Adry Torres 10y

Estar alejados de las lesiones

FILADELFIA -- Antes de culminar un régimen de condicionamiento con unas pelotas medicinales dentro del camerino visitante del Wells Fargo Center en su reciente gira a Filadelfia, el veterano Juan José Barea prestaba unos consejos al novato senegalés Gorgui Deng sobre la nutrición.

Desde su casilla, el base reserva de los Minnesota Timberwolves dirigía su sabiduría hacia el pívot de 24 años sobre qué debe comer y no comer, en un momento advirtiéndole sobre el estilo de alimento mejor conocido como las comidas rápidas.

Sin embargo, con mucha hambre poco menos de noventa minutos antes del partido de pretemporada una semana antes del inicio de la campaña regular, Barea devoraba un bocadillo de pollo y tomaba una pausa para comerse unas papas fritas.

Tras dialogar con ESPNDeportes.com acerca del nuevo año que tienen por delante, el puertorriqueño se paró y colocó el vaso que contenía lo que sobraba de las papas fritas al lado de una canasta de frutas y le dijo a Gourgi y al resto de los compañeros que estaban sentados juntos en un fila, "¿Papas fritas muchachos?".

Para un equipo que ha sufrido lesiones devastadoras durante las última dos temporadas, lo que los jugadores quieran comer no será un problema si se mantienen saludables.

Los Timberwolves se encontraban en la pelea por uno de los últimos dos pases a la postemporada dos años atrás pero Ricky Rubio sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda y el equipo cayó en barrena, perdiendo 13 de los últimos 14 encuentros y fuera de los playoffs. La campaña pasada fue otro desastre por culpa de las lesiones, especialmente la de Kevin Love tras una fractura en la mano derecha.

La única baja del plantel que inaugurara la noche del miércoles ante el Orlando Magic fue la de Chase Budinger, quien casi perdió la temporada pasada completa por una lesión en la rodilla izquierda pero tuvo que ser sometido de nuevo a otra cirugía en esa misma rodilla y aún no se sabe cuando regrese. El viernes el reserva Ronny Turiaf sufrio una fractura en el codo derecho.

Pese a ese aire de mala fortuna que ha permanecido por encima de los Timberwolves, el optimismo vive en las mentes de Barea, Rubio, el entrenador Rick Adelman y el resto del equipo.

La franquicia tiene una racha de nueve años sin ir a los playoffs, pero hasta ahora Barea le gusta como el equipo se ha estado acoplando, ya que por fin tendrán a sus tres mejores jugadores en la cancha: Rubio, Love y el montenegrino Nikola Pekovic.

"Lo veo muy bien. Tenemos mucho talento en muchas posiciones. La ofensiva está fluyendo y siempre va a fluir", indicó.

"Lo que tenemos que mejorar en todos los juegos es la defensa y como empezamos los juegos -- empezar los juegos un poquito más agresivos, más fuertes y la defensa puede seguir mejorando. Pero después que nos mantengamos saludables, creo que vamos a estar muy bien".

Lo que tenemos que mejorar en todos los juegos es la defensa y como empezamos los juegos -- empezar los juegos un poquito más agresivos, más fuertes y la defensa puede seguir mejorando. Pero después que nos mantengamos saludables, creo que vamos a estar muy bien.

-- Rick Adelman, coach de Minnesota Timberowolves


Minnesota despidió a David Khan como presidente de operaciones de básquetbol y trajo de nuevo a una vieja cara, su ex dirigente, Flip Saunders. Pese a que traspasaron a Luke Ridnour y perdieron a Andrei Kirilenko al mercado libre, agregaron a dos veteranos que les van a rendir muy bien, un tirador en Kevin Martin y un reserva energético en Corey Brewer.

Rubio tendrá muchas opciones hacia dónde dirigir el balón en el quinteto titular. Adelman lo apostaría todo en favor de su armador español, esperando nada más que la mejor temporada de un joven que muestra una vena artística cada vez que guía el balón y aún más importante jugará una temporada completa de 82 juegos si se mantiene sano.

"Creo que él siempre va hacer las jugadas, jugará duro y todas esas cosas. Realmente será cuestión de tirar el balón constantemente. Es probablemente lo que lo elevará al próximo nivel", declaró Adelman.

En su primera dos temporadas, Rubio ha tenido un balance de tiros hecho desde el campo de 36 por ciento. Ha anotado 10.6 y 10.7, respectivamente, y busca mejorar el porcentaje en esos departamentos mientras lidera el esquema ofensivo donde Pekovic es una amenaza en el poste y Love tiene la habilidad de marcar el tiro de tres y jugar con su espalda hacia el aro.

Barea, quien jugó con Jason Kidd, sin duda unos de los mejores bases en la historia de la NBA, confía que Rubio pueda dar el brinco necesario en su juego ofensivo tras un verano en cual jugó con la selección española y una pretemporada donde siguió mejorando su tiro en la media cancha pese a que los numeritos en los resultados al final del partido indicaron lo opuesto.

"Entiendo que él debe estar tranquilo. Su juego es crear para otros jugadores. Él la pasa muy bien. Defiende bien. Pero el tiro, cuando esté solo debe tener mucha confianza en él y tirarlo", señaló.

"Trato de darle mucha confianza. Este juego, especialmente en la NBA, es de confianza y de atreverse hacer las cosas. Yo le digo que siempre que esté solo, que la tire. Siempre que se vaya por debajo del pick and roll, que se atreva tirarla para que lo (defiendan). Es algo que lo tengo que seguir hablando porque no es fácil y creo que es algo que lo va ayudar en su carrera".

Mientras la merienda elegida del veterano fue ese sándwich de pollo con las papas fritas, Rubio eligió algo más saludable del menú, llevándose un guineo que todavía estaba verde y una bolsa de frutos secos.

El playmaker de 23 años de edad detuvo proclamar si se siente el mismo jugador, físicamente, antes de ese choque de rodillas contra Kobe Bryant que le robó la recta final de su primer año y el inició de la campaña pasada cuando se encontraba bajo un programa de rehabilitación. Lo que no duda es que casi está al 100 por ciento tras haber jugado 41 y 57 partidos en sus primeros dos años, respectivamente.

"Es difícil no decir cómo te sentías antes y cómo te sientes ahora. Lo que si se es que la rodilla está olvidada. Ahora me encuentro cómodo", señaló.

Dentro de la cancha, Rubio afirmó que no hay nada que no pueda hacer como lo hizo cuando la NBA le abrió sus puertas, luciendo como un mago con el balón, haciendo pases nunca visto. Pero todavía está el tema de mejorar ofensivamente.

"He trabajado con el tiro, la técnica de poste y ver mucho baloncesto. Quiero ser más agresivo y hacer lo que necesite el equipo", afirmó en un aparte con ESPNDeportes.com.

Tanto Barea como Rubio solo imaginan lo que pudieran ser si todos se mantienen ilesos de las lesiones.

"Los dos años que he estado aquí si hemos tenido muchas lesiones pero tenemos que hacernos fuertes e intentar no lesionarnos tanto", dijo Rubio. "Está es una conferencia difícil pero vamos a luchar, vamos intentar ganar los máximos partidos posibles".

Quizás ese menú previo al juego que contiene sándwich de pollo, papas fritas, guineos y frutas secas fue lo que el cuerpo médico de los Timberwolves ha recetado para que se mantengan sanos a lo largo de una temporada con muchas altas y bajas pero una que prometa un destino a la postemporada.

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