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Quiere cinco copas

Guillermo Ochoa, una rápida y exitosa carrera Mexsport

MÉXICO -- El de Francisco Guillermo Ochoa Magaña es un caso atípico. Nació en Guadalajara, la tierra de las Chivas, el 13 de julio de 1985 y es americanista porque desde niño sus padres lo llevaron a vivir al Distrito Federal y comenzó desde pequeño su ascenso en el Club de Coapa, hasta convertirse desde hace tres años en su portero titular.

La suya es una carrera vertiginosa. Pero pronto empezó y tarde terminará, según sus predicciones.

Memo Ochoa acepta un mano a mano con ESPN.com en la concentración de la selección nacional. La última pregunta enlaza el tema central:

-¿Oswaldo Sánchez es un gran portero?
-Claro que sí, sin duda, es muy capaz. Pero tenemos una competencia sana, deportiva y yo voy a trabajar para conseguir mis sueños por jugar no sólo un mundial, sino varios más.

Y después del jugar "un mundial y varios más", Memo Ochoa se levanta, se mece el cabello alborotado y pregunta: "¿Cuántos años necesito para alcanzar el récord de Antonio Carbajal, de jugar cinco mundiales?".

Se hacen las cuentas: ya estuvo con México en 2006, aunque no jugó. Luego los mundiales de Sudáfrica 2010 y los que sean designados sedes en 2014, 2018 y 2022.

"¿Y para entonces cuántos años tendré?", vuelve a preguntar, cuando la broma se vuelve un asunto serio.

-Poco menos de 37 años, le decimos.

"¿No estaré muy viejo para entonces?", insiste.

-Dino Zoff levantó la Copa del Mundo como campeón con Italia en 1982, teniendo 40 años de edad.

"Ah, entonces sí alcanzo", responde festivo. "Apúntenle que voy a empatar el récord de la Tota Carbajal".

-A los 40 años podrías jugar un sexto mundial…
"¡Nooo, eso ya es demasiado!", dice al despedirse.

Alegre, bromista, con ese aire inconfundible de los 21 años, Guillermo Ochoa afirma que su carrera ha sido meteórica, pero también muy afortunada.

En julio próximo cumplirá 22 años y desde hace tres es titular del América, uno de los equipos más importantes de México. Además, ha estado con la selección mexicana en Copa de Oro, en la Copa del Mundo, en los Juegos Olímpicos. Con el América ha disputado Interdigas, Sudamericanas y Copas Libertadores de América, además de ser el titular en el pasado Mundial de Clubes celebrado en Japón.

A su edad, pocos jóvenes en México pueden presumir semejante palmarés.

Fue campeón con el América en el Clausura 2005 y recientemente fue titular de la selección mexicana en los partidos amistosos contra Paraguay y Ecuador, en la era de Hugo Sánchez.

Vivir a toda velocidad
Debutó con el América en primera división el 15 de febrero de 2004 contra el Monterrey en el estadio Azteca, con apenas 18 años y ocho meses. Su segundo partido fue en la Copa Libertadores de América, el sueño de muchos jugadores y la pesadilla de otros que nunca lo pudieron alcanzar.

Con unos meses en primera división, Memo Ochoa fue convocado para jugar con México en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y para la Copa de Oro 2005. Con la selección mayor debutó en diciembre de 2005 y desde entonces no ha dejado de ser convocado.

Ricardo La Volpe lo eligió finalmente para el Mundial de Alemania 2006, luego de que el tercer portero siempre fue Moisés Muñoz del Morelia, quien se quedó fuera de la justa mundialista.

Cuando debutó supliendo a Adolfo Ríos, Ochoa era un desconocido, al que sólo conocía el ojo clínico de Leo Beenhakker, quien lo observó en un entrenamiento de las fuerzas básicas a principios de 2004 y de inmediato lo llamó al primer equipo.

Un mes después ya estaba debutando en el máximo circuito, en un ascenso vertiginoso, pocas veces visto en el futbol profesional. Adolfo Ríos entendió que ya había llegado su sustituto y apresuró el retiro, mientras que Ochoa se consolidaba de titular primero y luego ganó el reconocimiento como El Novato del Año.

Le llegó una convocatoria para la Sub20, pero el nuevo entrenador del América, Óscar Ruggeri trajo a su paisano Sebastián Saja para ser titular. Pero Ochoa no se lo permitió. Recuperó la titularidad y ya nunca más la soltó. Fue campeón con el América, en un racha importante de partidos sin perder.

Ricardo La Volpe se resistía a llamarlo porque sus tres arqueros eran Oswaldo Sánchez, Jesús Corona y Moisés Muñoz. Hasta que lo convocó para la Copa de Oro 2005. No jugaba hasta el 14 de diciembre de 2005 contra Hungría cuando jugó y mostró la serenidad que es su principal seña de identidad en el marco.

Olaf Heredia, mundialista mexicano y actual entrenador de porteros de la selección nacional, se asombra de las facultades de Memo Ochoa: "Cuando se enseñe a caminar en el área, será un fenómeno", ha dicho.

Pero Ochoa todavía está en la edad de volar y volar, de un lado a otro, sacando balones imposibles de manera muy simple. Reflejos activos, capacidad de reacción y sobre todo esa frialdad para resolver de manera simple las peores encrucijadas del juego.

Consolidado hoy como el número dos de la portería, muy cerca del uno Oswaldo Sánchez, Memo Ochoa dice lo que significa estar en la selección mexicana: "Para mí es un orgullo. Siempre vengo con una alegría enorme, motivado, feliz. Representar a mi país lo es todo. Es el sueño de todo jugador. Es lo máximo. Trato de ganarme un lugar con la mejor de las disposiciones".

-¿Cuál es tu mayor reto en este momento?
-Ser titular de la selección nacional.

-¿Quién va a ganar la carrera para Sudáfrica 2010: Oswaldo Sánchez o tú?
-Ja, ja, já. No lo sé. Yo voy a trabajar por jugar. Yo quiero jugar un Mundial. Y voy a ponérsela difícil a Hugo Sánchez.

Ochoa sabe que su carrera es atípica. No es el caso del jugador esforzado, sino el que nació con facultades extraordinarias para su carrera. Ochoa no camina. Vuela. "Ya fui a unos Juegos Olímpicos, en Atenas 2004. Me tocó todo muy rápido. Debuté en la Liga y mi segundo partido fue de Copa Libertadores. He jugado la sudamericana, el Mundial de Clubes, los Juegos Olímpicos, una Copa de Oro, la Copa del Mundo y fui campeón con América. Todo ha sido rápido, con éxito".

-¿Qué es lo mejor que te ha pasado en el futbol?
-Han sido muchas cosas, pero lo mejor de todo es el haber estado en un mundial. El sueño de todo jugador es estar en un mundial y ya me tocó ir, aunque no jugué. Ahora, con estos llamados a la selección hay que renovar los sueños para ir a otro mundial, pero ahora como titular.

-Algún día dijiste que tu propósito era ser el mejor portero mexicano. ¿Qué tan cerca estás de lograrlo?

-No lo sé. Creo que la gente tiene que decirlo, no yo. Yo sólo tengo que trabajar siempre para lograrlo. Está presente en mi cabeza, día con día, el pensamiento de lograrlo. El día que pasen los años y sea titular indiscutible y sea así, seguiré trabajando. Siempre he dicho que si quieres ser el primero, hay que trabajar como segundo. Así no das oportunidad que te alcancen los demás.

Ochoa nació en una generación de grandes porteros. Recién terminadas las carreras de Jorge Campos y Adolfo Ríos, en el ocaso de Oswaldo Sánchez y de Óscar Pérez, Memo Ochoa peleará la titularidad del futuro contra Jesús Corona, Moisés Muñoz, el "Gato" Ortiz, Cirilo Saucedo y varios más.

"Han sido años muy complicados en esta posición porque hay porteros mexicanos que lo hacen muy bien, en muy buena forma. Y también hay gente joven que lo hace bien. La competencia es buena, es sana y entre más porteros tengamos con nivel, irá aumentando la exigencia y eso permite crecer el nivel", acepta el arquero americanista.

Después del clásico contra Chivas, que se resolvió gracias a las grandes atajadas de Ochoa bajo el marco, los elogios llegaron en cascada.

-¿Estás preparado para no perder el piso?
-Tengo la fortuna de jugar en un equipo donde siempre estoy en el ojo del huracán. Siempre se habla del América, estando bien o estando mal. Siempre se nos está criticando y eso es un soporte muy grande, de mucha ayuda para tener los pies en la tierra, trabajando, tomando lo bueno para transmitirlo después.

-¿Quiénes te regresan a la realidad?
-La estructura familiar. El hecho de tener una familia unida, sólida, ayuda mucho. Mis papás saben que me ha tocado vivir cosas muy rápidas para mi edad y me respetan. Pero cuando estoy en la casa está claro todo: yo soy tu papá, yo soy tu mamá y hay que acatar las órdenes. El jalón de orejas siempre será necesario y me lo van a dar cuando ellos lo vean necesario, porque va a ser para mi bien.

-Futbolísticamente ya demostraste en la cancha tu capacidad. ¿Pero estás preparado para los efectos del entorno?
-Por supuesto. El hecho de tener una vida sana en la cancha y una vida saludable fuera de ella, es buena. Soy joven y a esta edad no estoy haciendo lo que hace alguien de mi misma edad. Claro que se puede hacer, pero todo a su debido tiempo, tomando sus responsabilidades. Si vas por una misma línea, tu carrera puede ir ascendiendo, con una buena trayectoria y la puedes llevar bien, la puedes llevar tranquila. Y lo más importante: es una carrera para disfrutarla.

-¿Quiénes son tus principales consejeros?
-Mi padre, mi madre y mi hermana. Ellos son lo más importante. Y otra cosa: los amigos que te rodean. Si eliges mal, te mal influencian. Pero yo desde que debuté he seguido con los mismos amigos. Me llevo con la misma gente, tratando de hacer lo mismo que hacía antes de ser famoso. Porque una vez que empiezas a jugar se te acercan muchas personas y hay que saber quienes son para hacerte bien, para hacerte mal y quiénes no te pueden hacer daño.

-Pareces predestinado a ser ídolo. ¿Estás preparado?
-He trabajado con la idea fija de que el día que me retire la gente me va a recordar. Y pensando que será difícil que me superen. Por eso persigo más logros, más éxitos.

Tener a un entrenador con la mentalidad de Hugo Sánchez hace que Memo Ochoa reafirme que sus objetivos son viables: "Ha sido muy buena experiencia. El trabajo que hemos hecho ha sido a la par de lo que nos ha pedido. Sus ideales son grandes y lo que queremos los jugadores también son ideales grandes. Y el primer paso para ser grande es creérnoslo. Y con Hugo, que piensa siempre en grande, las cosas se facilitan".

-¿Qué te dice el nombre de Hugo Sánchez?
-Es la máxima figura futbolística que ha tenido México. Es una persona cuyo nombre representa respeto, representa triunfos, éxitos. Es el que pasó por encima de todas las dificultades para sobresalir.
En los últimos días se ha hablado de que Memo Ochoa podría ir pronto a Inglaterra, España, Italia o algún otro país europeo. Sus representantes (Promanage) Grez Taylor, Manuel Velarde y Jorge Berlanga lo impulsarán para que consiga el objetivo de trascender en otro país, siendo el primer portero en jugar en un club del viejo continente.

Lo que pocos conocían es que Memo Ochoa también piensa en el futuro, en superar la mítica cifra histórica de Antonio Carbajal: estar en cinco Copas del Mundo.

"Voy por esa marca", se despide entre risas.