BUENOS AIRES -- La llegada de Alfio Basile (y la ida de Diego Simeone) trajo una corriente de aire fresco a un plantel que la necesitaba, ya que los cortocircuitos internos eran insostenibles.
El Coco, todo un personaje, es "dueño de casa" en Racing.
Y con él regresó, en los jugadores y en los hinchas, una sana alegría.
El verano no dio ni para el optimismo ni para el pesimismo.
Hubo altibajos, pero se ganó el clásico de Avellaneda (en Mar del Plata) y eso brindó una tranquilidad importante para estas etapas de formación.
El equipo viene de ser subcampeón por diferencia de goles (igualó en 31 puntos con Vélez, Belgrano de Córdoba y Colón de Santa Fe), pero terminó muy lejos de Boca, a 12 puntos.
La solidez defensiva (recibió apenas 8 goles) contrasta con la anemia ofensiva (convirtió apenas 16 en 19 partidos).
Ni siquiera Teófilo Gutiérrez, su polémica estrella, pudo darle consistencia al ataque. Y eso que, además de Teo, cuenta con un buen delantero como Gabriel Hauche y con un enganche de calidad como el colombiano Gio Moreno.
Su punto más alto en el Apertura fue su arquero Sebastián Saja.
Una gran ventaja para la Academia: Boca y Vélez, sus dos principales rivales en la pelea por el título, disputarán la Copa Libertadores de América durante este semestre. Y como seguramente superarán la primera fase, esa ventaja se mantendrá durante gran parte del torneo (tal vez durante su totalidad).
PARA TENER EN CUENTA: Será candidato si sabe sobrellevar el revuelo que se arma cada vez que las expectativas son altas. La presión se hace gigante, y la mayoría de sus jugadores no está acostumbrada a ser campeón. Basile, con su experiencia, será vital para controlar lo externo y brindar tranquilidad.
LOS NUEVOS: Federico Santander. Regresó Pablo Caballero.
LOS QUE SE FUERON: Pablo Lugüercio, Gastón Cellerino y Gonzalo Espinoza.