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La otra cara de Maravilla Martínez

LAS VEGAS -- El hombre que enfrentará a Julio César Chávez Jr. este sábado 15 de septiembre es, además, un fenómeno popular en la Argentina.

No sabe todavía si él eligió al boxeo, o si el boxeo lo eligió a él. después de todo, es, apenas, un hombre que todavía se plantea este tipo de dudas. Un hombre que, a los 37 años de edad, comprueba que se le siguen abriendo puertas. Vivir, después de todo, eseditar, elegir, aceptar y renuncar. Un camino nos lleva a otro, pero al mismo tiempo nos distancia de otro del cual, quizás, jamás tendremos idea...

Sergio Gabriel Martínez, nacido en Quilmes, provincia de Buenos Aires, el 21 de febrero de 1975, comenzó jugando al fútbol, hasta que se metió en un gimnasio de boxeo, logró varias coronas mundiales y hasta qcomenzó a hacer "stand up", a escribir, a ser promotor de boxeo,y hasta modelo pblicitario. ¿Qué hay detrás de él, de su imagen y de su carrera? Los números indican que ganó 49 peleas, con 28 nocauts, dos derrotas y dos empates, pero los numeros no pueden certificar otras cosas de su peculiar historia.

Su condición de figura en la división de los medianos -- que ha reconocido la revista The Ring, como verdadero campeón lineal -- tiene fuertes raíces en el boxeo argentino, incluyendo una vieja gloria de los años cincuenta que jamás tuvo la oportunidad mundial, como Eduardo Lausse, pasando por la figura de Juan Domingo Martillo Roldán -- figura en Las Vegas y el único hombre que le provocó una caída oficial a Marvin Hagler -- y sin contar, claro, al más grande del boxeo argentino, Carlos Monzón, y a otros dos campeones mundiales, como Hugo Pastor Corro y Jorge Castro, Locomotora, tal vez antes de Maravilla, la figura más carismática del boxeo argentino de los últimos años.

Martínez es además el campeón Emérito del Consejo Mundial, luego de haber renunciado a su título regular.

"Y ese es ahora mi sueño", afirma. "Volver a recuperar lo que es mío".

Sergio Martínez Esta es la pelea que vengo esperando desde que me calcé un par de guantes la primera vez. Esta será la gran noche de mi vida de boxeador y nada podrá impedir mi objetivo.

-- Sergio Martínez sobre su pelea ante Julio César Chávez Jr.

Fue su tío quien lo convenció de que tenía que entrenar, porque con sólo verlo se dio cuenta de que como boxeador iba a ser una maravilla, un campeón mundial. Y fue su madre, la hermana de Paniagua, la que al principio se negó, hasta que él, siento apenas un adolescente, decidió tomar el toro por las astas.

"Señora", le dijo a su madre. "Yo a este hogar aporto un poco de dinero, y entonces siento que estoy autorizado a tomar mis propias decisiones y he tomado la decisión de que voy a ser boxeador". Y así comenzó a meterse en este mundo de guantes.

"[En el boxeo es] donde soy un gladiador, como aquellos de los tiempos romanos que, bañados en sangre, complacían a los poderosos. Es mi destino, y lo acepto, aunque a veces no entiendo por qué debo dañar al otro, dominar su carne, machucar sus huesos y dominarlo para quedarme tranquilo, para saciar mi sed..."

En la Argentina fue descubierto casi de golpe. Se fue a vivir a España hace una década con un papelito en el que figuraba el teléfono de otro boxeador: Pablo Sarmiento.

Luego de perder algunos aviones y un par de valijas, llegó a la casa de quien hoy es su técnico.

"Cuando me dijo que hablaba Martínez, me pregunté quién era, ni me acordaba", cuenta Pablo. "Luego comprendí quien era y bueno... aquí estamos, juntos, unidos y muy amigos" .

Cuando llegó a España comenzó a trabajar como gaurdia de seguridad en un lugar nocturno, pero como además luego tenía todo el tiempo libre, comenzó a entrenar, a dar clases de boxeo y finalmente, hizo su debur profesional en Barcelona el 26 de abril de 2002, una pelea a 6 asaltos que fue victoria por puntos sobre Alvaro Moreno.

Martínez con esa actuación en España, comenzó una trayectoria que pocos conocieron en su Argentina. Fue a través de un reportaje en televisión que le hizo Alejandro Fantino, en donde se expuso más mediáticamente su historia.

Comenzaron a llamarlo de todos los programas de radio, grandes y pequeños.

EL GRAN GOLPE

La verdadera fama de Martínez fuera del boxeo, irónicamente comenzó en el ring.

¿Qué precisa un boxeador para meterse en la historia? Un gran nocaut. En el boxeo argentino, el derechazo de Carlos Monzón a Nino Bevenuti es una marca registrada. De la misma forma que ningún aficionado al boxeo puede olvidar el cross de Rocky Marciano a Jersey Joe Walcott, para dar un ejemplo. Eso fue lo que, a su manera, logró Maravilla Martínez cuando se enfrentó por segunda vez a Paul Williams.

En la primera ocasión, ya con el argentino en peso mediano, fue al suelo ante Williams, y luego tuvo a su rival al borde del KO. Sin embargo, ese 5 de diciembre de 2009, perdió por puntos en una decisión que todavía hoy se discute. La pelea fue considerada por muchos La Pelea del Año.

La revancha fue extraordinaria para Martínez, ya que el 20 de noviembre de 2010, en Atlantic City, con un solo golpe, una izquierda cruzada y que muchos no vieron -- incluyendo a Williams, claro -- logró un nocaut que fue considerado, justamente, El KO del Año. Ese golpe, esa caída de Williams y esa victoria, se convirtieron en un flash televisivo que se vio hasta el cansancio en la Argentina y que marcó a fondo a los aficionados. Este hombre, que es capaz de escribir, es también capaz de noquear de una sola mano.

Y, así como ese triunfo ante Williams lo catapultó a la fama, también ingresó a una "selecta minoría" de famosos cuando el famoso conductor de la televisión Argentina Marcelo Tinelli lo llamó para intervenir en Bel programa Bailando por un Sueño, un espectáculo que es tope en la televisión de ese país.

"Ahora ya no va a ser el mismo, está loco, se olvida de que es boxeador", fue el comentario unánime de los críticos. Sin embargo, Martínez aceptó el reto, participó en apenas dos programas y luego se fue a concentrar para la pelea con Chávez Jr. Había logrado el objetivo: ser más popular todavía, porque ahora lo conocía un grupo femenino que ni siquiera sabían que existía como boxeador.

Sampson Lewkovicz Cuando se lo ofrecí a Bob Arum, dijo que no, cuando lo hablé con Oscar de la Hoya, tampoco; finalmente Lou DiBella comprendió que estábamos en presencia de un fenómeno.

-- Sampson Lewkovicz, aseosr de Martínez.

"Logramos ubicarlo ante un público diferente al boxeo, en donde hay mayoría de mujeres, ahora es más popular que nunca y eso es parte de su beneficio económico", dice Miguel de Pablos, un español de 37 años con quien comparte muchos negocios. "Nosotros tenemos en claro de que el boxeo no es para siempre. Por eso hemos lanzado una línea de ropa que lleva su nombre, por eso estamos empezando a programar boxeo en España, buscando futuros campeones y por eso también sabemos que todo esto es un hermoso sueño, del que en algún momento vamos a despertar".

Esta estrategia se aplicó también en el mercado norteamericano y mexicano.

"Cuando surgió la posibilidad de ayudar a una niña que había sufrido el bullying escolar, Monique McClain, Martínez aceptó de inmediato, pues él mismo había sufrido algo similar cuando era niño", dice De Pablos. "Lo que no medimos, porque no fue especulación alguna, fue que ello también iba a repercutir en otro público. En cada visita a una hospital o a una escuela, Sergio fue comenzando a ganarse fanáticos que antes quizás no sabían de boxeo, pero esto fue espontáneo, lo fuimos aprendiendo con la práctica".

TRABAJO Y PLACER

Se levanta todos los días a las 4:30 de la madrugada para correr hasta las 7:00; luego descansa. Pasa por el gimnasio para volver a su casa de Oxnard al mediodía. Almuerza, duerme hasta las 3:30 y se marcha nuevamente al gimnasio. Cuando regresa a su casa, a las 6.45, le queda la cena y luego irse a dormir.

"Pero a todo esto hay que sumar no menos de cinco pedidos diarios de entrevistas", afirma Ana Georgina Baeza, quién es su secretaria y coordinadora del campamento. "La nota más atrevida que brindó fue cuando posó desnudo para ESPN The Magazine".

"Sergio, Pablo Sarmiento y yo compartimos la misma casa, que incluye mi oficina, cuatro baños y una gran cocina. Hay lugar para seis peronas como mínimo. Sergio posee dos celulares y una computadora. Le encanta recibir mensajes a través de twitter (@maravillabox) y por correo elecrónico. De hecho, escribe para una revista de boxeo mensual de Argentina, Ring Side, y se preocupa por entregar su material a tiempo y en forma, pero relee todo lo escrito para que no haya ningún error", cuenta Ana.

Martínez, a quien desde sus comienzos se lo conoce por "Maravilla", seudónimo que le puso Luis Blanco, un jurado de boxeo que luego comenzó a hacer comentarios radiales en Quilmes, una provincia de Buenos Aires, es así: obsesionado y profesional en todo lo que le toca hacer. Ya sea bailar, escribir una nota o cuidar su vida privada.

"Me preguntan a veces por mi vida sexual", dice avergonzado Martínez. "¿Y qué puedo decir yo? Simplemente que cuando estoy cerca de una pelea, me olvido de todo, puesto que desgasto tanta energía que me convierto en un abstemio absoluto. De sexo, claro, porque el alcohol no lo pruebo jamás".

Pablo Sarmiento le prepara personalmente el desayuno: cereales con leche, jugos de frutas, una clara de huevo con queso y un poco de pechuga de pavo. El café, muy poco y menos en tiempos de entenamiento. Hiperactivo, suele tener insomnio algunas veces.

Mi madre dice que tengo el mal de San Vito, porque no puedo quedarme quieto un solo momento, es más fuerte que yo", afirma.

Su comida favorita, como buen argentino es la carne asada y una de sus pasiones es estudiar a boxeadores de otros tiempos.

"De todos se aprende algo, y entre mis favoritos está Pernell Withaker, a mi me gusta boxear como él, pero agregándole una cuota de agresividad que él no poseía. ¿Mayweather? Me saco el sombrero, un genio. ¿Monzón? Ya con que pongan un poco cerca mi nombre a su lado, es extraordinario para mi, porque Carlos es uno de mis más grandes ídolos".

Cuando combate, su casa se abre de par en par y más de un centenar de vecinos y amigos van a presenciar la pelea por televisión.

"Es increíble lo que puede la popularidad", dice, riendo. "La otra vez me encontré con... no se, más de veinte primos que nunca antes había conocido, y amigos de los que jamás recuerdo haber hablado. Y muchos me dicen, 'acordate que cuando no te conocía nadie yo estaba a tu lado'. Un día me cansé, y me escapé de casa para estar solo, y cuando volví eché a la mayoría", agrega con un tono ligeramente madrileño, producto de su estadía en España, durante casi una década.

Sampson Lewkowicz, asesor personal de Martínez, un uruguayo que lleva muchos años en los Estados Unidos, siente que está ante una figura cuyos límites todavía no se pueden conocer.

"Cuando se lo ofrecí a Bob Arum, dijo que no, cuando lo hablé con Oscar de la Hoya, tampoco; finalmente Lou DiBella comprendió que estábamos en presencia de un fenómeno. Eso se va a notar cuando pelee con Chávez Jr. Arum, muchas veces, desechó a Martínez no solamente porque sabe que Sergio puede derrotar a Julio, sino también porque no confía en el poder de venta de pay per view de Martínez, pero es un error y eso se conocerá el 15 de septiembre. Martínez tiene una carga emocional muy fuerte con un público que no es de boxeo, pero que quiere verlo".

Se calcula que unos cinco mil argentinos estarán presentes en el Thomas & Mack Center el sábado en Las Vegas. En Argentina se supo que Susana Giménez, una de las más importantes divas de la televisión, estará presente en la pelea y, de inmediato, se puso en marcha a través de las redes sociales la posibilidad de un romance. Susana fue pareja de Monzón desde comienzos de 1974, cuando rodaron juntos la película "La Mary" hasta poco despuès de 1977, cuando él se retiró del boxeo tras vencer a Rodrigo Valdez, cerrando así un ciclo de 14 defensas de la corona de los medianos, record absoluto en ese momento. Martínez desechó la idea. "De hecho, podrían relacionarme con la nieta de Susana", afirmó.

De paso consignemos que en todos estos últimos tiempos, nunca tuvo un romance oficial o público.

RIVAL DE CUIDADO

Chávez Jr., el campeón oficial del Consejo Mundial de Boxeo, tiene 26 años, once menos que el argentino. Es más alto, ya que mide 1,83m contra los 1,78m de Martínez. Chávez tiene una campañá similar a la de su rival en materia de peleas, con 46 victorias y un empate, y 32 KO. Pero para el argentino medio, las eventuales ventajas físicas que puede tener el boxeador mexicano no cuentan. Se calcula que el país se va a pararlizar la noche del sábado.

Oobsesivo, poseedor de un estado físico perfecto, y con el apoyo de todo un país, Maravilla Martínez está listo para subir al ring.

"Esta es la pelea que vengo esperando desde que me calcé un par de guantes la primera vez. Esta será la gran noche de mi vida de boxeador y nada podrá impedir mi objetivo". Como escribió en su último artículo, "Este 15 de septiembre será otra fecha inolvidable para mi. Para el chico de Claypole, de Quilmes y de Madrid. Será inolvidable porque más de 40 millones de puños se alzarán conmigo gritando Victoria con mayúscula. Millones de mi tierra, de mi raza. Lo haremos posible entre todos. Lo haré posible por todos. Hasta la Victoria siempre".

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