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Venta de jugadores de cantera le deja beneficio millonario al Barcelona

Los 27 millones de euros que ha ingresado el FC Barcelona por el traspaso de Pedro al Chelsea han provocado que el club azulgrana haya alcanzado los 44,5 millones en ventas, sumando al canario lo cobrado por Adama (10), Deulofeu (6) y Montoya (1,5). Con los 6 variables entre los dos primeros serían 50 millones, convirtiéndose la cantera en una fuente de ingresos de primer orden en el Camp Nou.

Desde la venta de Thiago en 2013 al Bayern y hasta la de Pedro esta semana al club de Stamford Bridge, un total de 14 canteranos con presencia en el primer equipo han abandonado el Barcelona, dejando en sus arcas 107,3 millones de euros. Una cantidad que podría llegar hasta los 115,3 si se suman los variables del canario, Cesc y Adama.

Protagonistas en el campo no hace tanto tiempo, los futbolistas de La Masía van desapareciendo de los planes deportivos. Piqué, Busquets, Iniesta y Messi son el póquer que permanece en el primer plano desde hace siete años (cuando volvió desde el Manchester United Gerard y subió desde el B Sergio), pero el peso del fútbol base azulgrana ha ido en descenso desde 2012.

Trece son los canteranos que (habiendo debutado en el primer equipo) han abandonado el Camp Nou desde que se marchó Pep Guardiola en el verano de 2012. Si Pedro ha sido el último, Fontás, Muniesa y Thiago fueron, en 2013, los primeros de esta larga lista. Curiosamente, en cuanto el llorado Tito Vilanova cedió su puesto a Gerardo Martino, el peso del fútbol base cayó en picado en el primer equipo. De hecho, sigue haciéndolo.

Si Pep Guardiola los colocó en el primer plano y Tito Vilanova, su sucesor, los mantuvo ahí en la medida de lo posible, a la que el banquillo dejó de ser ocupado por un entrenador ‘de la casa’, su protagonismo fue descendiendo en el campo. Y la cantera pasó a convertirse en otra forma de ganar dinero.

Thiago fue reclutado por Guardiola para el Bayern para convertirse, hasta la venta de Pedro, en el traspaso más beneficioso del club tratándose de un canterano y junto a él se marcharon por una cantidad simbólica Fontás al Celta, donde se ha erigido como un puntal de la zaga del cuadro celeste, y Muniesa, a quien se le dio la baja por no confiar en él para acabar fichando por el Stoke City.

Víctor Valdés, hoy apartado en el Manchester United, no dejó ningún beneficio en forma de traspaso (como en el caso de Cuenca) pero desde un punto de vista financiero su salida le significó (aun sin quererlo) al club azulgrana un ahorro superior a los 7 millones de euros de salario, por encima de la suma de Ter Stegen y Bravo, que se calcula entorno a los 5,5.

El portero abandonó por la puerta de atrás (por expreso deseo personal) el Barcelona al tiempo que Jonathan dos Santos, Bojan y Tello dejaban dos millones por cabeza en las arcas del club en sus traspasos a Villarreal, Stoke City y Oporto.

El golpe, el pasado verano, lo protagonizó Cesc, por quien el Chelsea pagó 30 millones de euros fijos más otros 3 variables, que se supone llegarán a las arcas del Camp Nou. El centrocampista catalán se marchó del Barcelona tres años después de su fichaje desde el Arsenal, al que se le pagaron 43 millones de euros, por lo que el beneficio en su caso concreto fue inexistente.

En este 2015 la tónica no ha cambiado. Al contrario, se ha establecido como primordial. “Para mí la cantera no es ningún plan B, sino que es el A”, vino a decir en su presentación Luis Enrique, en el verano de 2014. También dijo el entrenador que los canteranos deberían “demostrar que lo merecen” y a la vista de los movimientos en la plantilla no lo han demostrado.

Si el asturiano cerró la puerta del equipo a Deulofeu a las tres semanas de llegar, un año después ha facilitado su venta al Everton, de la misma manera que descartó a Montoya para el lateral y animó al club a vender a Adama al Aston Villa. También salió Xavi, quien decidió pasar sus últimos años como jugador en el Al Sadd, de Qatar, sin que el Barcelona cobrara por ello. El caso de Pedro certifica la realidad en la plantilla azulgrana, donde la pérdida de protagonismo de la cantera es indiscutible.

En un tiempo pasado el fútbol base desembocaba con éxito en el primer equipo para convertirse en la base de la plantilla y, también, de las alineaciones. Hoy va desapareciendo de manera irremediable. Neymar en 2013, Suárez, Ter Stegen, Bravo, Rakitic, Mathieu, Vermaelen y Douglas en 2014 y Arda y Vidal en 2015, a pesar de la prohibición de inscribir jugadores, personalizan este cambio de filosofía que condena a la cantera a ser moneda de cambio.

En el nuevo Barcelona, en este presente triunfador, el fútbol base se ha convertido en una nueva y trascendental fuente de ingresos para el club. Una nueva y diferente filosofía.