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El silencio de Marshawn Lynch

JERSEY CITY -- Marshawn Lynch ha redefinido por completo la forma de correr con un balón de fútbol americano.

Cuando el corredor de los Seattle Seahawks tiene el ovoide en sus manos, su estilo feroz y decidido al desplazarse ha merecido el apodo "Beast Mode" (Modo Bestia) desde que Lynch era una leyenda local en su escuela secundaria en Oakland.

El elusivo y enigmático Lynch nunca ha dado extensos detalles del significado real de "Beast Mode", lo cual intentó en una rara exclusiva con "E:60".

"No sé lo que significa, es buscar un camino y salir al otro lado", señaló Lynch para ESPN. "Supongo que se puede decir que 'Beast Mode' es un símbolo de mi vida".

Lynch se formó en las violentas calles del Norte de Oakland. Con un padre que pasó su vida dentro y fuera de la cárcel, fue criado por una luchadora madre soltera que mantuvo dos trabajos para sacar adelante a sus hijos y alejarlos de las calles repletas de traficantes de drogas, asesinatos y prostitución.

El corredor desarrolló una fuerte coraza y encontró en el fútbol americano un escape para su enorme talento como deportista.

El capítulo introductorio de la saga que se ha convertido Lynch comenzó en Oakland Technical High School, seguido por la Universidad de California en Berkeley, donde se estima ha sido uno de los atletas más talentosos que jamás haya pertenecido al reconocido programa de los Bears.

Lynch era considerado uno de los favoritos para ganar el trofeo Heisman en caso de regresar a su temporada senior en el 2007, pero decidió renunciar a su último año de elegibilidad y entrar al draft de la NFL donde fue el seleccionado Nº 11 global por los Buffalo Bills.

Sus primeros dos años fueron un indicio de lo que vendría, corriendo para 1,000 yardas en temporadas consecutivas y siendo seleccionado al Pro Bowl. No obstante, seguido de períodos de frustrante inconsistencia, la franquicia decidió confiar su ataque terrestre en Fred Jackson y C.J. Spiller en lugar de Lynch, y llegar a un acuerdo de traspaso con los Seahawks en octubre del 2010.

La decisión tomada en Buffalo también fue influenciada por una serie de acusaciones que casi descarrilaron su brillante futuro en la NFL. En el 2008, Lynch golpeó a un peatón con su coche y en 2009 fue acusado de posesión de arma de fuego oculta y suspendido por los tres primeros partidos de la temporada del 2010 por violar la política de conducta personal de la NFL.

Adquirir a Lynch fue una movida muy poco costosa para Seattle, que sólo tuvo que intercambiar una selección de cuarta ronda del 2011 y una de quinta ronda del 2012, y terminó siendo el cambio perfecto, resucitando su carrera tras anotar seis touchdowns y 573 yardas en 12 partidos, pero principalmente con la escapada de 67 yardas en el partido de Ronda de Comodín de la NFC el 8 de enero del 2011 ante los New Orleans Saints que llevó el 'Beast Mode' a horario estelar.

En marzo del 2012, Lynch firmó uno de los acuerdos más lucrativos jamás firmados por un corredor en la NFL, siendo el jugador mejor pagado de los Seahawks con un contrato valorado en 31 millones de dólares por cuatro años, 18 de ellos garantizados. Y Lynch cumplió con creces, combinándose para una excepcional suma de 2,847 yardas y 23 touchdowns en sus últimas dos temporadas en Seattle.

El 'Beast Mode' ha sido relacionado con Lynch tanto como su hábito de comer Skittles en la banca, lo cual fue detectado por las cámaras televisivas en diciembre de 2011, después de que anotó un touchdown contra los Philadelphia Eagles, lo cual ha hecho que los fans arrojen Skittles en el campo cada vez que anota un touchdown en el CenturyLink Field.

La verdad detrás de lo que se ha convertido en el fenómeno 'Skittles', según su madre, Delisa Lynch, en una entrevista publicada por los Seahawks, es que cuando el corredor era pequeño ella siempre tenía pequeños caramelos en el bolso y antes de cada partido le decía, "Ven aquí Marshawn, ven a comer tus pelotillas de energía", y la señora Lynch le daba un puñado de Skittles.

Esa tradición ahora llevó a su hijo se ganarse un millonario contrato de auspicio con la firma de caramelos, que fabricó una edición especial "12th Man" para el Super Bowl con los colores de los Seahawks.

Lynch es ampliamente considerado el mejor corredor de poder en el juego en estos días, pero de cara al evento deportivo más importante en Estados Unidos, el enfoque no es en su talento, sino en cómo notoriamente ha evadido a la prensa a través de su carrera. Su incumplimiento con los medios se ha convertido en la mayor controversia de la semana.

"Estoy aquí para no tener que pagar multas", ha dicho en repetidas ocasiones Lynch en sus brevísimas sesiones con los medios. El corredor fue multado 50,000 dólares por la NFL el mes pasado por no cumplir con sus obligaciones, lo cual fue retirado en apelación con la condición que Lynch cumpliera con todas sus responsabilidades futuras.

Sus sesiones con los medios de comunicación han estado plagadas de breves y evasivas respuestas, mejor resumidas en su respuesta más "extensa".

"Realmente no tengo mucho que decir, jefe. Sólo estoy aquí para que no me multen. Esa es la única razón por la que estoy aquí".

Sólo un puñado de personas pueden decir que conocen realmente al hombre detrás del popular jersey con el jersey Nº 24, quien con cada paso que da en el campo crea una ilusión constante de que podría haber un cambio de dirección, y este domingo en el estadio MetLife el 'Beast Mode' será el centro de atención como una de las claves para el éxito de Seattle ante Peyton Manning y los Denver Broncos.

"No voy a estar satisfecho hasta que todo haya terminado" afirmó Lynch, en una de sus pocas respuestas de más de tres palabras a lo largo de la semana. "Ahí es cuando voy a estar satisfecho, pero hasta entonces, tengo mucho trabajo. Aprecio esto, pero...".

Y se fue. A buscar un camino, para salir al otro lado.