Salvador Rodríguez 11y

El extraño caso de Rigondeaux

MÉXICO -- Guillermo Rigondeaux apareció por primera vez en algunas listas de los 10 mejores libra por libra del mundo, no debe ser extraño para alguien que siempre ocupó esos sitios cuando fue peleador amateur. Tampoco era extraño que nadie quisiera enfrentarlo, como también lo es ahora.

"A mis 81 años, probablemente tendré que hacer mi mejor trabajo como promotor", dijo Bob Arum hace unos días, promotor de Rigondeaux, el 'Chacal'. "Cuando se para y pelea, muestra su poder y muchas habilidades, pero cuando corre, hace muy poco vistosas las peleas", agregó.

Arum habla como promotor y debe cumplir la exigencia de patrocinadores, aficionados y una cadena poderosa como HBO. Si Rigondeaux fuera un Pacquiao, un Márquez, un Ríos, se vendería como pan caliente, pero no es así. 'Rigo' es un peleador diferente.

"La mayor parte de las veces que lo hemos obligado a que haga una defensa mandatoria, la mayoría de las veces nadie quiere pelear con él", agregó Gilberto Mendoza Jr., quien señala que pelear por un título suele ser una oportunidad de oro, aunque ante Rigondeaux pareciera lo contrario.

"Por lo pronto no tiene una defensa mandatoria, pero cuando la tenga, lo obligaremos a hacerla", agregó Gilbertico a ESPN, sobre el extraordinario caso de Guillermo Rigondeaux, que ha brillado tanto como en el terreno amateur, donde sacarlo como enemigo en la primera ronda era, la mayoría de las veces, quedar eliminado.

A diferencia de otros excelsos peleadores como Floyd Mayweather, el problema es que a Guillermo lo tildan de un peleador correlón y no un artista. A Rigondeaux se le juzga diferente porque no tiene nombre, porque su historia apenas comienza y no tiene la infraestructura que luego de 16 años de profesionalismo ha alcanzado Floyd.

Abucheos puede haber, y los hubo, para ambos, la diferencia es que Floyd se pudo embolsar, al menos, 32 millones de dólares por ganarle fácilmente a Robert Guerrero y el 'Chacal' no ganó ni la décima parte por ganarle, de la misma forma, más allá de una caída en el noveno asalto, a Nonito Donaire, el considerado mejor 122 libras del mundo.

Así es la complicada vida profesional de Rigondeaux, un peleador extraordinario que refleja la esencia del boxeo: golpear sin ser golpeado, pero que hoy, como alguna vez tuvo que hacer Juan Manuel Márquez, debería pararse de vez en vez para llenarle el ojo a todo público y entrarle directo a la ronda de los millones de dólares ahora que ha entrado en un etapa de madurez personal importante.

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