Es un cohete. Es un avión. Es un pájaro. ¡No, es Roberto Clemente!
Nunca lo vi jugar en persona -- su dulce swing en el plato; su trote asaltante y arrítmico, su cuello acelerado como un pistón al correr las bases; sus tiros desde el jardín derecho, haciendo viajar la pelota dura hasta el fondo del diamante con la precisión y la velocidad de un OVNI sin turbinas, un plato volando hacia el plato.
Nunca lo conocí. Pocas veces he escuchado su voz en alguna grabación antigua, su imagen filmada en movimiento se puede resumir en miles de segundos. Murió el último día de 1972, poco antes de yo nacer, enterrado para siempre en las aguas del Océano Atlántico. Abrazado a las costas de Puerto Rico. De camino a Nicaragua, cayó tan fugaz como un sencillo al jardín derecho, junto a la chatarra de la nave y el pan que transportaba.
"Yo nunca lo vi jugar, pero a través de los mayores, a través de la familia y de la población, más o menos, uno al menos entiende el tipo de relación que él tiene con la población y la gente con quien él se identifica", dice Wilfred Santiago. "Aunque tú no sabías lo que él hizo, porque eras muy pequeño para entenderlo, tú no sabes lo que él hizo o quién es, pero tú oías a los mayores a tu alrededor y oyes ese tipo de reverencia y respeto".
Santiago, autor de 21: The Story of Roberto Clemente (21: La historia de Roberto Clemente) tampoco vivió en la era mágica de los Piratas de Pittsburgh. Pero la era de Clemente después de su hit 3.000 es tan palpable como su número retirado en los predios de PNC Park, como su nombre regado por las calles, y los puentes y las escuelas de Pittsburgh.
"No solamente Roberto fue una figura importante y representativa de los latinos, sino a la misma vez el puso el deporte en una posición de mucho prestigio", dice Santiago, nacido en Ponce, Puerto Rico, y residente de la ciudad de Chicago desde hace más de una década. Santiago también señala que "llegó un momento en que yo viví en Carolina" la cuna de Clemente y lugar donde ubica el complejo llamado Ciudad Deportiva Roberto Clemente.
Santiago se interesó además en la vida Clemente por "su vida en Estados Unidos, donde él fue tratado más bien como un afroamericano que como un latino, simplemente porque su piel era negra. Y muchas veces era víctima de racismo".
Aficionado confeso de los Medias Blancas, describe su trabajo como una adaptación orgánica del género de la novela gráfica al campo del béisbol.
"Es cierto que la mayoría de los cómics son de súper héroes", dice Santiago, quien ha colaborado en las compañías Marvel Comics y Fantagraphics. "Y es algo que no se ha explorado mucho en el campo del cómics, los deportes".
"El béisbol y los súper héroes tienen mucho en común. Los súper héroes, lo mismo que los atletas, tienen sus uniformes, tienen su equipo. Entonces tienen sus rivales. Y en los cómics tú tienes peleas entre ellos, pero cuando tú vas a un juego de béisbol la batalla es entre los dos equipos".
En los últimos años, la figura de Clemente ha adquirido varios tomos importantes, como la biografía "Clemente: La pasión y el carisma del último héroe del béisbol (The Passion and Grace of Baseball's Last Hero)" de David Maraniss, ganador del premio Pulitzer Prize en 1992 por su cobertura de la campaña presidencial de Bill Clinton, y el documental Roberto Clemente de la serie American Experience, emitido continuamente por los medios de televisión pública en Estados Unidos, entre otros.
La novela gráfica, o cómic, de Santiago nos ayuda a conocer un poco más sobre la mítica historia del astro boricua desde niño, antes de que comenzara a jugar béisbol, justo hasta su trágica muerte. Además presenta un cuadro sobre Puerto Rico y la niñez de Clemente, así como su vida en Estados Unidos. Y es un libro atractivo para todas las edades.
"Cuando tú haces una biografía sí es importante la vida directa y personal de la persona de que se está escribiendo", dice Santiago. "Pero a la misma vez es bien importante el contexto histórico en que esa persona vive Es importante saber que el momento en que él vivió no es el mismo momento en que nosotros vivimos".
"Aún así en el presente hay muchos problemas quizás de orden social o racismo y otro tipo de cosas. La realidad es que es mucho el mejoramiento que ha pasado por ejemplo desde los años sesenta, cuando el movimiento de los derechos civiles".
Santiago decidió enfocar su texto sobre la vida de Clemente, y cierra su obra con un avión que despega, una secuencia del puntito en el radar que desaparece entre dos páginas negras.
"Roberto tuvo una muerte que muchos le llaman una muerte de héroe", dice Santiago. "Yo decidí no incluir tantos datos o eventos que ocurrieron en su muerte o después de su muerte. Y parte del propósito es que yo quería que 21 fuese una historia positiva. Es una historia que habla de un joven que confrontó muchos obstáculos, pero él los superó, y finalmente pudo llegar a las ligas mayores alcanzando muchos triunfos y riquezas".