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MÉXICO -- Suena el teléfono un par de veces, del otro lado, se escucha: "Bueno". Es Nacho Beristáin desde su casa. El entrenador mexicano fue dado de alta la semana pasada después de haber sido intervenido por problemas del corazón que le impidieron estar más cerca de su segundo amor, el boxeo, pero muy cerca del primero, su familia. "Ya estoy mejor", responde Nacho. "Pues me hicieron una operación, un cateterismo para limpiar las coronarias, mañana tengo cita con el cardiólogo pero ya andamos bien, recuperándonos, me dieron de alta el miércoles de la semana pasada", añadió. Se le preguntó a Beristáin si le habían pedido alejarse del boxeo. "No, el lunes quiero ir al gimnasio", dijo. "Obviamente esto es difícil, tengo qué recuperarme, pero quiero ir al gimnasio a ver cómo está todo", apuntó el legendario entrenador mexicano. Nacho, quien ha trabajado al menos con 25 campeones del mundo, comentó que este tiempo de descanso le servirá para disfrutar el Mundial de Futbol. "Lo bueno es que ya estoy bien del corazón, si no ni lo viera", bromeó Beristáin. Nacho permaneció una semana en un hospital al sur de la Ciudad de México y al ser atendido con prontitud le permitió estar ahora estable y listo para reponerse y continuar con su labor en el boxeo, aunque habrá de seguir teniendo los cuidados.
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