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Un equipo con dos caras

BUENOS AIRES -- "No nos enfrentamos a Messi, sino a once grandes futbolistas", afirmó Jeison Murillo en la previa del gran duelo entre la Selección Colombia y Argentina por los cuartos de final de la Copa América. Y, aunque parezca una verdad de perogrullo, es algo que el equipo colombiano debe tener en la mente durante los noventa minutos. Porque cualquier jugador argentino es capaz de lastimar, llegue como llegue a esta instancia.

El trayecto del equipo de Gerardo Martino en la primera fase es difícil de describir en una sóla línea. Tuvo momentos de altísimo nivel colectivo y también momentos de muy bajo nivel. En 270 minutos, hizo casi todo lo que se puede hacer el fútbol: generó jugadas de gol con toques y profundidad, retrocedió como un conjunto amateur, mostró paciencia para romper líneas con buen juego y también se desordenó ante la primera adversidad. Ampliar los buenos momentos y minimizar los malos es el gran objetivo del entrenador.

Esto transforma a Argentina en un rival muy peligroso pero a la vez frágil en un sentido. Es posible graficar el juego albiceleste con un gráfico de curva. Cuando está arriba, es capaz de lastimar a cualquier en cualquier momento, pero cuando está abajo, sufre hasta con Jamaica. Por eso puede suceder cualquier cosa en el partido del viernes en Viña del Mar.

Para el DT, la razón de los pronunciados bajones en los segundos tiempos es, principalmente, física. "Siento que hay una merma en lo físico, producto de todo lo que han jugado los futbolistas argentinos este año. Si jugamos como en los primeros tiempos, habrá motivos para ilusionarnos. En cambio, si los partidos que vienen son como los segundos tiempos, deberemos preocuparnos", afirmó Martino. Su inquietud es concreta, como también lo son las posibilidades de Colombia si sale a buscar el resultado cuando el adversario exhiba esa merma física.

Los once titulares que saldrán a la cancha son los mismos que le ganaron a Uruguay. Sergio Romero es un arquero acostumbrado a que le lleguen poco y con buena efectividad. Sin embargo, al mismo tiempo a veces sus respuestas dejan dudas y eso es algo que Colombia puede aprovechar, tanto con remates desde afuera como con centros al área. Los centrales están cada vez más firmes. Ezequiel Garay mantuvo su nivel de la Copa del Mundo y Nicolás Otamendi entró bien en el equipo. Si Falcao no mejora, los zagueros argentinos lo superarán en todos los mano a mano.

Los laterales también están en un buen nivel individual, aunque tienen parte de la responsabilidad en esos malos retrocesos y en ocasiones pierden la espalda. Juan Cuadrado puede aprovechar esto por su costado. Javier Mascherano completa el esquema defensivo. Le aporta sacrificio, salida y voz de mando, aunque es uno de los que más sufre ese desgaste en las segundas partes. James Rodríguez debe estar atento para superarlo cuando le den la oportunidad.

Lucas Biglia es otro hombre clave, por posicionamiento, marca y pase. Sin Carlos Sánchez ni Edwin Valencia, Colombia puede darle una libertad que sería letal si se complemente bien con Javier Pastore. El hombre de PSG ha sido uno de los mejores de la Copa América. Fue clave en la gestación de juego, se asoció bien con Messi y Di María y también pisó el área con criterio. Su papel será muy importante. Si logra imponerse a la férrea marca colombiana -será algo parecido a lo que hicieron ante Brasil-, su Seleccionado tendrá más posibilidades.

De Lionel Messi no hay mucho para decir. Brilló contra Paraguay, mostró ráfagas ante Uruguay y estuvo muy apagado en el último encuentro frente a Jamaica. De todas maneras, está rápido, confiado y viene de un año extraordinario. En el equipo nacional parte de más atrás que en Barcelona y eso le quita presencia en los últimos metros, pero desde luego será la máxima preocupación de José Pekerman.

Di María y Agüero completan el esquema ofensivo. El compañero de Falcao en el United fue de menor a mayor y de a poco va reencontrando su mejor juego, ese que le quitó Louis Van Gaal esta temporada. Camilo Zuñiga sufrirá mucho si no juega como lo hizo contra Brasil. El Kun, en tanto, está haciendo una excelene Copa. Marcó en los dos partidos que disputó y se lo ve muy veloz y preciso. Es el principal arma de la Albiceleste.

En suma, Argentina tendrá más chances si reduce los minutos en los que cede la pelota y se refugia -mal- en su campo. Si lo hace, o si concreta las ocasiones de gol que genera cuando está en el pico de su rendimiento, estará en semifinales. Por su parte, Colombia debe mostrar la misma intensidad que ante Brasil pero mucha mejor puntería, para prevalecer en los bajones del rival. Será un juego de momentos. El que los aproveche, ganará.