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Interrupciones desiguales

PHOENIX -- El Clásico Mundial de Béisbol significa cosas diferentes para gente diferente. Para el comisionado de Grandes Ligas Bud Selig, es una oportunidad de espacir el evangelio del béisbol a mercados internacionales y extender el alcance del deporte en gran forma. Para Adrián González, Miguel Cabrera, Robinson Canó y otras estrellas, es una oportunidad de representar sus países con orgullo en un escenario internacional.

Para el manager de Milwaukee Ron Roenicke, el WBC significa hacer planes para el calendario de la Liga del Cactus a pesar de tener grandes huecos por la ausencia de su primer y segundo abridor, su cerrador, sus dos receptores y su mejor bateador y candidato permanente al premio de JMV. En resumen, al menos para los Cerveceros, es un gran simulacro de incendio.

El béisbol de Grandes Ligas promueve el WBC como un esfuerzo colaborativo que puede aumentar la audiencia global del deporte, los ingresos y la cantera de talento. Pero cuando llega el momento de suplir el material para el mismo -- los cuerpos calientes -- algunos equipos están dando mucho más que otros.

Cuando las Grandes Ligas dieron a conocer las plantillas finales del WBC esta semana, la organización de Milwaukee quedó bien representada, por decirlo de alguna manera. La lista de peloteros de los Cerveceros que irán al Clásico incluye al jardinero Ryan Braun y el receptor Jonathan Lucroy por Estados Unidos; los lanzadores Yovani Gallardo y Marco Estrada por México; los relevistas John Axford y Jim Henderson, el jugador del cuadro Taylor Green y el jardinero Rene Tosoni por Canadá; el antesalista Mike Walker por Australia; el receptor Martín Maldonado e pitcher Hiram Burgos por Puerto Rico; el torpedero Hainley Statia por Holanda; y el campocorto Jeff Bianchi por Italia.

Eso suma 13 peloteros de los Cerveceros que podrían desaparecerse de los entrenamientos primaverales del equipo por un period que podría desde una semana hasta más de 15 días, dependiendo de lo lejos que lleguen sus equipos. En un punto, pudieron haber sido hasta 15 peloteros de los Cerveceros en camino al Clásico. Pero el jardinero central Carlos Gómez decidió no acudir a la cita por la República Dominicana, mientras que el lanzador Nick Bucci se retiró del equipo canadiense por una lesión menor en el hombro.

Roenicke está intentando poner su mejor cara y ser lo más diplomático posible, para no lucir como anticuado o anti patriótico. Pero sí admite que su primavera tendrá muchos retos por la gran cantidad de jugadores que entrarán y saldrán del equipo.

"No tenemos problemas con que los jugadores vayan al Clásico, y entendemos sus razones para jugar", dijo Roenicke. "Pero lo que pasa es que nuestro equipo tendrá que entregar muchos jugadores, y eso nos hace las cosas más difíciles".

Los Cerveceros no son la única organiación en hacer su parte para cumplir con el torneo internacional. Los Mellizos de Minnesota también estarán enviando 13 peloteros, incluuyendo a sus jugadores franquicia Joe Mauer y Justin Morneau. Y los Gigantes de San Francisco y los Filis de Filadelfia tendrán 10 representantes cada uno, a pesar que el único jugador de importancia que perderán los Filis será su torpedero Jimmy Rollins.

En el otro lado del espectro, los Marlins de Miami y los Angelinos de Los Angeles enviarán tres, mientras que David Wright y el receptor de liga menor Francisco Peña son los únicos representantes de los Mets de Nueva York.

El Clásico comenzará a principios de marzo con rondas al estilo todos contra todos en Japón, Taiwan, Puerto Rico y Phoenix. Los partidos en la segunda ronda se llevarán a cabo en Tokio y Miami desde el 8 hasta el 16 de marzo, y las semifinales y el juego final por el campeonato se celebrarán en el AT&T Park en San Francisco del 17 al 19 de marzo.

Como han dicho varios ejecutivos, los equipos no dictan cuales jugadores enviarán al Clásico. A ellos les llegan los pedidos de los jugadores por cada país, y ellos están obligados a dejarlos ir, o intentar, de forma callada, disuadirlos de que no vayan.

"Es casi como la suerte en un sorteo", dijo el gerente de los Gigantes Brian Sabean. "¿Cuántos jugadores tienes en tu plantilla de 25 o 40 peloteros que son de ciertos países? Da la casualidad que tenemos representantes de varios países en nuestro equipo".

Sin embargo, la desigualdad aparente en las plantillas del Clásico nos lleva a una pregunta obvia: ¿Es injusto que algunos equipos tengan que lidiar con la ausencia de tantos peloteros de sus entrenamientos para irse a jugar en el Clásico, mientras que otras plantillas casi no fueron tocadas?

Managers y ejecutivos tienen un temor natural de que los jugadores que van al Clásico se lesionen. Esa preocupación es más evidente con los lanzadores, quienes podrían verse tentados a aumentar un poco su velocidad antes de estar listos y que sean candidatos principales a lastimarse en los entrenamientos primaverales.

Como regla, los equipos ponderan sus preocupaciones inmediatas y a largo plazo para tratar de acomodar los deseos individuales de los jugadores. Pero puede ser un balance delicado.

"Es algo que distrae a tu equipo, pero tienes que morderte la lengua por el deporte", dijo el gerente de los Cachorros de Chicago Jed Hoyer. "Como jugador, ¿querrías participar en un partido de escuadra dividida en Peoria o jugar en un gran estadio por tu país? Es algo obvio. Así que como equipo, uno tiene que aceptar eso y darse cuenta que es por el bien del deporte. Pero aun así yo no querría tener a 13 o 14 peloteros menos que se vayan al Clásico".

El béisbol ha impuesto algunos límites para la participación en el Clásico -- al menos a nivel general. Los equipos pueden trazar la línea hasta 10 jugadores de su plantilla de 40 peloteros, y 14 jugadores en total de la organización. Pero si un equipo no tiene inconvenientes con enviar más de 14 peloteros, está libre de poder hacerlo.

Por el contrario, cada organización no está obligada a tener un participante en el Clásico. Todo se reduce a las formas en que las federaciones nacionales seleccionan sus plantillas y cuales jugadores acepten las invitaciones.

Incluso el gerente de Milwaukee Doug Melvin, cuyo equipo ha sido uno de los más afectados por las ausencias por el Clásico, entiende la necesidad de ser altruísta. Luego que las Grandes Ligas entrega el dinero de los premios a los jugadores participantes, los fondos sobrantes del Clásico se reinvierten en las federaciones globales del béisbol para el desarrollo del deporte. Si el béisbol quiere promover el crecimiento del juego en sitios como Sudáfrica, Italia, Holanda y otros mercados emergentes, el Clásico es un gran componente en ese esfuerzo.

Melvin, natural de Canadá, también entiende el sentimiento que algunos jugadores experimentan cuando reciben el llamado para jugar en el Clásico. Eso es particularmente cierto con peloteros no estelares que quizás nunca tengan la oportunidad de lucirse en un escenario tan grande como ese.

"Al crecer en Canadá, la meta era tratar de jugar en Grandes Ligas", dijo Melvin. "Con el Clásico, uno siente que estás representando a tu país en un ambiente como de Juegos Olímpicos. Nuestros muchachos están muy emocionados. Tenemos un chico llamado Shawn Zarraga quien se lesionó y no podrá jugar por Holanda, y estaba descorazonado. Su sueño era jugar en el Clásico. ¿Por qué no le iba a interesar la oportunidad de jugar contra algunos de los mejores peloteros en el deporte?"

Algunos jugadores veteranos decidieron no participar en el Clásico por una gran variedad de razones. Nick Swisher decline una invitación a jugar por Italia porque quería estar toda la primavera acostumbrándose a su nuevo ambiente de trabajo en los entrenamientos de Cleveland. Andy Pettitte estaba a punto de jugar por EEUU hasta que los Yankees le dieron unos fuertes indicios de que él quizás debía reorganizar sus prioridades. Y el primera base de Cincinnati Joey Votto está en la plantilla de Canadá, pero no está asegurada su participación porque los Rojos siguen monitoreando la condición de su rodilla rehabilitada.

El jardinero de San Diego Chris Denorfia, natural de Connecticut, dijo que está orgulloso de participar por Italia debido a su patrimonio familiar. Denorfia piensa además que la percepción de que el Clásico es una "interrupción" es un poco exagerada.

"En su mayor parte, no es diferente a un día normal de los entrenamientos primaverales, excepto que los partidos significan algo", dijo Denorfia. "Desde el momento que uno llega allí en las mañanas, obtenemos nuestro tratamiento. Hacemos nuestros ejercicios. Tomamos prácticas de bateo. Es el mismo día que aca. Solo que tienes puesto un uniforme diferente".

Algunas veces el vacío de talento en los entrenamientos puede significar una oportunidad. Los Gigantes estarán enviando a los relevistas Sergio Romo, Santiago Casilla, Jeremy Affeldt y José Mijares al Clásico, y Sabean dijo que esas ausencias podrían darle a Chad Gaudin, Scott Proctor, Dan Runzler y a otros lanzadores que están compitiendo por el puesto No. 12 en el cuerpo de lanzadores la oportunidad de lanzar en situaciones de mayor calidad y causar una buena impresión.

Melvin y el gerente de los Rojos Walt Jocketty son amigos cercanos, así que la participación de los jugadores de sus respectivos equipos en el Clásico ha sido mencionada en sus conversaciones un par de veces. Cincinnati tiene siete jugadores en las plantilas finales del Clásico. Pero a menos que Votto juegue, el intermedista Brandon Phillips y el relevista Alfredo Simón serán los únicos participantes del Clásico que pertenezcan al roster de 25 peloteros de los Rojos.

"Yo hablé con Doug y me estaba quejando de mis dos peloteros ausentes, y él me dijo, '¡Por favor!'", dijo Jocketty. "Él me dijo, 'No quiero escucharlo'".

¿Acaso Jocketty le daría apoyo a algún tipo de cambio que asegure que los equipos de Grandes Ligas pierdan peloteros en cantidades similares? Se rió.

"Para años futuros", dijo. "No para este año".

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