firmar como agente libre con Seattle.

Chris Whaley, Texas. Otro jugador con mala suerte y también víctima del sistema de Manny Díaz. Al igual que Henry Melton, empezó su carrera como corredor de poder. Subió tanto de peso que lo hicieron jugador de línea defensiva. Empezaba a tomar su paso bajo el sistema de Greg Robinson cuando se lesionó en el noveno partido de la temporada. Al igual que Melton, jugará la posición de la técnica 3, alineado sobre el hombro externo del guardia. Es otro jugador que en un par de años podría convertirse en baluarte de la línea defensiva de Dallas, donde firmó como agente libre.

Como siempre, el futuro nos contestará las dudas sobre estos y otros prospectos.