|
MÉXICO -- Miami volvía a ser la sede del Super Bowl pero ahora lo haría en un recinto que recibía su primera oportunidad de acoger este tipo de compromisos, el Joe Robbie Stadium. Cincinatti Bengals y San Francisco 49ers volvían a verse las caras en el Super Bowl, siendo la tercera ocasión en la historia que un enfrentamiento se repetía pero ahora lo harían en Miami, ciudad que tuvo que esperar 10 años para volver a recibir el partido por el título de la NFL. Los Bengals tenían su carta de presentación en la figura de Boomer Esiason, quien había guiado al equipo a tener la mejor ofensiva de la liga pero era su ataque terrestre el que se robaba los reflectores ya que Ickey Woods y James Brooks se combinaron para 1997 yardas y 23 anotaciones. A su vez los 49ers presumían de un mejor balance al tener el segundo mejor ataque de la NFL y la tercera mejor defensiva en lo que a yardas totales se refiere. Y en la postemporada fueron capaces de demostrar este poderío al ser capaces de anotar 62 puntos y sólo conceder 12. Durante la primera mitad fueron las defensivas las que marcaron el ritmo del encuentro a permitir sólo tres puntos por bando, situación que cambiaría para el tercer y último cuarto cuando las ofensivas dieron su mejor versión pero una serie de 12 jugadas que inició desde su propia yarda 8 culminó en la zona de anotación con un pase de Joe Montana a John Taylor con 34 segundos por jugar le dio a los 49ers el campeonato. El MVP para este encuentro fue el receptor de San Francisco Jerry Rice quien terminó el partido con 11 recepciones para 215 yardas y una visita a los diagonales para convertirse en el tercero de esta posición que recibe el premio. El Super Bowl XXIII vio a seis futuros miembros del Salón de la Fama: Bill Walsh (entrenador en jefe), Ronnie Lott, Joe Montana, Jerry Rice y Steve Young por los 49ers mientras que Anthony Muñoz es el único miembro de los Bengals que aparece en esta lista.
|
