Carlos A. Nava 11y

Ricky Rubio maneja el dolor

DALLAS -- Cuando Ricky Rubio enfrentó a los Dallas Mavericks por vez primera esta temporada, estaba ilusionado con su regreso a las duelas de la NBA.

Un mes después de volver a la actividad con sus Minnesota Timberwolves, el guardia español reconoció que ha sido una agonía.

Rubio todavía convalece de la operación de rodilla izquierda que sufrió en abril pasado, cuando jugaba su mejor basquetbol como profesional.

"Aún estoy luchando", reconoció Rubio. "Es una lesión que arrastra aún un poco de dolor y que tienes que jugar con ello y bueno poco a poco sintiendome mejor".

"Pero es difícil, después de nueves meses, intentar recuperar toda la musculatura, toda la rapidez", agregó. "Va llegando poco a poco y tienes que ser paciente".

El español se lastimó el 9 de marzo en un partido contra los Lakers y desde entonces estuvo fuera hasta el 15 de diciembre, que volvió a la cancha precisamente contra los Mavericks en Minnesota.

Anotó ocho puntos y nueve asistencias en sus primeros 18 minutos de juego desde la lesión, que sucedió en su temporada de novato.

"No sentí nada en la rodilla", dijo Rubio, feliz después de ese partido. "Me siento bien, me siento al 100 por ciento. Tengo algunos problemas en otras partes, pero es algo normal normal".

Pero desde entonces, las cosas han sido menos fáciles de lo que él mismo anticipó.

El lunes pasado, de nuevo frente a los Mavericks apenas marcó seis puntos e igual número de asistencias en 26 minutos.

Sus 3.8 unidades promedio por partido con 4.6 asistencias en 20 minutos en sus primeros 10 juegos de la temporada, están muy por abajo de las 10.6 unidades y 8.2 pases para canasta en 34.2 minutos que promedió hasta antes de lastimarse.

"Nada va a ser más fácil, tienes que luchar como cuando llegaste", mencionó Rubio con un evidente tono de tristeza. "Te tienes que ganar los minutos igual que cuando llegaste, hacer muchas cosas y volver a demostrarle al entrenador que estás listo".

"Es frustrante (recuperar su sitio)", agregó. "Pero es algo que tengo que convivir con ello y luchar. Y si lo fui una vez cuando llegué y estuve bien tengo que volver a luchar para estar ahí otra vez".

Su compañero puertorriqueño, José Juan Barea, dijo que ha notado la frustración y desesperación por momentos en Rubio.

"Le digo que sea paciente, que siga trabajando en sus piernas y en su cuerpo", comentó Barea. "Va a sanar por completo tarde o temprano, pero tiene que ser paciente y estar positivo".

"Es joven, tiene 22 años", añadió. "Le he dicho que no tiene nada de qué preocuparse".

Rubio señaló que el aspecto mental desde su lesión tiene mucho que ver aún.

"Sí, siento un poco de desconfianza", dijo. "No es algo que quieras pero creo que es algo mental, que lo tienes ahí y que vas con cuidado".

Con 47 partidos restantes en la temporada para los Timberwolves antes de recibir a los Clippers de Los Ángeles este jueves, Rubio dijo que sigue optimista en que superará el peor momento de la carrera profesional que comenzó cuando era adolecente.

"Dicen que cuando pasa el año, el año y medio, ya te sientes mejor, pero bueno, apenas es el primer mes de competición después de estar parado mucho tiempo y aún cuesta", expresó. "Es algo que tienes que luchar con ello".

Fuera de la duela, Rubio también ha tenido que acostumbrarse otra vez a la competencia NBA.

"Es complicado volver a entrar al ritmo de vida", dijo. "Pero esto no para, tienes partidos cada noche y no va a parar porque has tenido una lesión larga".

Con marca de 16-19, a tres juegos del octavo lugar de la Conferencia Oeste, Rubio aún tiene esperanza de jugar su primera postemporada este año.

"El equipo se ve bien, hemos tenido muchas lesiones y no son excusas pero hemos hecho un gran papel en esas condiciones y ahora tenemos que seguir en ello", indicó.

"Hemos perdido Kevin Love por dos meses ahora y es una diferencia para nostoros", agregó. "Tenemos que sobreponernos y tenemos que jugar fuerte".

Aseguró que cada vez estaba más convencido de que jugar para los Timberwolves en la NBA había sido la decisión correcta después de ser una estrella en su país, donde ganó todo.

"Minnesota es una ciudad muy bonita. Yo tenía una idea equivocada porque sólo se hablaba del frío que pasabas", reconoció. "Pero la gente es muy amable, mucha gente dispuesta a ayudarte y me gusta".

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