LOS ÁNGELES -- Para Andrés Guardado, uno de los hombres que vivió aquella derrota en la final de Copa Oro ante Estados Unidos en el 2007, superar al equipo de las barras y las estrellas para dejarlos fuera de la Copa Confederaciones del 2013 es un gran logro.
Sobre todo porque el llamado Principito viene de un mundial muy complicado y una temporada en la que las lesiones y el descenso del Deportivo La Coruña ha sido desfavorables en todo sentido: "Es increíble, no por Estados Unidos, sino ganar la Copa Oro. Creo que en lo personal me hacía mucha falta después de todo lo que he pasado y lo voy a disfrutar muchísimo".
Guardado explicó que pese a verse abajo en el marcador, México siempre se mantuvo optimista: "Sabíamos que en cualquier momento iban a caer los goles porque estábamos jugando mejor que ellos, y es esfuerzo de todos".
El volante surgido en Atlas dedicó la victoria los cinco jugadores separados por doping positivo y en especial a su gran amigo, Guillermo Ochoa: "Quiero recordar a nuestros cinco compañeros, me puse el guante por Memo (Ochoa) y esto también va para él que es un gran amigo", recalcó.
Por su parte, Aldo de Nigris, quien no vio acción en la final, pero que fue fundamental en todo el torneo, agradeció la confianza que se le brindó: "Agradecer a la gente que me tuvo confianza porque hubo quien no confiaba en mi, pero gracias a Dios se dieron las cosas con trabajo, con lucha, con perseverancia, y estoy muy contento".
Y como ya es costumbre, Aldo dedicó la victoria a su hermano Antonio: "Mi hermano siempre va a estar conmigo y estamos benditos. Es un grupazo este que se hizo, se merecía el título", reiteró.