16y

Sirve para el desarrollo

URUGUAY -- No hubo demasiadas sorpresas en cuanto al 40-3, resultado final de un duro test match para los novatos Charrúas frente al poderoso combinado mexicano de la liga CONFAO.

De antemano sabido era lo dispar en cuanto al nivel de ambas escuadras, resultante de la edad deportiva del fútbol americano de estos dos países. Por un lado México, con 100 años de historia y unos dos millones de jugadores participando del deporte de las tackleadas. Por el otro Uruguay, con únicamente tres temporadas en su haber y algo más de 150 jugadores. Los números lo dicen todo...

Historia aparte, el encuentro comenzó con un equipo charrúa rompiendo con la lógica con una gran devolución de patada de quien fue uno de los mejores locales, Sebastián Martínez (aplaudido y reconocido por el plantel mexicano), marcha que, acompañada por sendas combinaciones tierra-aire, culminó con los primeros y únicos puntos celestes, tras la certera patada a los palos de José "Pepe" Herrera (K Emperadores).

El equipo azteca no fue eficiente en su primer avance, detenidos por una agresiva defensiva uruguaya que, en esa marcha, se paró firme en la cancha sostenida por el aliento de la tribuna y sus compañeros desde fuera del campo, todos contagiados con el éxito del anterior avance charrúa.

Al verse frustrada su primera estocada y sorprendidos por el feroz arranque local, los mexicanos lo hicieron tan simple como eficaz, y de ahí en más ya no tuvieron piedad con quienes tuvieron en frente. Cambiaron su manera de ver el encuentro y se decidieron a jugar como si delante tuviesen a un rival de igual potencial. Ese fue el primer camino a los 40 puntos que obtuvieron tras finalizar el cotejo.

A un plantel liderado por un mariscal de campo capaz de lanzar bombas de más de 60 yardas y compuesto por un 40% de ex jugadores del TEC CEM, con ex jugadores e incluso un actual jugador del TEC de Monterrey, con jugadores que se formaron en Estados Unidos, con otros tantos jugadores de ONEFA, CONFAO, la mayoría de ellos con más de 20 años de experiencia en el deporte, se le hizo fácil la tarea cuando se lo propuso, aunque siempre encontró frente a ellos a un aguerrido equipo oriental dispuesto a luchar y avanzar frente a un rival de mucho mayor calibre.

Por el lado celeste, si México era la "cara" de la moneda Uruguay fue la "cruz". La ausencia de varios habituales titulares como Daniel Bernardo, Mauro Costa y Julio Ghirardelli (WRs), Alexander Bourdin (RB/PR/P), Marcelo "Harry" Da Cunha (C), Rodrigo Aratti, Ignacio Sanguinetti y Martín Piñeyro (DLs), Matías Garay (LB/FB), Yamandú D'Elía (LB) y Marquis Williams (SS), fue una gran limitante del potencial que se esperaba mostrar cuando se comenzó con el proceso de entrenamiento de la selección nacional.

Ofensivamente Uruguay pudo estar mejor. No se pudieron lograr TDs, aunque se estuvo golpeando a las puertas en el primer drive donde los Charrúas no pudieron capitalizar en seis puntos un latente 1º y gol. Quizá de haber enfrentado a un equipo de menor nivel la ofensiva local hubiese obtenido mejores dividendos.

La conexión QB-receptores (abiertos y cerrados), debido a falencias en ambas partes, no estuvo tan feliz como en encuentros anteriores, y por aire se soltaron reiterados pases que pudieron haber acercado al equipo a la zona de gol contraria, tal vez habiendo así sumado algunos puntos más en el score local.

La vía terrestre fue la más productiva, consiguiendo grandes avances que despertaron los aplausos y gritos de aliento de la fanaticada presente.

Sebastián Noveri (RB novato de Emperadores), mostró un gran potencial lidiando con los feroces apoyadores aztecas que en varias ocasiones dejaron su estampa en los pads del acarreador Charrúa. Noveri sin embargo, fue muy efectivo y en repetidas intentos logró penetrar tal línea defensiva, sobre todo con acarreos internos que otorgaron sendos primeros intentos.

La línea charrúa, en su aspecto ofensivo, si bien tuvo destellos de firmeza, no logró un objetivo constante de darle el tiempo necesario a su defendido para que este repartiera su acostumbrado buen juego.

Por el lado de la línea defensiva, tuvo un trabajo similar al sus compañeros de ataque mostrando pasajes de buena actuación, logrando efusivas capturas por parte de Rogelio Couto (DL Barbarians), pero a la vez permitiendo en demasiadas ocasiones que el mariscal rival se sintiera seguro para conectar con sus receptores abiertos y cerrados.

Sí estuvieron muy bien defendiendo la carrera, logrando detener en varias oportunidades a los acarreadores aztecas.

En general, ambas líneas uruguayas sintieron la diferencia de tamaño, experiencia y habilidad entre hombres de uno y otro equipo.

A la defensiva estuvieron las carencias, pero no por tierra, donde, liderados por el incansable Ariel San Martín (LB/RB Barbarians), los apoyadores Charrúas mostraron una muralla impasable prácticamente, dejando a México sin grandes avances por este medio. Un gran trabajo de los linebackers locales quienes orgullosos castigaron a los corredores rivales y fueron valientes también para recibir tal contacto frente a jugadores de un nivel físico a la vista superior.

La secundaria local fue el punto débil, demasiado, que mostró el seleccionado nacional. Tales defensivos se vieron superados con pases cortos y profundos, sobre todo por estos últimos, desacostumbrados a la marca de lanzamientos tan largos a sus espaldas y a la cobertura de veloces pases a veloces receptores.

La diferencia en la condición física, sobre todo de tamaño, hizo su trabajo también en este aspecto, facilitando la tarea del plantel visitante.

Cabe sumar las destacadas actuaciones en el equipo uruguayo de Michael Ellis (WR/FS) y Alejandro Mirande (CB), el primero de ellos con muy buenas recepciones y una intercepción, y el segundo con también una intercepción en su haber. Ambos aportaron enérgicos tackles a lo largo del juego.

Fue un gran cotejo, histórico e inolvidable para todos los presentes ya que fue la primera vez que un equipo mexicano visita suelo uruguayo y sudamericano.

Un clima acorde para la causa, numerosos planteles que regalaron un espectacular colorido dentro del campo de juego, música acorde y la entonación de los himnos nacionales, sumaron más aún al evento construyendo un fenomenal ambiente.

Importante por demás para la escuadra charrúa, ya que este tipo de testeos sirve para atesorar cada segundo del encuentro, siendo esto motivo de estudio y aprendizaje, es ganar experiencia para seguir elevando el nivel, a sabiendas de que este maravilloso deporte está recién dando sus primeros pasos en nuestro país.

El evento fue un éxito y los agradecimientos van como siempre para los jugadores de ambas escuadras, los coaches, los árbitros y todos quienes de alguna u otra manera se vieron involucrados con la organización del mismo.

Aplausos aparte para el público presente quien, repartidos entre fanáticos del deporte, familiares y allegados a la UFL, alentó en todo momento al plantel local conformando un ambiente de verdadero localismo.

Palabras no encontramos para agradecer al plantel mexicano, el cual viajó miles y miles de kilómetros para hacer historia en el Uruguay, dejando su huella deportiva y humana, con su repetidos obsequios, por siempre invalorables para los jugadores locales.

Los vestidos de verde, blanco y rojo, no se cansaron nunca de reiterar lo agradable que les resultó Uruguay, en todos los aspectos, palabras que llenan siempre de orgullo a todo esforzado anfitrión.

Demás está decir que esto es una nueva muestra de que el fútbol americano acerca y une, a la vez que continúa creciendo en clara muestra de la enorme expansión que el deporte de las tackleadas está teniendo a nivel mundial. En Uruguay... es otro gran paso que la UFL aporta al desarrollo del deporte en el país.

Información provista por Fernando Rodríguez, del staff UFL, fue utilizada en esta nota.

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