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At. Mineiro y Ronaldinho son finalistas

Ronaldinho se abraza con Tardelli. Scocco y Figueroa sufren. Atlético Mineiro ganó y jugará la final Getty Images

BUENOS AIRES -- Aquella postal final de Rosario, exultante, con hinchas y jugadores locales celebrando desmesuradamente, finalmente resultó exagerada.

Lo intuímos y lo escribimos en ESPN.COM hace apenas una semana. Y no nos jactamos del acierto, porque la historia bien pudo tener otro final, y tan así es que la serie se resolvió estrechamente por penales.

Resaltamos en aquella oportunidad las palabras del Tata Martino, advirtiendo que la llave estaba abierta. Lógica pura. Nunca es bueno descorchar antes de tiempo.

Entonces, señores, Atlético Mineiro fue "el último en reír". Es que los de Belo Horizonte ganaron 2-0 en el Estadio Independencia y forzaron una definición por tiros desde el punto del penal. Allí, un 3-2 dramático les dio el pase a las finales que disputarán ante Olimpia de Paraguay.

Newell´s se va de una Copa Libertadores que transitó de manera irregular. ¿Cómo? Veamos. En la fase de grupos finalizó 2º (pasó apenas por diferencia de goles sobre Universidad de Chile), ganó 3 partidos y perdió 3, con 11 goles a favor y 10 en contra. En los octavos de final, pasó a Vélez por el gol de visitante. En los cuartos, superó a Boca por penales tras dos empates. Y ahora, en semi, terminó cayendo por esa misma vía. En suma, jugó 12 partidos, ganó 5, empató 2, perdió 5. Metió 15 goles y le convirtieron 14. Por los números, nada para reclamar tras la eliminación. Claramente, no hubiesen sido las estadísticas normales para un finalista.

Pero vayamos al desarrollo del segundo capítulo, ese que le dio el pasaje "a los de Ronaldinho".

UN GOLPE PREMATURO Y EXACTO

Todavía no se habían acomodado en el campo cuando los visitantes (Guzmán y Vergini) se equivocaron en la salida. Fue letal. Tardelli se la dio a Ronaldinho, y "Dinho" metió un pase exquisito para la diagonal de un Bernard que le ganó a los zagueros y, de zurda, por bajo, la mandó a la red (la jugada fue idéntica a una en Rosario, pero aquella vez Guzmán le ganó el mano a mano a Bernard).

Iban apenas 3 minutos y Mineiro encontraba la conquista que le permitiría no jugar "desesperado". Y eso equivalía a atacar sin regalarse. Era mucho lo conseguido. Porque este equipo brasileño, si deja grandes espacios, es frágil defendiendo. Ahora le quedaban 87 minutos para buscar un tanto más y forzar los penales. ¿Lo lograría?

El resto del primer tiempo fue un monólogo del "Galo". Que buscó con la ambición que no había tenido en la ida, y que generó las chances suficientes como para ampliar el marcador. Pero se encontró con Guzmán, que tapaba con aciertos el desorden defensivo de los suyos.

Heinze sufrió una violenta infracción de Pierre y debió salir lesionado. Su rodilla derecha dijo basta a los 26, y hay pronóstico de larga inactividad. Guzmán también quedó herido un rato después tras chocar con Tardelli. Los infortunios perseguían a Newell´s, que además no podía frenar a un Tardelli pleno de dinámica y a un escurridizo Bernard.

La primera mitad finalizó con resultado cerrado de 1-0, y si bien Newell´s tuvo un par de chances, podría decirse que el score no le caía nada mal, menos aún por lo expuesto en el campo.

SE CORTÓ LA LUZ, SE ILUMINÓ GUILHERME

El complemento no resultó lo que la mayoría preveía.

Atlético Mineiro empujaba, pero chocaba. Iba, pero sin ideas. Y no generaba peligro.

Newell´s tenía el partido controlado e, incluso, desperdició un contragolpe que pudo haber sentenciado todo. Pero Casco, a los 54, se cayó ante Víctor y no pudo dar la estocada final a una jugada casi perfecta.

Los gestos de Ronaldinho, otra vez, resumían lo que ocurría. En Rosario le pedía a sus compañeros que se adelanten; aquí consultaba cada tanto la hora, sabiendo que el tiempo se escurría, y también la clasificación.

A los 78, ocurrió lo imprevisto. ¿O fue previsto? Nunca lo sabremos. ¿Qué pasó? Bajó la tensión de las luces, y el juez uruguayo Roberto Silvera suspendió momentáneamente el match.

El regreso, un verdadero sprint final, subió las revoluciones de ambos conjuntos. Y también las de la gente afuera, que despertó de su letargo y comenzó a "bramar", casi suplicando por el gol que faltaba.

Faltando menos de 10 minutos, Cuca apostó fuerte, diríamos muy fuerte: sacó a Tardelli y Bernard, y puso a Luan y Guilherme.

Y acertó: casi sobre la hora Guilherme "recibió" un rechazo defectuoso de Mateo, y metió un derechazo bajo, desde fuera del área, que Guzmán no pudo parar.

Gol. 2-0. Todo igualado. ¿Era justo? Si fuese boxeo, las tarjetas de los jurados le hubiesen dado una ventaja mínima a Newell´s tras los 180. Pero es fútbol. Entonces, a los penales.

LA ALEGRÍA FUE SÓLO BRASILEÑA

Y allí, tras 10 disparos que sólo tuvieron el 50% de efectividad general, Mineiro ganó 3-2.

Ronaldinho metió el último; y Maxi Rodríguez falló, como también lo habían hecho Milton Casco y Rinaldo Cruzado.

Hay fiesta en Belo Horizonte: Atlético Mineiro es finalista de la Copa Libertadores de América por primera vez en su historia. Newell´s, que nunca fue campeón, no pudo arribar a su tercera definición (fue Subcampeón en 1988 y 1992).

La imagen, ahora, es muy distinta a la de Rosario porque Mineiro fue el último en reír: los enormes dientes de Ronaldinho y su inconfundible sonrisa acaparan la última foto de esta serie semifinal.