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Se engrandece aún más

SAN LUIS -- El parador en corto David Eckstein ha sido considerado por algunos como un tipo suertudo o encantador, y ahora muchos vieron crecer su figura al conquistar el viernes el premio al Jugador Más Valioso de la Serie Mundial, la máxima presea individual de las Grandes Ligas.

El piloto de los Tigres Jim Leyland lo ve como un "muchachito apuesto".

El Jugador Más Valioso de la Serie Mundial del 2006 ha llevado a su madre a comer a la Casa Blanca, se volvió un admirador de Barry Bonds y contrajo matrimonio en el Mundo de Walt Disney.

Eckstein puede ser considerado suertudo, encantador o cualquier otra cosa, lo que sí es un hecho es que los Cardenales de San Luis están contentos de tener al mejor hombre del béisbol de su lado.

"Parecía irreal", dijo Eckstein a los enloquecidos aficionados en el estadio la noche del viernes. "Conseguimos el campeonato", señaló el jugador de una estatura comparativamente menor en las Grandes Ligas.

Eckstein se enfrentó a un comienzo difícil de cero bateo en 11 veces con el madero durante la serie contra los Tigres de Detroit. Pero al mostrar el verdadero espíritu de San Luis, el rubio joven maravilla venció la adversidad.

Conectó tres dobles y un sencillo para ganar el cuarto partido, y luego pegó dos sencillos y empujó dos carreras en el quinto partido que dio a San Luis el título de la Serie Mundial con la victoria 4-2 sobre Detroit.

Eckstein terminó la serie con registro al bate de 22-8 con cuatro carreras remolcadas y tres anotadas.

Cuando todo finalizó, abrazó a cuanto jugador se le puso enfrente en la mitad del diamante.

Entonces llegó el momento de levantar el trofeo al Jugador Más Valioso y recibir el premio que trae consigo: las llaves de un reluciente Corvette nuevo de color amarillo. El codiciado automóvil deportivo ingresó al campo de juego y se detuvo en el flanco derecho de la posición que juega Eckstein.

"Este es mi primer automóvil que puede llamar mío desde el principio", dijo a los aficionados.

Puede ser un cuento de hadas, pero encajaron muy bien sus palabras con la ocasión. Eckstein se casó en noviembre con la actriz Ashley Drane _ que ha estado en "That '70s Show" y "That's So Raven" _ y la recepción de la boda tuvo lugar en el Mundo de Walt Disney en el espacio dedicado a Alicia en el País de las Maravillas.

Persona inquieta en la vida real, Eckstein es una máquina con movimiento perpetuo cuando le toca batear. Esgrime el madero sobre la cabeza y la espalda, y nunca deja de moverlo en círculos.

En el campo de juego, siempre también está en movimiento. Parece aprovechar cada chispa de energía para atrapar y lanzar la pelota bajo cualquier condición.

Sus habilidades lo han llevado en dos ocasiones al Juego de Estrellas y le han otorgado un segundo campeonato en Serie Mundial.

Eckstein impulsó a los Angelinos de Anaheim sobre San Francisco para llevarse la corona de la Serie Mundial del 2002 y fue invitado a la Casa Blanca, donde su madre conoció al presidente George W. Bush. Más tarde, en un banquete de premiación en Nueva York, Bonds le dijo a la madre de Eckstein, "tiene un gran hijo".

El jugador de 31 años de edad vio frenado su dinamismo esta temporada por lesiones en hombro, corva y costado. Sufrió también una conmoción cerebral y resultó tan afectado que no asistió al entrenamiento del lunes.

El viernes volvió a demostrar su valía en el campo en un momento de definiciones.

"Es el tipo más fuerte que he visto con uniforme de beisbolista", dijo el piloto de los Cardenales Tony La Russa.

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