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Unos pesitos para el Huachipato

Campanazo del equipo chileno en Porto Alegre EFE

BUENOS AIRES -- Queridos lectores, la Copa Libertadores comenzó con todo. Hay muchas sorpresas. Muchos equipos que sorprenden y juegan muy bien. También es cierto que, como cada año, llegan a la Copa un montón de clubes que practicamente desconocemos.

Sin embargo, estos equipos bolivianos, mexicanos, chilenos e incluso ecuatorianos le dan un color y una emotividad que hace que este evento sea el más importante del planeta a nivel fútbol.

Conocer a algunos equipos y desconocer a otros genera muchas especulaciones. ¿El Toluca está para campeón?

¿Huachipato, el joven equipo chileno, podrá llegar a instancias decisivas? ¿Y qué me dicen del Tolima? The Strongest, sin ir más lejos, le ganó con mucha autoridad a un desconocido equipo de Alfaro, Arsenal.

En este mar de dudas y de imprecisiones, apareció en el barrio de Once un lindo juego. Una especie de Prode espontáneo y en vivo que invita a los osados transeúntes a apostar mientras miran el partido por los televisores.

La Copa Libertadores es motivo de todo y a nadie sorprende este tipo de entretenimientos. Hoy, pasarán en vivo el partido entre Peñarol y Emelec, el que gane será puntero del grupo casi con seguridad.

Por Rivadavia a la altura de Saavedra, me paró un hombre petisito, a la entrada de una galería y me dijo. "Muchacho, apueste en la Copa Libertadores". Más de diez mil dólares si acierta al campeón.

Falta mucho para eso, pero me daban cien pesos si acertaba al ganador del partido. Cincuenta pesos si el partido resultaba en un empate.

Entré para ver de qué se trataba y conocer más sobre el juego. No soy apostador. Pero por esta vez, me interesé. Llegué a un local que había sacado su vidriera y en su lugar habían colocado un televisor gigante. Se anunciaban los duelos por venir. Y luego se hacía un repaso informativo de cada equipo. Esto me pareció muy interesante.

Había en estos breves informes demasiado interés por destacar a los equipos mexicanos y brasileños. Sin embargo, en medio de este oleaje informativo, me llamó mucho la atención de un equipo chileno que había ganado en Brasil, al mismo Gremio. Huachipato. Un equipo practicamente desconocido para el público argentino.

- Señor, ¿quiere apostar unos billetes al gran equipo chileno?
- No sé casi nada de él, -le respondí.
- No importa, ahora pasarán el partido que jugó contra el Gremio. Usted decida tranquilo. Me dijo el joven que levantaba las apuestas.

El muchacho volvió a la carga con otra proposición.
- Y, ¿qué le parece Peñarol?
- ¡No! A Peñarol, no le tengo mucha fe, muchacho.

Me di vuelta y seguí mi camino. El Huachipato me había quedado dando vueltas en las cabeza. No sé por qué extraño presentimiento intuí que podría llegar a instancias decisivas de la Copa.

La próxima vez que ande por esa galería de Once, voy a apostarle unos billetes.