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Médicos opinan sobre Hamilton

Cuando los analistas sopesan los peligros de firmar a Josh Hamilton con un acuerdo de varios años, tienen razones válidas para ser escépticos. Entregar a Hamilton una promesa de decenas de millones de dólares a cambio de una producción constante y sostenida en el terreno es, sin duda, un riesgo considerable. Drogadictos en recuperación a menudo recaen. Esto no es noticia.

Los pesimistas también denuncian a menudo como un hecho que la pasada adicción de Hamilton a la cocaína ha hecho su cuerpo frágil y más susceptible a las lesiones en el presente. Sin embargo, según los médicos expertos que se especializan en los efectos del abuso de drogas recreativas en el cuerpo, la relación entre las enfermedades físicas de Hamilton y su historial de adicción al crack es tenue en el mejor de los casos, y muy probablemente inexistente.

Mientras que el abuso de cocaína tiene devastadores efectos en casi todos los órganos importantes del cuerpo, los médicos expertos dicen que el daño es en su mayoría es de corto plazo y por lo general se revierte rápidamente.

"El cuerpo humano tiene una capacidad increíble para una dramática recuperación casi por completo en cuestión de semanas y meses", dijo el doctor David Sack, MD y CEO del Elements Behavior Help and Promises Treatment Center en Los Ángeles. "Esa es la buena noticia".

Mientras que Hamilton ha tenido por lo menos dos recaídas de una noche con el alcohol desde que logró su sobriedad en octubre de 2005, según todo indica, no ha tocado cocaína en más de siete años.

La cocaína causa estragos en el cerebro, causando la atrofia de la corteza cerebral y los lóbulos frontales y temporales. A pesar de que Sack dice que es posible que la rapidez de sus reflejos y la memoria de Hamilton no sean tan buenas como lo eran antes de que las utilizara, sus números sugieren ciertamente que su cerebro y sus habilidades motoras finas todavía funcionan a un nivel lo suficientemente alto para que él sea un jugador de élite del béisbol. Un equipo que tenga la preocupación de que Hamilton tenga potencialmente daño cerebral puede administrar un EEG que compruebe un funcionamiento correcto, por ejemplo.

Hamilton ha estado ciertamente propenso a lesiones. En sus seis años como jugador en las Grandes Ligas, ha perdido tiempo con un esguince en la muñeca, una distensión del tronco, una hernia, una pierna rota, una fractura en la caja torácica, un esguince de Aquiles, tendinitis patelar y rigidez en la espalda, entre otras cosas. La cocaína pone el cuerpo humano en un estado excitado que es menos probable que responda al llamado del dolor. Los músculos se contraen y disminuye el miedo al peligro potencial, pero eso es sólo cuando una persona está usando.

"No vemos ninguna evidencia de que el abuso a la cocaína está relacionada con la disfunción de las articulaciones y los músculos a largo plazo", dijo el Dr. Wilson Compton, MD, director de la división de investigación de epidemiología en el Instituto Nacional de Abuso de Drogas. "Simplemente no está ahí".

Hamilton era adicto a la cocaína durante la mayor parte de tres años. Muchas personas que son adictas a la droga enflaquecen ya que reprime el apetito y es poco probable que sus usuarios hagan de la buena nutrición una prioridad.

"La mala alimentación puede provocar huesos frágiles, pero porque él es un atleta profesional, ha tenido acceso a los mejores médicos y alimentos desde que está en recuperación", dijo la doctora Elizabeth Waterman, una psicóloga de Morningside Recovery en Newport Beach, California. "Él tiene un historial de lesiones, pero no hay evidencia de una relación".

Ya que Hamilton fumó cocaína y no parece haber sufrido ningún daño permanente en el cerebro ni corazón, o problemas de los pulmones, los expertos dicen que las únicas enfermedades físicas relacionadas a las drogas que lo podrían marginar por el camino implicarían probablemente a los dientes, los labios o las encías. Dejó un juego con un absceso dental en agosto de 2008 y fue operado por conductos radiculares múltiples en la primavera de 2010. Mientras que sus problemas de los dientes probablemente continúen, es poco probable que una lesión dental lo mantenga al margen por más de un par de días.

Efectos cognitivos a largo plazo son posibles, advierten los expertos. Compton dice que la investigación sobre cómo la adicción a la cocaína afecta la probabilidad de desarrollar enfermedades degenerativas cerebrales como el Parkinson está todavía en su infancia. Pero en cuanto a los esguinces musculares y huesos rotos se trata, Hamilton probablemente hubiera tenido la misma tendencia hacia la lesión hoy aunque nunca hubiese probado las drogas o el alcohol en el pasado.

"Aún así, es una decisión muy difícil para un club porque las tasas de recaída de la cocaína son entre un 70 y un 80 por ciento", dijo el doctor Sack. "Y si recayese, el deterioro físico, lamentablemente, sería muy rápido".