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Sigue la polémica en torno a Suárez

LONDRES -- Luis Suárez está descubriendo lo difícil que es reparar una reputación dañada.

Llegó al Liverpool con el apodo del "Caníbal de Ajax", en referencia a un incidente que involucró una mordida en Holanda. Además, tenía ya el antecedente de su expulsión del partido de los cuartos de final de Sudáfrica 2010, cuando evitó un gol contra Uruguay mediante una mano flagrante.

Y en Inglaterra, la controversia parece perseguirlo.

El martes se cumplió exactamente un año desde que el delantero uruguayo reabrió el tema de las tensiones raciales en la Liga Premier, tras sus comentarios contra Patrice Evra, del Manchester United.

Ahora, Suárez está en el ojo de un nuevo huracán de controversia. Muchos lo consideran el principal exponente de una ola de simulación de faltas que ha ido creciendo en la Premier.

La controversia sobre Evra y los comentarios considerados racistas duró meses, luego que Liverpool rechazó las sanciones y Suárez se negó a estrechar la mano de su rival en el partido siguiente, lo que causó casi tantas críticas como la confrontación original.

El intento del Liverpool por dejar atrás aquel conflicto al comienzo de esta temporada parece haber funcionado.

"Me callo y olvido", dijo Suárez en agosto. "Quiero dejar eso ahora".

Una buena productividad, que lo convirtió en el principal goleador del Liverpool en la campaña, ayudó a acallar las críticas.

Pero ahora, la atención se centra en las críticas que le han dirigido rivales y autoridades deportivas. Señalan que Suárez suele arrojarse al suelo para simular que le cometen faltas en busca de que se sancionen penales y tiros libres.

El técnico del Liverpool, Brendan Rodgers, ha dicho que, por el contrario, la reputación de Suárez ocasiona que los árbitros no señalen faltas que verdaderamente se le cometen. Pero varias figuras del fútbol se han lanzado a condenar a Suárez.

Tony Pulis, entrenador del Stoke, lo consideró una "vergüenza" y dijo que Suárez debería ser suspendido durante tres partidos por lanzarse al suelo con tanta facilidad en el área penal este mes, durante un empate sin goles en Anfield.

El zaguero del Arsenal, Laurent Koscielny aprovechó una entrevista con el diario francés L'Equipe para expresar que le disgusta enfrentar a Suárez, pues "hace trampa".

El vicepresidente de la FIFA, Jim Boyce, respaldó a Pulis, quien pidió tomar medidas contra los jugadores que fingen faltas.

"Vi el último incidente con Suárez dos o tres veces, y creo que esto no es sino una forma de engaño", dijo Boyce. "Se está volviendo una especie de cáncer en este deporte".

El jefe de arbitraje de la UEFA, Pierluigi Colina, condenó las simulaciones.

"Si no hay contacto, es un engaño", señaló. "El problema es si el contacto es provocado por el atacante que aleja la pierna de la dirección en la que corre y trata de encontrar la pierna del oponente".

Pero, al igual que en el incidente con Evra, Liverpool defiende a su delantero, a quien considera víctima de un escrutinio demasiado severo desde los señalamientos de racismo.

"Es sólo la reputación por lo ocurrido la temporada anterior", dijo el director administrativo de Liverpool, Ian Ayre, la semana pasada, durante la conferencia Líderes del Fútbol. "No me sorprende la reacción, porque muchos sentimos que él es ahora blanco de las críticas. Ahora todo lo que hace Luis Suárez está bajo los reflectores".