Especial para ESPN.com 10y

Jacquet expresó su alegría

PARIS -- El entrenador de la Selección de Francia, Aimé Jacquet, se mostró muy feliz tras la final de la Copa del Mundo que su equipo le ganó a Brasil en el estadio Saint-Denis y se acordó tanto de los que apoyaron su trabajo como de los que lo criticaron.

"La prensa nos atacó mucho, ahora se dio cuenta de que tenemos grandes jugadores y un excelente equipo, aunque nunca me voy a olvidar de ellos", declaró el flamante director técnico campeón del mundo, que además volvió a confirmar que abandonará su cargo.

"Esta es una victoria de toda Francia. Habíamos preparado bien la táctica porque Brasil es el mejor equipo del mundo", agregó el entrenador nacido en Sail-sous-Couzan, quien se hizo cargo del equipo nacional en 1993, tras el fracaso en las Elminatorias para Estados Unidos 1994.

"Venimos trabajando desde hace años; queríamos ganar esta Copa del Mundo, no ser sólo finalistas. La victoria es ampliamente merecida. Fuimos muy exigentes con los jugadores, quienes se comportaron como verdaderos profesionales. Nada fue fácil para nosotros, pues tuvimos que afrontar toda clase de obstáculos, como las expulsiones de Zidane, de Blanc, y en la final la de Desailly, que fue el colmo de los colmos", consideró el DT en la conferencia de prensa.

Por otro lado, Jacquet elogió a su rival: "Quiero decir que Zagallo es el mejor entrenador del mundo. Merece toda mi admiración. Necesitaría dos vidas para igualar sus triunfos".

En tanto, el capitán Didier Deschamps dijo: "Para los franceses, es nuestra hora de gloria. Estuvimos trabajando dos años para llegar a este momento. Le dimos una alegría a la gente, que ahora saldrá a las calles para festejar sin parar. Es inolvidable, nadie quitará de su memoria este 12 de julio".

Marcel Dessaily, expulsado en la final, esgrimió: "Me molestó tener que irme, pero no lo hice con bronca. Sabía que Francia iba a ser el campeón aun cuando tuviera diez jugadores en el campo. Teníamos hambre, ganas de ganar este partido".

Por su parte, el arquero Fabien Barthez tampoco ocultó su alegría: "Fue la noche más fabulosa de mi vida. Ayer, cuando entré en el terreno de juego, me sentí campeón del mundo. Había algunos indicios que nos hacían pensar que lo íbamos a conseguir y, tal como se vio, los brasileños no tuvieron un buen día. Todavía no lo podemos creer. Y pensar que la goleada pudo haber sido mayor".

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