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¿Cuál es la idea?

BUENOS AIRES -- El debut del equipo argentino en el Sudamericano Sub 20 fue apenas una mera confirmación de lo que es el fútbol argentino a nivel de selecciones. Hay una sola idea predominante y, alrededor, la nada.

La idea que manda es "rodear bien a Messi". Por eso, los equipos que no tienen a Messi tampoco tienen una idea. No es culpa sólo de los entrenadores. Es más, me animaría a decir que los Dt's son apenas ejecutores casuales de los planes de otros. Si no, no se entiende que los equipos juveniles argentinos, otrora brillantes y protagonistas, hoy sean sólo una sombra que deambula por las canchas.

No se habla aquí por despecho de un resultado. Al cabo, quien rubrica esta columna cree que los resultados no son más que meros accidentes, que lo realmente importante son las ideas. Que en la defensa de una idea es donde se construye un equipo. En cualquier área laboral que sea.

Porque la falta de ideas, además, genera una no pertenencia, un no compromiso. Y quienes dan la cara, jugadores principalmente, son lapidados públicamente cargando con culpas propias, pero también ajenas.

El 0-1 ante Chile no es menor. Pero no es lo peor. Lo peor es que nadie en el mundo del fútbol en Argentina sabe cuál es la idea alrededor de las selecciones juveniles y menores. O por lo menos desde que se alejara del cargo José Pekerman. ¿Qué se busca? ¿Resultados? ¿Proyección de valores para el equipo superior? Pues analicemos un poco las variantes...

Si de resultados se tratase, el último campeón mundial juvenil fue el equipo que fue a Canadá liderado por el Kun Agüero y Maxi Moralez, bajo la conducción de Hugo Tocalli, en lo que fue el último estertor del brillante ciclo Pekerman. ¿Qué paso después? La nada misma...

Tan la nada, que la anterior camada regresó del Mundial 2011 tras caer con Portugal en cuartos y no logró la clasificación para los Juegos de Londres, donde debía defender el doble oro olímpico conquistado en Atenas (conducido por Marcelo Bielsa) y en Pekín (bajo el mando de Checho Batista).

Pues entonces será que no se buscan resultados, sino más bien proyectar valores. Pero otra vez, ¿cuál es la idea? Si lo único que importa es rodear bien a Messi, entonces no importa cómo ni a qué jueguen estos chicos. Más bien elaboremos un plan de captación de "rodeadores de Messi", y con eso ya tendremos suficiente.

Parece gracioso visto así. Pero honestamente no lo es. Como siempre las culpas son mayores, cuanto mayores sean los cargos. Así, arrancando desde la base por jugadores y entrenadores que no se rebelan al orden establecido, a los que su sumisión les sirve para seguir afianzando y/o potenciando sus carreras con destino europeo, hasta llegar a la cúspide donde el subdirector de selecciones nacionales, Humberto Grondona, está en ese cargo por ser el hijo del dueño del negocio y el director de las misma, Carlos Bilardo, no purgó ninguna pena por todos estos últimos descalabros, sumados a los papelones desde el arribo de Diego Maradona a la selección mayor, hasta nuestros días.

En definitiva, entre ineptos y cobardes el califato reinante va terminando con lo poco que queda del fútbol argentino. Mientras el resto asistimos silenciosos a las últimas imágenes del naufragio. Pero no el de los resultados, sino el de las ideas.

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