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El centro de atracción

BUENOS AIRES -- Aún quedan cuatro meses y ya se levanta el telón del cuarto y último Grand Slam del año. El US Open 2012 recibe a las figuras del deporte blanco y a la histórica escasa docena de latinoamericanos, todos sudamericanos, de apenas tres países. En la jungla de cemento de Flushing Meadows, es Juan Martín del Potro la máxima esperanza. Y sobresale el gran duelo personal, de argentinos, entre el único top-ten de la región y David Nalbandian. Es "el" duelo, que acapara la mayor atención.

Pasaron grandes figuras del tenis de América Latina, épocas de "vacas flacas", pero en general hubo al menos 15 jugadores entre mujeres y varones de la región en los cuadros individuales del Abierto de Estados Unidos. Esta vez, apenas nueve entraron en forma directa según sus ubicaciones en el ránking y se les sumaron tres desde la etapa clasificatoria, siendo entonces 12 hombres, siete de Argentina, tres de Brasil y dos de Colombia. Y se repite la ausencia de las chicas, como viene de ocurrir en Wimbledon.

Por eso, el panorama es complicado. Si bien no siempre cantidad y calidad van de la mano, a la hora del análisis previo, de mirar la llave y hacer cuentas, a priori se ve otro horizonte riesgoso, como se está dando en los últimos tiempos. Es Del Potro, campeón del US Open en 2009, ex Nº 4 de la ATP, hoy 8º y en condición de 7º cabeza de serie, quien le permite soñar a los fanáticos del tenis sudamericano y, sobre todo, argentino.

Esta vez, el gigante llega con el plus de haber logrado la medalla de bronce en singles en los Juegos Olímpicos de Londres. Esa confianza extra, esa alegría y ese orgullo aún frescos, le dejan lugar a la esperanza concreta. Igualmente, arriba a la gran cita de Nueva York con una molestia en la muñeca izquierda, tras ser atendido por el médico que hace dos años lo operó de la otra, la derecha. Si está bien, es candidato a abrirse camino, aunque el cuadro es para respetar. Y mucho.

La superficie dura equilibra la balanza entre todos y es un piso que, además de la gran hazaña de Del Potro, le reportó sonrisas a muchos de los representantes de la región en este 'Major'. Qué mejor caso que el de Nalbandian, justamente, ex 3º del mundo, quien antes de aquel inolvidable triunfo de Del Potro en 2009 había sido el último varón en arribar a las semifinales en el US Open, en 2003, desde que lo consiguiera su connacional Guillermo Vilas allá por 1982.

Cuánto condimento extra tiene este choque que, por capricho del destino, deparó el bolillero. Que hubo diferencias personales en aquella fatídica final de la Copa Davis de 2008, en Mar del Plata, ante España y sin su estrella Rafael Nadal... Que luego se unieron para jugar alguna vez en dobles, pero la relación no es de primera... Que se juntan, con esfuerzo, para intentar cerrar la herida abierta y siguen sin poder darle la ensaladera de plata a su país... Y, para colmo, no se enfrentan en singles desde antes de aquella frustrante definición copera.

En el frente a frente entre ambos, Nalbandian (seis años y medio mayor) supera 3-1 a Del Potro, en todos partidos definidos en dos sets, en superfice dura pero bajo techo. Esta vez, se cruzan al aire libre y en un Grand Slam, siendo además el primer choque desde aquel genial salto de calidad del tandilense, que le permitió darse un lujo para muy pocos en su país, que no pudo el cordobés, como es el hecho de haber conquistado uno de los cuatro 'Majors'.

Si Del Potro está entero físicamente, es claro favorito ante Nalbandian (ahora 45º del mundo), por presente y regularidad, aunque es consciente de que debe estar muy atento a los cambios de ritmo y la versatilidad que siempre ofrece su rival. El cordobés no llega al menos a octavos de final de un Grand Slam desde Roland Garros 2007. Así las cosas, en Argentina hay una gran expectativa por ver ese gran cruce por la pantalla de ESPN y observar una batalla con adversarios muy diferentes por estilos y personalidades.

El ganador jugará en la segunda rueda con el vencedor del encuentro entre el local Ryan Harrison (61º) y el alemán Benjamin Becker (90º). De seguir avanzando, aparecería el italiano Andreas Seppi (26º preclasificado), quien podría tener como rival en la segunda vuelta al argentino Leonardo Mayer (63º) o el polaco Lukasz Kubot (78º). Ya después, en octavos, la situación será mucho más difícil, ante rivales de otra jerarquía.

Se presume que será Del Potro el que se abra camino en ese sector del cuadro y podría tocarle en esa cuarta ronda el local Andy Roddick (20º favorito), ex líder mundial y que ganó su único Grand Slam justamente en el US Open, en 2003. Además, en este torneo llegó a otra final y tuvo seis accesos más a los cuartos. Ese parece ser el más peligroso, al que podría tocarle el argentino Carlos Berlocq (44º) o el australiano Bernard Tomic (43º) en la segunda rueda.

En caso de no ser Roddick, el adversario de Del Potro en octavos podría ser su amigo y compatriota Juan Mónaco, que trepó a octavos en dos ocasiones en Nueva York. El 11º del ránking y 10º cabeza de serie hace su debut ante el español Guillermo García-López (68º) y jugaría después frente al talentoso pero inestable italiano Fabio Fognini (59º). En caso de vencer a ambos, Mónaco se mediría con Roddick en la tercera instancia y están 1-1, en cemento. En la misma superficie, Del Potro domina 3-1 al local.

Para Del Potro, peor aún sería el probable duelo en cuartos contra Novak Djokovic, Nº 2, ex líder y defensor del título. El serbio supera 5-2 al argentino (3-1 en canchas duras) y, si bien el sudamericano le ganó la lucha por la medalla de bronce olímpica, fue el europeo el que se quedó con el último triunfo, en semi de Cincinnati. Indudablemente, no era uno de los mejores cuartos de la llave. Si venciera a Djokovic, su potencial cruce en semis sería con el español David Ferrer (4º), el serbio Janko Tipsarevic (8º), el local John Isner (9º) o el francés Richard Gasquet (13º).

Los colombianos buscan aportar una noticia positiva. Santiago Giraldo (47º) tiene un durísimo duelo en la primera ronda, contra el duro sacador Milos Raonic (15º favorito). Están 1-1 y el canadiense viene de ganarle en sets corridos en el debut en el reciente Wimbledon. En tanto, Alejandro Falla (52º) juega contra el eslovaco Martin Klizan (50º) y, en caso de triunfar, se cruzaría con el francés Jo-Wilfried Tsonga (5º).

En tanto, el brasileño Thomaz Bellucci (40º) es otra esperanza, aunque no es sencillo: se presenta ante el español Pablo Andujar (37º) y, si gana, luego llegaría otro español, Feliciano López (30º cabeza de serie). Su probable adversario en la tercera ronda, siempre y cuando supere a esos rivales, sería el escocés Andy Murray. El tercer favorito, reciente oro en los Juegos Olímpicos, le ganó esa final al mismísimo suizo Roger Federer, actual rey, quien lo había derrotado en la definición de Wimbledon.

Por lo tanto, los mejores latinoamericanos, los argentinos, se encuentran en la misma sección del cuadro. Por eso mismo, el panorama es duro y sólo Del Potro asoma como el candidato a sortear esa zona y a verse la cara con Djokovic. Y parece muy cuesta arriba. Igualmente, soñar no cuesta nada. Se abre el juego, entonces.

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