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Tierra de nadie el Oeste

LaMarcus Aldridge, izquierda, ha puesto a los Blazers a pensar en grande 

Esta temporada tendremos un campeón de la Conferencia Oeste, de eso estoy seguro.

En cuanto a encontrar un equipo que se perfile como un campeón dentro de la conferencia, bueno, esa es una tarea un poco más desconcertante. La primera semana de básquetbol no sólo ha dejado al Oeste en la poco usual posición de contar con un récord peor que el del Este (por un partido) sino que además el Oeste parece particularmente deficiente en la cima.

Las potencias del Este, Miami y Chicago, han cumplido con las expectativas a lo grande, pero los equipos del Oeste que eran considerados con más chances han sido mediocres. Sólo tres partidos separan al peor del primer equipo en la conferencia, y prácticamente los primeros partidos de cada candidato están acompañados de un preocupante "pero…"

Comencemos con los finalistas de la conferencia de la temporada pasada, los Dallas Mavericks y el Oklahoma City Thunder. El Thunder arrancó como el favorito para ganar en el Oeste y pareció respaldar esa impresión con un comienzo 5-0, pero diría que el comienzo fue mucho menos impresionante que lo que indicó el récord de victorias/derrotas. Quedaron 5-1 después de la derrota del lunes en Dallas pero sólo han anotado 14 puntos más de los que han permitido. Si no hubiese sido por el tiro milagroso de Kevin Durant hace una semana, contarían con una racha de cinco derrotas en fila ante los Mavs – una circunstancia bastante extraña para un favorito, que es lo mínimo que se puede decir al respecto.

Toda la atención se centra en l disputa de la semana pasada entre Russell Westbrook y Durant, y ciertamente Westbrook no se ha podido encontrar con su juego al principio; ha sufrido más perdidas de balones que las asistencias que ha sumado y está lanzando un 37.5 por ciento.

De todas maneras, apuntaría a cuestiones más profundas y tal vez más relevantes. Por ejemplo, si es que en algún momento el frente anotará una conversión. El trío en el perímetro de OKC conformado por Durant, Westbrook y James Harden es una base sobresaliente, pero Durant además esta superando por sí solo todo el frente, con 27.3 puntos por partido en comparación con 21.9. Y no estoy hablando de los titulares, hablo de todos. De hecho, ningún hombre de OKC fuera del Big 3 promedia más de ocho puntos por partido.

Me preocuparía menos por las anotaciones del ataque si el Thunder pudiera hacer que el nivel de su defensiva sea un poco mejor que simplemente promedio. OKC quedó en el puesto 13 en cuanto a eficiencia defensiva hace un año y en el puesto 17 este año, algo que prácticamente exige que el Thunder cuente con una ofensiva que lidere la liga o esté cerca de ese nivel para poder competir legítimamente por algo importante. Podrían reforzar la defensiva, recibir ayuda del frente y justificar todos los sermones de pretemporada, pero podría ser un camino con más obstáculos de los que se esperan.

Los Mavs, obviamente, todavía no están en modo de campeonato por su parte, con una marca de 2-4. Aunque la victoria del lunes por la noche ante el Thunder ayuda, están en el puesto 23 de la liga en cuanto a eficiencia ofensiva y defensiva hasta ahora, y Lamar Odom ha sido tan malo que Los Angeles Lakers han declarado victoria por el mero hecho de haberlo cambiado.

Uno esperaría que Dallas recupere distancia en la carrera hacia los playoffs, tanto porque es inconcebible que un equipo que cuente con Dirk no pueda lograrlo y también porque es igualmente de difícil imaginar a Odom jugando así de mal durante 60 partidos más. Ofensivamente, en particular, habría que pensar que los Mavs se volverán a ubicar dentro del top 10 de la liga; su perfil se parece en gran medida al del hace un año salvo por el hecho de que han errado más lanzamientos. En algún momento, tendrán que pasar dentro del aro.

¿Pero defensivamente? Ay. Apenas puedo reconocer a estos muchachos sin Tyson Chandler. No es solamente que estén haciendo peor algunas cosas, es que su ADN completo ha cambiado. Para empezar, están cometiendo faltas como si Jerry Sloan fuera su entrenador – una de las peores marcas de la liga con .280 intentos de tiros libres por cada intento de gol desde el campo, una categoría en la que tuvieron la tercera mejor marca hace un año. Extrañamente para un equipo de esta edad, también lideran la liga en cuanto a perdidas de balón forzadas. El año pasado quedaron en el puesto 18.

Esta bien, el campo de entrenamiento fue demasiado corto como para poder organizarse con algunos jugadores nuevos, pero la cuestión aquí es que el calendario también está en su contra. Tendrán muy poco tiempo para practicar desde ahora hasta fines de abril, sobre todo para un equipo veterano que optará por descansar en los días que tengan libres. Los partidos serán las practicas, y lo cierto es que no habrá demasiado tiempo para mejorar de otra manera.

Aunque los Mavs y el Thunder han dejado la puerta abierta, las cosas se tornan más turbias si bajamos en la tabla. Veamos a los Memphis Grizzlies, por ejemplo. Los Griz fueron los preferidos de los playoffs de la temporada pasada; En esta campaña es como si sus jugadores del perímetro se hubiesen olvidado de cómo jugar al básquetbol. Rudy Gay, O.J. Mayo, Tony Allen y Sam Young cuentan con un promedio de efectividad de un solo digito; Mike Conley y Zach Randolph han sufrido lesiones y se sumarían a Darrell Arthur, quien quedará fuera por el resto de la temporada. Además, todo parecería indicar que el Talón de Aquiles de los Grizzlies en cuanto a la profundidad de su frente los acechará sobre todo debido al duro calendario de esta temporada. Estas preocupaciones ya existían antes de que Chicago los supere ampliamente el domingo, pero obviamente ese resultado ha dado relevancia a esta cuestión.

Los Angeles Clippers también eran un equipo con chances, al menos hasta que el brillo de todos esos globos se desvaneció cuando vimos la cantidad de puntos que cedieron en el otro extremo. Los excelentes bloqueos de DeAndre Jordan no pueden esconder el hecho de que la mitad del tiempo está en la posición errónea, o que su compañero en el frente, Blake Griffin, no puede hacer una defensiva decente (hablando en serio, ¿cuánto se supone que tiene que durar el período de gracia antes de mencionar que podría tener un problema?), o que su primer grandote saliendo de la banca es Brian Cook, o que el ampliamente superado Vinny Del Negro sigue al mando del equipo.

Los Clippers empataron en el puesto 28 en cuanto a eficiencia defensiva. Algo que es más sorprendente aún, dado su imponente frente, es su penoso puesto 28 en cuanto a rebotes defensivos. Está bien, el calendario ha sido duro, pero podremos imaginarnos a los Clippers como legítimos candidatos al título cuando puedan detener un par de veces a sus oponentes.

¿Qué hay de los San Antonio Spurs? Ganaron 61 partidos hace un año y tuvieron un buen comienzo, justo hasta que Manu Ginobili se fracturó la mano el lunes por la noche. Se perderá unas cuantas semanas y dejará a los Spurs en dificultades cuando intenten suplir su subestimada excelencia en la ofensiva. Esto no podría haberles ocurrido en un peor momento -- los Spurs deberán jugar 19 partidos en los próximos 30 días.

Incluso con Ginobili, San Antonio demostró la misma debilidad de hace un año. Los Spurs son un equipo ofensivo en estos días, ubicándose apenas en el puesto 22 en cuanto a eficiencia defensiva hasta el momento. En particular, la falta de defensores en el puesto de 4 los dejará en una posición de gran desventaja cuando lleguen los playoffs ante la lesión de ala-pivotes de elite del Oeste.

y luego están los eternos Lakers. No, aun no se irán, ya que su comienzo 3-3 es mejor de lo que aparenta. Fueron capaces de permanecer de pie sin Andrew Bynum durante cuatro partidos y ganar uno de los dos partidos con los Denver Nuggets a su regreso, si bien también recibieron la ayuda de una bandeja errada de Danilo Gallinari.

Sin embargo hay otras cuestiones más importantes como la preocupación de que Kobe Bryant esté tratando a Mike Brown como Frank Hamblen 2.0 y pase a un enfoque de Yo-contra-Cinco. En seis partidos ha liderado la liga en cuanto a uso por un amplio margen pero cuenta con un promedio verdadero de lanzamientos de apenas 49.0; en una historia relacionada, los Lakers cuentan con una eficiencia ofensiva en el puesto 18. Hasta el momento, una defensiva fuerte ha hecho que los Lakers se mantengan a flote, pero con una banca débil y dos de los tres jugadores clave con rodillas dudosas, la incertidumbre es si podrán seguir en el mismo nivel en medio de un calendario tan duro.

Todo lo antemencionado nos lleva a los dos equipos del Oeste que realmente han demostrado merecer la etiqueta de candidatos hasta el momento: los dos en los que básicamente nadie creía. Los Portland Trail Blazers y los Nuggets – vistos por la mayoría como equipos sólidos a los que les falta talento estelar como para poder competir por algo notable – hasta ahora tienen una marca combinada de 7-3, 6-2 cuando no se enfrentaron entre ellos. La única mancha de los Blazers fue una caída por cinco ante los Clippers, y los Nuggets perdieron dos partidos duros de visitantes – uno en Portland, y el otro por la bandeja que erró Gallo, que ya hemos mencionado más arriba.

Esta es la parte mas extraña: Ninguno de los dos se parece al equipo del año pasado. De hecho, cada uno se ha convertido en un fenómeno raro de la NBA. Un equipo defensivo de ritmo rápido. Los Nuggets lideraron la NBA en cuanto a eficiencia ofensiva la temporada pasada, pero este año están teniendo éxito en el otro extremo. Denver está cuarto en la defensiva – incluso mientras que juega el ritmo más rápido de la liga – y lo está haciendo en gran medida al eliminar los intentos de lanzamientos de los equipos oponentes. Denver está segundo en pérdidas de balones forzadas, creando fallos en el 17.4 por ciento de las posesiones oponentes, y terceros en cuanto a promedio de rebotes ofensivos. Entre esos dos factores, sus enemigos no pueden generar la suficiente cantidad de tiros como para hacer algo con lo que puedan superarlos.

La transformación de los Blazers ha sido aún más sorprendente. El equipo con el ritmo de juego más lento de la temporada pasada, Portland ahora se ubica tercero en cuanto a ritmo a pesar de emplear la mayoría del mismo personal. Y la defensiva en el puesto 14 la temporada pasada hoy se encuentra en el puesto tres, algo muy sorprendente para un equipo cuya incorporación más importante de temporada baja fue Jamal Crawford y que cuenta con centros que combinados tienen 76 años de edad.

Debido a los pocos datos que tenemos en estas instancias esto es algo que podría cambiar, pero el resultado de los primeros ocho días en la Conferencia Oeste es muy interesante. Miami y Chicago han cimentado la impresión de que están muy por encima del resto del Este, pero el Oeste parece más misterioso que nunca. Los equipos que parecían candidatos antes de arrancar la temporada nos han dejado con más preguntas que respuestas, y los únicos dos equipos que han demostrado ser hasta ahora merecedores de esa etiqueta son los dos que empezaron la campaña con las credenciales más dudosas.