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Cuando llegue el Día Inaugural en unos meses, los equipos van a tener que fijar una plantilla de 25 jugadores. Esa plantilla será, en la mayoría de los casos, dividida en 13 jugadores de posición y 12 pitchers, con cinco lanzadores designados como abridores y el resto darán sus servicios como relevistas del bullpen.

Sin embargo, aunque los equipos comenzarán la temporada con cinco lanzadores abridores, cualquier equipo con una buena esperanza de ser un contendiente en 2013 debería tener un sexto abridor en remojo.

Debido a la frecuencia de las lesiones de los lanzadores, es muy raro que un equipo atraviese una temporada completa sin pedir el rescate de un abridor que no comenzó el año en la rotación. El año pasado, 186 pitchers lanzaron al menos 50 entradas como abridores, lo cual promedia un poco más de seis lanzadores por equipo. Aunque el sexto abridor suele comenzar la temporada en la Triple A o como relevista largo, usualmente terminará lanzando casi la mitad de una temporada en cantidad de entradas y su desempeño puede marcar una diferencia significativa en el récord final del equipo.

Por ejemplo, A.J. Griffin no se unió a los Atléticos de Oakland hasta el 24 de junio cuando fue ascendido de la Triple A en Sacramento para reemplazar al lesionado Brandon McCarthy. Procedió a acumular efectividad de 3.06 en 15 aperturas por lo que restaba de la temporada, y los Atléticos se fueron de 12-3 cuando él se subió al montículo. Los Atléticos vencieron a los Vigilantes por el título de la División Oeste de la Liga Americana por un juego. Mientras que ningún jugador en particular puede proclamarse como responsable por el título divisional, es bastante claro que los Atléticos no hubiesen terminado sobre los Vigilantes de Texas si Griffin no hubiese tenido la extraordinaria segunda mitad de temporada que tuvo. Kris Medlen, Michael Fiers, Alex Cobb y Hisashi Iwakuma también hicieron contribuciones significativas para sus equipos luego de sumarse a la rotación a mitad de temporada.

Entonces, ¿qué equipo está preparado para la inevitable necesidad de un sexto lanzador abridor rumbo al 2013? He aquí tres lanzadores que le dan a su equipo la profundidad necesaria y que podrían figurar como una gran pieza de un club ganador aunque no tengan un trabajo al terminar los entrenamientos de primavera:


Rick Porcello, lanzador derecho, Tigres de Detroit

Los rumores de cambio han rondado a Porcello desde que los Tigres volvieron a firmar a Aníbal Sánchez, por lo que parece que Porcello no tiene un puesto para ser abridor al comienzo del año. Él es ciertamente mejor que muchos de los otros lanzadores comprometidos en las rotaciones de otros equipos, por lo que un cambio podría tener sentido. Sin embargo, los Tigres tal vez quisieran considerar quedarse con Porcello para sí mismos.

Doug Fister tuvo dos periodos en la lista de discapacitados el año pasado como resultado de una distensión costocondral y ha tenido 30 aperturas en una temporada sólo en una ocasión en tres temporadas completes de Grandes Ligas. Drew Smyly lanzó solo 117 entradas el año pasado entre la Triple A y las mayores y aún está en un punto en su carrera donde Detroit no va a querer esforzarlo desde tan temprano. Ambos Sánchez y Max Scherzer tienen historiales de lesión.

Detrás de Justin Verlander, hay muchas razones para pensar que los Tigres van a tener que rellenar algunos vacíos de vez en cuando, y la diferencia relativa entre el mejor lanzador disponible luego de Porcello si este es cambiado puede ser extrema.

Casey Crosby sería probablemente el primero en fila para reemplazar a Porcello, y no fue poco el desastre en tres apariciones el año pasado, permitiendo 13 carreras en 12.1 entradas. El control de sus lanzamientos todavía no está al calibre de Grandes Ligas, y tener a Crosby ejecutando alrededor de 100 lanzamientos en cuatro entradas cada cinco días pondría mucha presión sobre un bullpen finito de por sí.

Aunque Porcello puede tener más valor para otro equipo que lo pueda usar como abridor por toda la temporada, los Tigres deberían estar interesados en minimizar el riesgo de perder la división por tener que depender de reemplazos inadecuados si se acumulan las lesiones. Dada la diferencia entre la cualidad de un lanzador como Porcello y las alternativas si es que lo cambian, la mejor apuesta de los Tigres es usar a Porcello como relevista hasta que se presente la necesidad de mudarlo a la rotación.


Chris Capuano, lanzador zurdo, Dodgers de Los Ángeles

Tiene que ser un poco raro para Capuano tener que ir al entrenamiento sin un puesto garantizado en la rotación, pues acaba de completar una de las mejores temporadas de su carrera y se mantuvo saludable durante toda la campaña 2012. Pero, luego de que los Dodgers derrocharon dinero en Zack Greinke y Hyun-Jin Ryu, tras haber conseguido a Josh Beckett en agosto, quizás no exista un lugar para él en la rotación del Día Inaugural, especialmente si Chad Billingsley demuestra que está saludable durante los entrenamientos de primavera.

A pesar del hecho de que puede ser que a Capuano no le puedan prometer un puesto en la rotación del Día Inaugural, los Dodgers no deben apresurarse a reducir la profundidad de su rotación. El dinero claramente no es un problema para la organización, así que no necesitan desplazarlo para ahorrarse los $6 millones que le corresponden en 2013. A pesar que los Dodgers tienen una buena cantidad de abridores detrás de Greinke y Clayton Kershaw, no necesariamente tienen mucha calidad.

Beckett no fue particularmente bueno ni para los Medias Rojas o ni para los Dodgers el año pasado, y precisamente por eso fue que Boston lo cambió a Los Ángeles en primera instancia. La efectividad de 3.61 de Aaron Harang del año pasado parecía como un espejismo comparado con su FIP de 4.14 y el xFIP de 4.95. Ryu es una apuesta arriesgada. Así que aunque los tres estén completamente saludables, las probabilidades son altas de que uno de ellos no lance bien en 2013.

Desde una perspectiva de desempeño, no es totalmente alocado pensar que Capuano podría ser el tercer o cuarto mejor pitcher de los Dodgers el año que viene, aunque comience la temporada en el bullpen. Tenerlo cerca no sólo les da profundidad en caso de una lesión, sino que también les permitiría mejorar un hueco débil en la rotación durante la temporada.


Chris Archer, lanzador abridor, Rays de Tampa Bay

Los Rays han sido notorios por contar con profundidad en el pitcheo. A pesar de que cambiaron a James Shields a Kansas City, todavía tienen demasiados brazos buenos para acomodarlos a todos en la rotación. Ahora mismo, el derecho tirapiedras está afuera mirando hacia dentro, pero Archer mostró destellos de que puede ser dominante en su debut del año pasado y le provee a los Rays otra opción tentadora para el verano si decae uno de sus brazos jóvenes.

No le presten mucha atención a su efectividad de 4.60; es el porcentaje de ponches de 29.5 de sus 29 entradas en Grandes Ligas lo que debería impresionar. Para referencia, Max Scherzer lideró a todos los abridores calificados de las mayores en ponches durante el 2012 con un 29.4 por ciento. No debe esperarse que Archer mantenga ese desempeño durante toda una temporada como abridor, pero sus cualidades dominantes en la lomita le deberían permitir ser un reemplazo excelente cuando Tampa Bay necesite darle un descanso a alguno de sus lanzadores jóvenes.

Los Rays siempre le han dado mucho valor a poder contar con más de cinco buenos abridores, y aún son ricos en el pitcheo joven incluso luego de haber cambiado a Shields. El no tener que depender de un veterano mediocre de Triple A o pagar de más por alquilar a un lanzador en la fecha límite ha sido una de las claves del éxito sostenido del equipo y parece estar preparado para volver a tomar ventaja de esa fortaleza.

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