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¿Superará las 2,000 yardas?

NASHVILLE -- Apreciamos lo que es raro, lo cual es la razón por la que los logros de O.J. Simpson, Chris Johnson, Terrell Davis, Barry Sanders, Jamal Lewis, Adrian Peterson y Eric Dickerson vivirán por siempre. Ellos están en el libro de récords de la NFL, como los siete hombres que corrieron para más de 2,000 yardas en una sola temporada. "Buffalo Bills", "1973" y "2,003" podrían no estar en la primera oración del obituario de Simpson, pero estarán en el segundo.

Una temporada de 2,000 yardas por tierra es un logro tan extrañamente conseguido que ninguno de esos jugadores, tres de los cuales están en el Salón de la Fama, lo lograron de nuevo.

Es por eso, a pesar de sus mejores intenciones, que será muy difícil para Johnson repetir lo que hizo en el 2009, cuando como corredor de segundo año para los Tennessee Titans sumó 2,006 yardas para unirse al club "2K" o "El club de las 2,000". CK2K2X es algo que probablemente nunca veremos.

Esta semana, durante una entrevista con Trey Wingo en "NFL Live" de ESPN, Johnson, de 27 años de edad, dijo que estaba "muy confiado" en que tendrá más yardas por tierra en el 2013 que Peterson. Fue una declaración atrevida tomando en cuenta la temporada que tuvo Peterson en el 2012, en la que corrió para 2,097 yardas a pesar de que tenía menos de un año de habérsele practicado una cirugía reconstructiva en la rodilla.

Como si superar a Peterson no fuera suficiente, Johnson dio un paso más allá durante una entrevista posterior en NFL Network, diciendo que podría romper el récord establecido hace 29 años por Dickerson de 2,105 yardas por tierra.

"El objetivo de todos los corredores es romper ese récord", indicó Johnson. "Uno quiere superar las 2,105 yardas. Creo que lo puedo hacer".

La historia dice lo contrario.

Después de su temporada de 2,000 yardas en 1973, Simpson tuvo tres temporadas más de 1,000 yardas, incluyendo la de 1975, en la que corrió para 1,817 yardas y 1976, cuando sumó 1,503, pero nunca amenazó las 2,000 yardas de nuevo. Davis consiguió 2,008 yardas en 1998, lesionándose gravemente su rodilla en el cuarto partido de la temporada de 1999 y nunca estuvo cerca de acercarse a las 1,000, mucho menos a las 2,000, antes de retirarse durante la pretemporada del 2002.

La temporada de 2,000 yardas de Sanders se produjo en su novena temporada, la más avanzada en la carrera de cualquiera de los corredores del club. Después de ocho temporadas consecutivas de 1,000 yardas para iniciar su carrera --que incluyen 1,548 yardas en 1991; 1,883 yardas en 1994; 1,500 yardas en 1995; y 1,553 en 1996-- Sanders finalmente superó las 2,000 yardas en 1997 con 2,053. Jugó un año más, sumando 1,491 yardas en 1998, antes de retirarse abruptamente.

Lewis se unió al club durante su tercera temporada con los Baltimore Ravens, en la que consiguió 2,066 yardas. Tuvo cuatro temporadas más de 1,000 yardas pero nunca llegó a menos de 600 yardas de las 2,000. A Peterson le tomó hasta su sexta temporada romper la marca de las 2,000 yardas, después de cuatro temporadas de 1,000 yardas, incluyendo la segunda, en la que sumó 1,760 yardas.

En cuanto al poseedor del récord, Dickerson estableció la marca en su segunda temporada con Los Angeles Rams, en la que promedió 131.6 yardas por partido. Se quedó relativamente cerca en dos ocasiones más, en 1986 cuando sumó 1,821 yardas y en 1988, cuando llegó a 1,659 yardas con los Indianapolis Colts.

Algunos de los mejores corredores en la historia del fútbol americano nunca llegaron a las 2,000 yardas, jugadores emblemáticos como Marcus Allen, Jim Brown, Tony Dorsett, Walter Payton y Emmitt Smith. De los 29 corredores y fullbacks de la época moderna que han sido enaltecidos al Salón de la Fama, sólo tres han tenido temporadas de 2,000 yardas.

La creencia de Johnson de que puede hacerlo dos veces cuando es tan difícil conseguirlo una vez es admirable pero también está fuera de lugar. En tres temporadas desde que superó las 2,000 yardas, Johnson no ha lucido como el mismo jugador. Su mejor atributo es su velocidad, y aunque ha mostrado que todavía la tiene por momentos, la temporada pasada parecía indeciso e impaciente. Quizás estaba tratando de hacer demasiado, tratando de cargar a un equipo que se había comprometido con un mariscal de campo joven, sin embargo no lució como el Johnson del 2009.

Los Titans cambiaron a su entrenador de corredores esta temporada baja, y Sylvester Croom debería ser capaz de darle a Johnson un par de ojos frescos, una nueva perspectiva y una voz diferente. Eso debería ayudar.

Sin embargo de lo que Johnson realmente tiene que preocuparse es de lo que importa en la NFL: ganar. Es como dijo Peterson el año pasado mientras se acercaba al récord de Dickerson. El récord era importante, pero llegar a los playoffs era más importante.

Johnson ha estado en la postemporada sólo una vez. Fue en su año de novato en 1998, y aunque sumó 72 yardas en 11 acarreos y anotó un touchdown en contra de los Baltimore Ravens, los Titans perdieron, 13-10. No se han acercado a los playoffs desde entonces.

Con un notable logro individual ya en su poder, sin mencionar la gran cantidad de dinero que tiene en el bolsillo, Johnson debería preocuparse más por ayudar a Tennessee a volver a la postemporada. Debería preocuparse de cómo los Titans reconstruyen su línea ofensiva los Titans, de qué sucede con en centro agente libre sin restricciones, Fernando Velasco, y el guardia, Leroy Harris. Debería preocuparse por ayudar a progresar al mariscal de campo, Jake Locker, y por cómo la franquicia renueva su ataque aéreo.

Johnson ya es CJ2K. Cuando llegue el momento de discutir su legado, ese extraño logro estará en su primera frase. No querrá que su segunda frase diga: "Pero nunca ayudó a su equipo a ganar un partido de playoffs".