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Super Bowl XXXIII: En la gloria

Atlanta fue víctima de la precisión que Elway ganó con los años y su insaciable hambre de éxito. AP

MÉXICO -- La maldición quedó en el pasado. Los Denver Broncos venían de ganar su primer título de Super Bowl tras cuatro derrotas previas en su historia, y un veterano John Elway lideró otra temporada hacia el máximo escenario con miras a la gloria final.

Dan Reeves, al frente de unos sorpresivos Atlanta Falcons que debutaban en dicha instancia, enfrentaba al mismo equipo con el que perdió esos tres Super Bowls.

Denver continuaba acarreando la influencia de Mike Shanahan, quien llegó a revolucionar la franquicia y, sobre todo, se sacudió la malaria de ser un club perdedor el año anterior, cuando los Broncos superaron a los Packers en el Super Bowl XXXII. Para Elway, la presión no era la misma.

Tan liberado se mostró el veterano de 15 temporadas, que los Broncos marcharon invictos durante 13 semanas y terminaron con récord de 14-2. Los Falcons, por su parte, dominaron la NFC con el mismo récord bajo el ala de Reeves, quien tomó el equipo una temporada antes.

No resultó sorpresivo que los Broncos de Elway, sobre el caballo de la motivación, eran los favoritos para llevarse el Super Bowl ante el "Dirty Bird". La defensiva, comandada por el back defensivo Darrien Gordon, neutralizó a la ofensiva del mariscal de campo Chris Chandler durante los primeros tres períodos, tiempo suficiente para que Elway se adornara hacia una ventaja considerable.

"Estará totalmente descubierto. Estará totalmente descubierto", se decía a sí mismo Shanahan cuando mandó una jugada de pase largo desde la yarda 20. Elway efectuó el engaño de carrera y encontró "totalmente descubierto" a Rod Smith en pase de 80 yardas para anotación durante el segundo período.

Los Broncos envolvían el mejor regalo de despedida para el mariscal de campo más exitoso en su historia.

Dos touchdowns terrestres de Howard Griffith y par de goles de campo de Jason Elam terminaron la tarea en una victoria sencilla para Denver. La epítome del retiro exitoso fue un acarreo anotador del legendario mariscal de campo. Todo construyó la gloria para Elway y el cemento en el legado de Shanahan, quien se ganaría más de una década de confianza ante la organización.

Elway se convirtió en el Jugador Más Valioso de un Super Bowl de mayor edad en la historia, a sus 38 años de edad, al tiempo que Shannon Sharpe añadió un título más a su carrera de Salón de la Fama.

Del otro lado del sol, los Falcons cayeron en la que, hasta ahora, es su única participación de Super Bowl y Reeves se unió al club de los coaches más perdedores en el máximo escenario, aunque permaneció en Atlanta hasta el 2003. Reeves, quien acusó una conspiración de Elway y Shanahan para su salida de Denver, no ha vuelto a entrenar en la NFL desde entonces.