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¿Adonde terminó la Señora?

ROMA -- Lamentablemente, el cuarto de final de ida de la UEFA Champions League, jugado de visita en Münich ante el Bayern, le quedó realmente grande a Juventus, que fue la sombra de sí mismo mostrando realmente su peor cara.

Así, el equipo de Conte no podía que perder pero, afortunadamente, el resultado fue bastante contenido, un 2 a 0 que será difícil pero no imposible de remontar. Claro, habrá que entender adonde terminó la Vieja Señora e ir a buscarla, porque en Turín, en apenas una semana, hará falta la mejor Juve para cumplir con la hazaña y lograr pasar el turno.

SIN PLANTEO NI JUEGO
"En primis", en nuestra opinión, falló Conte, porque el poco turn-over que parecía haber hecho en vista de este match lo desperdició poniendo nueve onceavos del equipo que jugó en San Siro ante Inter, dejando en el banco a los dos delanteros que descansaron en ese desafío, es decir Giovinco y Vucinic.

¿Quizás para que sirve acumular la enorme ventaja de nueve puntos sobre el escolta si luego, a pocos días de un importante desafío como este, no se le da descanso a los mejores jugadores, como por ejemplo Pirlo?

Además, hay que esos dos delanteros parecía ser la pareja más adecuada para enfrentar a la retaguardia alemana, no la que efectivamente jugó: los hechos confirmaron esa impresión, porque Quagliarella y Matri estuvieron siempre demasiado lejos de la maniobra, de manera que nunca fueron de ayuda para salir jugando y, por encima, terminaron por alargar mucho al equipo.

El montenegrino, cuando entró, demostró enseguida todas sus habilidades en jugar entre líneas y en irse a buscar el balón en su propia mitad de la cancha. En ese marco, fue muy útil y lo hubiese sido aún más, de no ser por un referí que en toda la segunda etapa cobró poquísimas faltas, a pesar de que los dos equipos pegaron bastante.

Además, respecto a la rotación, nosotros nos esperábamos verlo a Pogbá desde el primer minuto: el francés será joven, pero dispone de calidades físicas enormes y hubiese sido muy útil para contrastar el dinamismo de Bayern.

Juventus, en efecto, perdió el partido fundamentalmente porque perdió casi todos los tackles en el medio de la cancha y, en eso, un volante más "fresco" y dinámico hubiese cambiado algo.

En cambio jugaron Vidal y Marchisio mientras que el francés se quedó en el banco. Entonces hubiese sido más lógico dejar que uno de los dos descansara un poco en el campeonato, especialmente el italiano, quien se vio muy cansado en el periodo reciente y también con su selección, así como contra Inter, no había ofrecido un gran aporte.

De todas maneras, más allá del errado planteo del técnico, quien equivocó también los cambios porque esperó demasiado para actuarlos, el equipo no puso lo suyo y honestamente traicionó un poco.

Fue evidente que el tempranero gol de los locales les pegó duro a los juventinos y, quizás, sin ese 1 a 0 hubiese sido otro match. Pero una de las características de los bianconeri es la de luchar y, en ese marco, desaparecer así de la cancha por un tanto sufrido al primer minuto no es realmente digno de ellos.

Vale la pena aclarar una cosa: el 1 a 0 no fue culpa de Buffón, sino que de la suerte. El balón se desvió en un jugador de manera increíblemente anómala, puesto que el toque del defensor no le cambió enseguida la dirección a la pelota sino le dio efecto: así, el esférico siguió derecho por un poco y luego cambió totalmente rumbo, de manera que el portero italiano no podía hacer realmente nada.

Muy diferente la situación en el 2 a 0, que recordamos se vio viciado por una posición adelantada, milimétrica pero irregular. En ese episodio Buffón podía y debía hacer más, así como toda su defensa tenía que protegerlo con mayor atención, en cambio de olvidarse de seguir a sus rivales tras el remate de Luís Gustavo que el "número uno" juventino no supo retener.

LO POSITIVO
Bayern realmente fue dueño de la cancha e hizo un poco lo que quiso, demostrando ser ese equipazo que no por nada disputó dos finales de Champions en tres años.

Ribery dibujó arte por momentos, pero fue la fuerza del conjunto lo que sorprendió mayormente: la capacidad de moverse como un mecanismo único, la fuerza de cada jugador, los tiempos con los que se movían todos sin balón y la enorme capacidad de estar siempre en el lugar justo. Por suerte de los italianos, fallaron a la hora de mandarla a guardar.

Así, a pesar de que el anfitrión merecía un resultado más amplio, terminó por vencer por 2 a 0, un resultado que se puede dar vuelta. En particular, el hecho de que la Vieja Señora no haya sido sí misma en Münich tiene su aspecto positivo.

El tema es que si Juventus mostró apenas el 20% de lo que tiene y eso le alcanzó para no ser goleado, por encima en condición de visitante y creando algunas ocasiones para descontar, jugando como sabe y poniendo algo más que el cien por cien puede remontar esta derrota en casa y así pasar el turno.

Claro, los alemanes jugarán con la ventaja de dos goles y sin dudas no será fácil anotarles, por encima debiendo cuidarse de conceder un gol que podría ser fatal; pero si hay un equipo que puede lograr algo por el estilo ese es el de Conte, cuadro de garra, corazón y de gran despliegue técnico y atlético.

Todo dependerá de las decisiones del entrenador y de la reacción del plantel, que necesita encontrar en Pirlo y Buffón dos líderes como supieron serlo prácticamente siempre, antes de esta noche alemana.

Si la Juve será sí misma, tendrá lo necesario para poner en dificultad a Bayern. Por suerte, el sábado en campeonato se enfrentará a Pescara y la esperanza es que ningún titular juegue ante el colero de la Serie A.

En ese caso tendrán ocho días para preparar el partido. Nosotros le pedimos sólo que Bayern encuentre un "infierno" en el Juventus Stadium en esa ocasión. Luego, que pase el turno el mejor. Nosotros seguimos creyendo que los bianconeri pueden ser mejores que los alemanes y le tendremos fe hasta el último segundo de este doble enfrentamiento.

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