SANTIAGO DE CHILE -- No fue bueno el comienzo del partido para Brasil. Más preocupado en estudiar al adversario, el Seleccionado sudamericano cedió la iniciativa. Jugando metódicamente, los checos protagonizaron los primeros ataques y en el primer minuto el arquero Gilmar tuvo que intervenir para evitar el gol de Scherer. Después, el equipo nacional comenzó a atacar con relativo acierto. Zito tuvo dos oportunidades de gol y Brasil creció, mostró mayor vivacidad en sus movimientos y obligó a Checoslovaquia a retroceder en el campo.
Justo cuando el conjunto nacional más atacaba, llegó el gol de Josef Masopust a los quince minutos de juego. El mediocampista checoslovaco recibió un pase de Scherer, ingresó por el centro del área y batió a Gimar con un firme remate.
La respuesta brasileña llegó sin demora, dos minutos más tarde. Zagallo comenzó un contraataque y habilitó a Amarildo, quien de zurda marcó el empate en el estadio Nacional de Santiago de Chile. Tras el tanto, Brasil siguió jugando a la ofensiva.
Brasil comenzó a atacar por la izquierda, pero Garrincha no tuvo un buen primer tiempo, tal vez porque se estaba preservando para el final del juego. Los brasileños se fueron al ataque con insistencia, pero no lograron desmantelar el buen sistema defensivo de Checoslovaquia (...)
En los últimos diez minutos del primer tiempo mejoró el juego de los checoslovacos, que se plantaron en campo brasileño y contaron con varias ocasiones de gol, a pesar de que no pudieron romper el empate con el que finalizó la etapa inicial.
En el aspecto general de la partida, hubo un duelo de tácticas entre ambos conjuntos. Por eso no se rompió la paridad hasta la mitad de la segunda parte (...) A los 24 minutos la persistencia de Brasil dio sus frutos cuando Zito convirtió el segundo tanto del equipo sudamericano tras un buen pase de Amarildo.
A pesar del resultado parcial, Checoslovaquia no se entregó. Siguó atacando y llegó con peligro en una jugada en la que los europeos reclamaron penal por una infracción de Djalma Santos. El árbitro no hizo caso a las protestas.
El juego comenzó a mejorar y Brasil siguió atacando hasta que obtuvo un nuevo éxito. A los 33 minutos del complemento Vavá anotó el tercer gol de Brasil. Los últimos minutos se agotaron rápidamente. Checoslovaquia ya estaba totalmente abatida y Brasil sin forzar el ritmo impuso una gran superioridad técnica y táctica. Así, ratificó con categoría el título de campeón del mundo conquistado en Suecia en 1958.
Formaciones de los equipos
Brasil: Gilmar; Djalma Santos, Mauro, Niltos Santos; Zito, Zozimo; Garrincha, Didí, Vavá, Amarildo y Zagalo.
Checoslovaquia: Schrojf; Tichy, Popluhar, Novak; Pluskal, Masopust; Pospichal, Scherer, Kadraba, Kvasnak, Jelinek.
PELÉ, ESTRELLA AÚN SIN JUGAR
Media hora antes de iniciarse el encuentro que Brasil le ganó a Checoslovaquia, persistía en el público la esperanza de que Pelé sea titular. Sin embargo, el ídolo brasileño estaba en la tribuna firmando autógrafos y atendiendo los pedidos de decenas de fotos.
Después de festejar el triunfo como un torcedor más, el gran ausente del equipo nacional fue uno de los primeros en ingresar en el campo de juego para abrazar a sus compañeros, principalmente a Amarildo, quien fue un digno sustituto.
*Publicado en el diario brasileño Folha do Sao Paulo del 18 de junio de 1962.