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Un buen negocio

ROMA -- Luego de meses de inquietud e incertidumbre, al final los hinchas de Inter ven realizarse la peor de sus pesadillas: la de perderlo a Zlatan Ibrahimovic.

La transacción que lo llevará al sueco a jugar en Barcelona parece ser económicamente provechosa para Inter, sobretodo gracias al fichaje de Samuel Eto'o, quien llegará como parte de pago. Sin embargo, desde el punto de vista técnico y táctico, quedan muchas dudas sobre como podrá adaptarse el equipo de Mourinho al canje entre dos jugadores tan diferentes.

LOS NÚMEROS
Los datos son estos: Ibrahimovic se sumará al conjunto de Guardiola y, a cambio, el equipo milanés obtendrá el fichaje de Eto'o, el préstamo de Aljaksandr Hleb y unos 50 millones de euros en efectivo.

Numéricamente, la operación es un golazo: 50 millones le permitirán a Internazionale emparejar los gastos de este mercado. Además, sumará al propio plantel un jugador, Eto'o, que vale unos 35/40 millones; y si a eso se le suma el préstamo de Hleb, las cifras nos hablan de 90 y pico millones de euro: seguramente, un buen negocio.

En realidad, hay que decir que difícilmente el camerunés podría ser evaluado tanto en este momento, porque se encuentra cerca del vencimiento de su contrato y en 12 meses más se hubiese podido liberar sin cargo. De todas maneras, su valor económico en los próximos años debería seguir siendo elevado.

En este sentido, el club de Moratti sacó una ventaja de toda esta historia: en fin de cuentas, vendió a uno de los cinco mejores atacantes del mundo para ficharlo a otro que pertenece a ese mismo grupo exclusivo, y además se llevó 50 millones de euro y el préstamo de un volante ofensivo de buen nivel.

ETO'O POR IBRA
Si la calidad del atacante africano, los números y las excelentes condiciones del pase parecen positivos para el club nerazzurro, lo que deja bastantes dudas es el aspecto táctico: ¿cómo jugará Inter ahora?

Hace años que el principal problema de los nerazzurri es el de crear juego. Para ese objetivo, el más apropiado entre los dos atacantes era seguramente el sueco: fue él quien resolvió muchas veces las dificultades del equipo con alguna de sus invenciones y, a menudo, aportó una buena dosis de fantasía a una maniobra monótona y sin inventiva, demasiado física y demasiado poco talentosa.

También Eto'o es sin duda un gran atacante, pero sus pies transforman el balón en una bala capaz de perforar cualquier red y no en un esférico mágico, que produce música rodando por el césped, como hacen los de Ibrahimovic. En otras palabras, el camerunés precisa de un buen juego de conjunto para entregar el máximo: es el último detalle genial que hace de un buen cuadro una obra de arte, pero no es quien pone las bases para que el cuadro salga bueno.

Ibra, en cambio, es capaz de ponerse un equipo al hombro, característica que responde a su mayor talento y a su gran polifuncionalidad técnica: de hecho, el grandote puede ser primera o segunda punta, pero también enganche.

ETO'O, MILITO Y MOURINHO
También hay que tener en cuenta el hecho de que Moratti ya le había regalado un buen goleador a su entrenador, comprándolo a comienzos del mercado a Diego Milito. El argentino parecía poder ser la pareja ideal para Ibra, y viceversa. En cambio, la posición que ocupa en la cancha es prácticamente la misma que le gusta a Eto'o: ambos se tiran hacia el punto del penal cuando el equipo sube por las franjas, y los dos viven y son determinantes adentro del área. Parece difícil que puedan jugar juntos sin pisarse los pies a cada rato.

No va a ser para nada fácil encontrarle una solución a este dilema táctico y esta vez el Special One va a tener que inventarse algo de realmente "especial", para no tener que mandarlo a uno de los dos atacantes a sentarse en el banco.

A tal propósito, Mourinho es el único que podría entregarnos las respuestas. El problema es que el entrenador portugués, desde que se empezó a hablar de esta transacción, se encerró en un llamativo silencio.

La razón es harto comprensible, porque el técnico ya estaba bastante enfadado por el plantel que los dirigentes le estaban armando: frases como "yo no soy Harry Potter, no hago magia" y "este Inter no está al nivel de los otros grandes de Europa" demostraron claramente su malestar.

Ahora que, por encima, le sacaron el único farol que iluminaba el juego del equipo, debe estar aún más colérico: a ningún entrenador le gusta que le saquen sus jugadores cuando ya empezó a trabajar la pretemporada, imaginarse si se trata de semejante campeón.

Probablemente ya estará pensando en revisar todas las soluciones que dijo haber estudiado en las vacaciones y, en adelante, se concentrará aún más en el mercado, para encontrar a los jugadores que precisa para dar forma a sus ideas.

Sin embargo, todo eso hasta podría venirle bien a Inter. En efecto, el plantel sigue siendo impresionante y, como quedó dicho, con toda probabilidad, ahora más que nunca Mou querrá a un volante creativo. Sin Ibrahimovic, el equipo deberá finalmente encontrar una identidad de juego, construir un fútbol más rápido y con mayor cantidad de soluciones ofensivas, y esto podría finalmente obligarlo al entrenador a involucrar todo el equipo en los esquemas ofensivas. Si todo esto se hiciera realidad, la operación se revelaría, además de ser un buen negocio, también una buenísima movida táctica.